Repsol logra una licencia de EEUU para seguir operando en Venezuela después del 31 de mayo
Washington volvió a imponer sanciones al país sudamericano el mes pasado
Repsol ha obtenido una licencia de Estados Unidos que le permite seguir operando en Venezuela después del 31 de mayo, según fuentes expertas consultadas por Bloomberg. Las empresas petroleras que quieren permanecer en el país sudamericano han estado solicitando permisos del Tesoro estadounidense, después de que Washington volviera a imponer sanciones al gobierno bolivariano el mes pasado.
Recientemente, Repsol acordró con la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) una ampliación de la cantidad de campos petroleros a explotar en una empresa conjunta. Se espera que en los próximos meses los activos produzcan 20.000 barriles diarios.
Estados Unidos está intentando utilizar las sanciones como instrumento para garantizar elecciones presidenciales más justas en julio. El año pasado, Washington eliminó temporalmente las restricciones a los sectores del oro y el petróleo de Venezuela después de que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición firmaron un acuerdo en Barbados sobre garantías electorales.
Imaz, contra Greenpace
Por otro lado, el pasado 10 de mayo, el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, cargó duramente contra la organización GreenPeace durante la Junta de Accionistas de la petrolera. La asociación ecologista aprovechó el turno de preguntas para criticar las políticas de la compañía por «ser contaminantes y poco éticas». Un escenario que obligó a Imaz a emplearse a fondo para atacar con dureza un discurso que considera «peligroso» y «poco ético».
«Según un informe del Obserbatorio de Sostenibilidad, ustedes son los responsables del 62% de las emisiones de todas las empresas del Ibex-35. Además, según otro informe, Repsol se encuentra en la posición 50 de 122 como mayor contaminador desde la revolución industrial», fueron las acusaciones de dicha asociación durante la Junta.
El dirigente de Repsol comenzó a poner ejemplos de materiales e instalaciones –hoy clave muchas de ellas para la transición energética– que están hechas por el petróleo. «La silla donde estoy sentado está hecho de petróleo, las palas de los aerogeneradores también están hecho con petróleo, la carrocería de los coches eléctricos están hechos con petróleo, los panales fotovoltaicos también. Necesitamos mucho petróleo». Un final de discurso que fue ovacionado por la mayoría de los accionistas presentes.