Más de 800 empresas recurren a Twenix para enseñar a sus trabajadores inglés de verdad
La ‘startup’ reinventa el aprendizaje del idioma con una plataforma donde las conversaciones sustituyen a la gramática
Dominar un idioma alternativo se ha convertido en toda una exigencia del mercado laboral. La economía globalizada, la de los nativos y nómadas digitales, empuja a cualquier profesional a manejarse con soltura, sobre todo, en la gran lengua franca contemporánea: el inglés. Nacida en 2018, la startup almeriense Twenix dispone quizás de una de las mejores herramientas para alcanzar ese objetivo.
Jorge Moreno (1993) y Daniel Delgado (1994), CEO y COO respectivamente y cofundadores de la empresa, moldearon su idea de negocio a partir de una necesidad. Su paso desde la primera juventud por diferentes academias les dejó un sabor agridulce. «Demasiada gramática y muy poca conversación te hacían comprender que en realidad estabas aprendiendo muy poco», recuerdan.
Twenix rompe ese molde clásico con una plataforma tecnológica B2B que conecta a alumnos y profesores ateniéndose a cuatro reglas de oro: la flexibilidad (es posible reservar una clase cualquier día de la semana, casi a cualquier hora y con una antelación de apenas 15 minutos), la «ultra-personalización» (charlas alumno-profesor y conversaciones adaptadas al campo de interés de cada individuo), la simplicidad (es la plataforma la que asigna al estudiante un profesor en base al nivel y la disponibilidad) y el seguimiento de los progresos idiomáticos.
En 2023, la startup alcanzó una facturación de 7,2 millones de euros (+130% respecto a 2022), impartió 360.000 clases y movilizó a 800 docentes de 30 nacionalidades. Actualmente presta servicio a 825 empresas de entre 50 y 1.000 empleados. Destacan nombres como Loewe, Atlético de Madrid, Sanitas, Legálitas, la escuela de negocios ESADE o compañías jóvenes y pujantes como Genially, Kampaoh y Goiko.
La decadencia de la titulitis
España e Italia son los mercados vigentes de Twenix, que emplea a 90 personas, dispone de una segunda oficina en Madrid y también abre su plataforma al B2C, esto es, a particulares dispuestos a mejorar su inglés para lograr un perfil más competitivo. «La exigencia ya no es el título oficial -explica Moreno-, sino obtener una habilidad real que permita a cualquier trabajador expresarse en inglés y usarlo en su ámbito».
Los microcursos incluyen hasta 30 temáticas agrupadas por sectores y actividades, de modo que, por ejemplo, un emprendedor sea adiestrado en la jerga del venture capital «para cuando llegue el momento de negociar una ronda de inversión con fondos internacionales». Al final de cada microcurso se expide un certificado que no es oficial pero vale a las empresas como referencia.
Ayudante algorítmico
Contenido, conversación y seguimiento conforman la esencia de Twenix, que no es ajena al último grito tecnológico: ChatGPT ayuda a la plataforma a enriquecer el contexto de alumno y profesor. Si uno dispone de ejemplos para entender mejor el uso del vocabulario que se le propone en cada lección, el otro dispone de un copiloto para enriquecer las clases.
Para las empresas-cliente, la ventaja, resalta Moreno, es que el coste de este servicio de formación puede bonificarse «casi al 100%». La tarifa por empleado y mes oscila entre los 70 y 80 euros.
Twenix ha levantado en total unos seis millones de euros, según Crunchbase. La última ronda se anunció en julio de 2022 (3,5 millones) y contó con la participación de Brighteye (poderoso actor en inversiones europeas de edtech), JME Ventures e Inveready. «El foco no está en levantar más sino en seguir creciendo al ritmo actual. Este es un mercado de 60.000 millones donde sólo el 15% está digitalizado. En dos o tres años se producirá una eclosión y nosotros estaremos ahí, en primera línea».