Cómo operar con criptomonedas de forma segura
Aplicar ciertas medidas es vital para proteger los fondos de los usuarios
Las criptomonedas son susceptibles a amenazas cibernéticas como el robo, el fraude y el malware
No hay mayor efecto llamada hacia un mercado financiero que las altas revalorizaciones de los activos que cotizan en él. A medida a que, de forma cíclica, Bitcoin y otras criptomonedas han superado sus precios máximos históricos y confirmado con ello un nuevo ciclo alcista, la entrada de nuevos usuarios no cesa. De este modo, las criptomonedas han ganado una creciente aceptación como una forma innovadora de realizar transacciones financieras, gestionar fondos, o, simplemente, como activo refugio ante unas monedas como el euro o el dólar que progresivamente pierden valor debido a las políticas fiscales y empujan a buscar medidas para mantener el valor de los ahorros.
Sin embargo, a medida que esta tecnología avanza, también surgen nuevos desafíos de seguridad que deben abordarse precisamente para mantener esos activos digitales a salvo, completamente expuestos a internet mediante un ecosistema de herramientas y tecnologías todavía en etapas muy tempranas de desarrollo.
La importancia de la seguridad digital
Las criptomonedas operan, por defecto, en un entorno descentralizado y digital, lo que las hace susceptibles a amenazas cibernéticas como el robo, el fraude y el malware. A diferencia de las instituciones financieras tradicionales, no existe una autoridad central que pueda revertir o compensar las transacciones en caso de un incidente de seguridad, o incluso, de un error por parte del usuario. Por lo tanto, es crucial adoptar medidas preventivas para salvaguardar los activos digitales.
Esto aplica tanto si se opera mediante intermediarios propios del mercado ‘cripto’, tales como los exchanges, como Coinbase o Binance, como especialmente si se gestionan los activos de forma independiente utilizando billeteras de autocustodia como Metamask o Ledger, que permiten al usuario tener en todo momento el control de sus fondos al no estar depositados en las arcas de un tercero.
Seguridad de las billeteras de autocustodia
Una de las principales preocupaciones de seguridad en el mundo de las criptomonedas es la protección de las billeteras digitales. Mientras que, cuando los fondos están en un Exchange el usuario accede a estos fondos mediante un usuario y contraseña, como a prácticamente cualquier otra plataforma digital, las billeteras de autocustodia periten al usuario almacenar las claves privadas, que son esenciales para acceder y realizar transacciones con los activos. Esto da un mayor nivel de seguridad y control al usuario, pero implica que, si este pierde esta clave privada, pierde de forma irremediable el acceso a sus fondos.
Dentro de las billeteras autocustodiadas, existen diferentes tipos. Las billeteras de software son aplicaciones instaladas en computadoras o dispositivos móviles, como Exodus, ofreciendo comodidad, pero también mayor vulnerabilidad ante ataques cibernéticos. Por otro lado, las billeteras de hardware son dispositivos físicos diseñados específicamente para guardar las claves privadas de forma segura y aislada de internet, entre las que se encuentran fabricantes populares como Trezor o Ledger. Finalmente, otra opción son las billeteras de papel, que consisten en copias impresas de las claves privadas, las cuales pueden resguardarse en un lugar seguro como una caja fuerte. Básicamente, esta opción se refiere a imprimir las claves de acceso y proteger esa copia física de los dígitos.
Se recomienda utilizar una combinación de billeteras de hardware y de papel para maximizar la seguridad de los activos en criptomonedas. Además, es crucial mantener las claves privadas en un lugar seguro y nunca compartirlas con nadie, ya que son esenciales para acceder y realizar transacciones con los fondos.
Operar de forma segura en el entorno digital
Tanto si se conservan los criptoactivos en una billetera de autocustodia como en un Exchange, es habitual que un usuario, a medida que avanza en el mercado, vaya interactuando con distintas herramientas, plataformas, webs y programas. Aquí la autenticación de dos factores (2FA) agrega una capa adicional de seguridad a las cuentas y billeteras. Habilitar la 2FA siempre que sea posible para protegerse contra el acceso no autorizado es siempre una buena medida.
Otro aspecto clave es mantener actualizado el software de billeteras y plataformas relacionadas con el uso de criptomonedas, ya que los desarrolladores lanzan parches de seguridad para corregir vulnerabilidades conocidas. Aplicar estas actualizaciones de inmediato es vital para protegerse contra posibles ataques.
Precauciones contra el ‘phishing’ y otras estafas
Como en cualquier otro entorno digital, pero especialmente en algo tan en boga como las criptomonedas, los ciberdelincuentes utilizan tácticas de phishing y estafas para engañar a los usuarios y robar los activos digitales. Nunca hay compartir claves privadas o información personal con nadie, incluso si ese alguien dice ser de una empresa de confianza del sector ya que esta nunca preguntará por claves privadas a un usuario. Nunca. Además, hay que verificar cuidadosamente los sitios web a los que se accede y las solicitudes antes de realizar cualquier acción, tanto el envío de fondos de una billetera a otra como los mensajes que se firman en el uso de billeteras de autocustodia.
Otra medida básica para cualquiera que hoy navegue por internet, es utilizar antivirus y firewall actualizados en los dispositivos para protegerse contra malware y otras amenazas cibernéticas. Estos programas pueden detectar y bloquear actividades sospechosas, manteniendo las billeteras y transacciones a salvo. Al fin y al cabo, si esto ya es una medida imprescindible al moverse por la red, todavía lo es más cuando, además de mails, mensajes y fotografías, hoy pueden gestionarse fondos y usar el ordenador como si de un banco se tratase.
