El Gobierno contrata por 10 millones vigilantes con francés y árabe para el CETI de Ceuta
Eulen se ha adjudicado el pliego para vigilar un centro en el que las protestas y motines son frecuentes
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha adjudicado a Eulen el servicio de seguridad y vigilancia privada de las dependencias del CETI de Ceuta. El pliego, valorado en 10 millones y previsto para 12 meses prorrogables, recoge una batería de cláusulas entre las que destaca la necesidad de dominio de inglés, francés y árabe para la mitad de los vigilantes. Eulen Seguridad también se hizo en 2019 con el servicio de vigilancia. El contrato estaba valorado en 8,4 millones de euros y las exigencias eran similares a la de la actual concesión.
La adjudicación del contrato, que está financiado con el Fondo de Asilo, Migración e Integración de la Unión Europea, tuvo lugar el pasado día 22. La tramitación ha sido de urgencia. Los pliegos, a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE a través de la Plataforma de Contratación, recogen los turnos y retribuciones que deben recibir los trabajadores, incluidos pluses por peligrosidad, de residencia o de fines de semana. Cada turno prevé 10 vigilantes y sus retribuciones oscilan entre 31.000 y 40.000 euros.
Según recoge el contrato, no habrá diferencias salariales entre hombres y mujeres y en cada turno habrá al menos una mujer para registros a las mujeres residentes. El importe anual del salario por la totalidad de empleados ascenderá a 674.841 euros. Además del control de accesos, entre los servicios que deben prestar los trabajadores de Eulen en el CETI de Ceuta está la vigilancia de las instalaciones. A mediados de año, el centro apenas acogía a 220 inmigrantes, tras el traslado a la Península de 56. Estos fueron instalados en centros de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en las provincias de Sevilla y Cádiz.
Motines y altercados en el CETI de Ceuta
Un asunto fundamental que recoge el contrato son las incidencias, altercados y llegadas masivas de inmigrantes. En caso de altercados, el personal de vigilancia deberá llevar a cabo actuaciones disuasorias y, en su caso, reductoras y de contención. El contrato recoge la necesaria colaboración con las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad y exige presentar las pertinentes denuncias policiales y ejercitar las acciones judiciales que procedan frente a agresiones y lesiones.
El contrato deja claro que el Ministerio no tendrá responsabilidad civil alguna derivada de los daños o perjuicios personales o materiales ocasionados por las actuaciones realizadas por los vigilantes de seguridad en el cumplimiento de su misión. Estas responsabilidades las asumirá la empresa adjudicataria o su aseguradora. Para ello deberá contar con una póliza de responsabilidad civil por un importe mínimo de diez millones de euros durante la vigencia del contrato.
Además, el adjudicatario deberá proporcionará mínimo 40 chalecos anti-trauma, 10 cascos de protección y 10 escudos
de protección, que estarán a disposición de sus trabajadores en el puesto de control de seguridad.
Preparado para 512 residentes
Los incidentes y motines en el CETI de Ceuta, que tiene una capacidad para 512 personas, son frecuentes desde su puesta en marcha en 2000. Los centros de Ceuta y Melilla están previstos como lugares de primera acogida y destinados a conceder servicios y prestaciones sociales. A los inmigrantes recién llegados se les ofrece alojamiento y manutención, atención psicosocial y sanitaria, asistencia legal y actividades de ocio. Sin embargo, las peleas y protestas se producen cada cierto tiempo.
En diciembre de 2021, agentes del Cuerpo Nacional de la Policía tuvieron que intervenir ante una revuelta el CETI ceutí. Los protagonistas del motín fueron inmigrantes que exigían el traslado a la Península. Durante el incidentes resultaron heridos tres vigilantes. Un año antes, en el CETI de Melilla seis guardias civiles, tres policías y siete vigilantes fueron heridos durante una multitudinaria revuelta. Fueron detenidos diez amotinados.
Traductores de lenguas africanas
El pasado octubre, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones licitó un contrato valorado en 650.000 euros para dotar al CETI de Ceuta de un servicio de traducción e interpretación presencial, telefónica, telemática y de acompañamiento. Este pliego también está financiado por fondos europeos y la apertura de ofertas se ha realizado la apertura de ofertas.
Los idiomas imprescindibles del servicio de traducción son árabe, inglés y francés. Sin embargo, tendrá un plus importante la empresa que ofrezca idiomas africanos más utilizados en el centro. El compromiso es ofertar hasta un máximo de 60 horas por año de un servicio de traducción e interpretación de Pular, Bámbara, Wolf, Malenke, Bassa, Yakanke y Mandenka.