Santiago Miguel Casado, presidente de Vitartis: «Fortalecer la industria alimentaria es apostar por el desarrollo del medio rural»
Los próximos días 23 y 24 se celebrará en Burgos el III Congreso de la Industria Alimentaria de Castilla y León
El empresario Santiago Miguel Casado es desde marzo pasado el presidente de la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León (Vitartis), que cuenta con casi 150 socios. Es el CEO de Grupo Hermi, la primera compañía europea de carne de conejo, cuya gestión comparte con sus tres hermanos. Se trata de una de las empresas de alimentación más importantes de Castilla y León, Comunidad en la que la actividad agroalimentaria es líder de la industria manufacturera.
Vitartis ha convocado el III Congreso de la Industria Alimentaria de Castilla y León, que tendrá lugar los días 23 y 24 de este mes en Burgos, en el que se va a analizar cuáles son las líneas de fortalecimiento del sector, a corto y medio plazo, bajo el lema ‘Crecer haciendo crecer’.
Fuerte arraigo social
Santiago Miguel asegura que la industria alimentaria desempeña un papel estratégico en la economía de Castilla y León, que trasciende el análisis de su impacto en términos de riqueza y empleo. «Debido a su estructura capilar y a su anclaje en el entorno en el que opera, el fortalecimiento de la industria alimentaria supone una seria apuesta por el desarrollo social y la modernización del medio rural, tanto en esta Comunidad como en toda España».
«Con este propósito —añade— hemos confeccionado el programa del Congreso que vamos a celebrar en breves fechas, en el que participarán como ponentes más de 30 empresarios y expertos, porque hemos querido que todos los temas de análisis y debate se aborden desde un punto de vista empresarial».
Además de siete mesas redondas, también tendrán lugar cuatro ponencias, a cargo de Cristina Mora-Gil, directora de Private Wealth y Planificación Patrimonial del Santander Banca Privada; Inma Puig, psicóloga, experta formación y desarrollo de equipos; Juanma López Iturriaga, exjugador de baloncesto, presentador de televisión y experto en liderazgo; y Andoni Aduriz, chef de Mugaritz.
Más de 47.000 empleos
Según ha recordado el presidente del Vitartis, el sector agroalimentario de Castilla y León es el tercero en el ranking nacional por autonomías, tanto por número de empresas como por volumen de facturación, después de Cataluña y Andalucía. Y representa el 10% de las empresas del sector nacional y casi el 9% del empleo y de la cifra de negocio.
En concreto, la industria alimentaria y bebidas de Castilla y León concentra un total de 2.867 empresas, que generan más de 47.000 empleos, el 4,7% de todos los ocupados en la Comunidad; y la cifra de negocio asciende a 14.328 millones de euros, el 28% de la cifra total del sector industrial regional.
Es, además, uno de los sectores más dinámicos en el exterior. El 35% de las empresas exportadoras de Castilla y León son agroalimentarias (2.031), cuyas ventas en 2023 ascendieron a 3.354 millones de euros, casi el 20% de las ventas totales de la Comunidad en el exterior.
Regulación y burocracia
En cuanto al clima empresarial del sector, el marco regulatorio, la dificultad para disponer de los profesionales que necesitan las empresas y la situación económica general son los tres asuntos que más preocupan a la industria agroalimentaria de Castilla y León, según revela una encuesta que realizó Vitartis en febrero entre sus socios.
El exceso de regulación y de burocracia, así como su alto coste, es la primera causa de preocupación de las empresas agroalimentarias, que lejos de disiparse a medio plazo, consideran que el problema se agravará aún más en el horizonte de los próximos cinco años.
En la encuesta, Vitartis pidió a sus socios que expresaran el grado de preocupación que les sugería cada una de las 24 cuestiones planteadas valorando entre 1 y 5 la importancia de las mismas, sabiendo que el 1 significa que no supone problema alguno y que el 5 representa un problema de la máxima gravedad. El grado de preocupación medio se sitúa en el 2,6.
En este contexto, la problemática que plantea el marco regulatorio actualmente eleva el grado de preocupación de los empresarios hasta el 3,5, si bien se dispara cuatro décimas más (3,9) al considerar que su evolución empeorará en los próximos años. La segunda cuestión que más preocupa al sector es la dificultad para poder contar con los profesionales que necesitan las empresas; es decir, el problema que supone la captación de talento, que se sitúa en un nivel de gravedad del 3,3 y que se eleva al 3,7 al considerar cómo puede evolucionar a medio plazo.
Esta problemática, aunque no es nueva para los responsables de recursos humanos de las industrias agroalimentarias, sigue siendo muy importante para todas ellas y particularmente para las de menor dimensión. Preguntados por la inquietud que genera el contexto económico general, las empresas del sector acusan la incertidumbre y confiesan también un grado alto de preocupación, tanto en la actualidad (3,2) como, sobre todo, a medio plazo (3,5).