La financiación 'singular' de Cataluña le costaría 20.000 millones al resto de comunidades
ERC demanda tener bajo el control de la Generalitat de Cataluña 53.000 millones de euros en impuestos
La financiación singular que Esquerra Republicana (ERC) ha pedido al PSOE para apoyar la investidura de Salvador Illa como próximo presidente de la Generalitat de Cataluña -y que incluye recaudar el 100% de los impuestos recaudados en la región- tendría un efecto inmediato, quitando al menos 20.000 millones de euros a la caja común de la financiación autonómica, el dinero con el que la Administración central redistribuye los impuestos que recauda en todo el territorio.
Según los expertos fiscales con los que ha hablado THE OBJECTIVE, esta situación obligaría a que el Estado tenga que decidir entre recortar la asignación al resto de las comunidades autónomas para equilibrar los 20.000 millones que demanda Cataluña -y completar los 53.000 millones que ingresan anualmente por la totalidad de los impuestos- o quitar del presupuesto central de gastos este montante para compensar y equilibrar los pagos al resto de territorios.
En estos momentos, PSOE y ERC buscan que Cataluña tenga una financiación singular que pasa por dos elementos centrales: la mencionada recaudación íntegra de los impuestos y la condonación de la deuda histórica de la región, que se sitúa en torno a los 15.000 millones de euros. Una puerta que han abierto el propio Pedro Sánchez e Illa que han defendido que la autonomía tenga una fiscalidad distinta al resto de comunidades.
Recaudación de Cataluña
Esta situación ha generado críticas en las comunidades gobernadas por el Partido Popular, pero también en socios del Gobierno integrados en Sumar como Compromís o la Chunta Aragonesista. Se advierte que ceder la totalidad de los impuestos recaudados en Cataluña generaría un efecto negativo en el resto del territorios y un desequilibrio económico que haría saltar por los aires el sistema de financiación actual, basado en la solidaridad entre regiones.
El Estado -según el último informe anual de la AEAT- recaudó un total de 271.935 millones de euros en 2023 en todo el territorio (excluyendo las devoluciones) por los impuestos a personas físicas (IRPF), a sociedades, a no residentes, IVA, impuestos especiales y tasas. La delegación catalana de la Agencia Tributaria ingresó 53.543 millones, el 19% de todo lo que se recauda y en el segundo lugar de todo el Estado, aunque a mucha diferencia de la Comunidad de Madrid, que captó 120.575 millones, el 44%. En tercer lugar, se sitúa la Comunidad Valenciana con 19.500 millones, seguida de Andalucía con 18.900 millones.
El actual sistema de financiación autonómico de caja común opera mediante entregas a cuenta de los recursos tributarios que se estima se ingresarán a lo largo del ejercicio en concepto de IRPF (la tarifa autonómica) y los porcentajes que marca la ley que les corresponde del IVA e impuestos especiales y que el Estado central adelanta. De esta manera, Hacienda redistribuye los impuestos que recauda en todo el territorio a las respectivas autonomías.
Ingresos de Cataluña
En 2023 se repartieron bajo este sistema 123.356 millones de euros, lo que supone el 45% de todo lo que recauda el Estado por impuestos en todo el territorio. En este reparto, Cataluña fue la comunidad más favorecida con 23.255 millones de euros, por encima de Andalucía que se lleva 23.022 millones, Madrid con 17.232 millones y Valencia con 11.562 millones.
El sistema tiene un efecto corrector y redistributivo que recauda el dinero que se genera en todos los territorios y luego los distribuye para favorecer a los que menos generan. Madrid aporta 120.000 millones y solo recibe 17.000, pero eso genera que otros territorios como Canarias reciban 5.000 millones, pese a solo generar 3.800. Un sistema que -indican los expertos- se rompería totalmente si Cataluña ingresa todos sus impuestos y, por tanto, deja de aportar a la caja común.
Cataluña exige quedarse con los 53.543 millones que recauda de forma íntegra, lo que supondría dotarla de la autonomía fiscal propia. Además, hay que considerar que la región ya administra 4.289 millones de tributos cedidos (sucesiones y donaciones, patrimonio, transmisiones patrimoniales, actos jurídicos y tasas del juego) e ingresa otros 389 millones de tributos propios.
Demandas de ERC
En este sentido, faltarían poco más de 20.000 millones para llegar a la cifra total si se considera que ya reciben 23.000 millones de impuestos de tarifa autonómica. Estamos hablando de que Cataluña pasaría a administrar un 16% de lo que actualmente se reparte al resto de comunidades, es decir, los 123.000 millones de la caja común. Una cifra que se quedaría en poco más de 80.000 millones si se quita a Barcelona completamente de esta de la ecuación
¿Y cómo compensarlo? Las fuentes consultadas indican que solo hay dos caminos. Repartir menos dinero (dejando la caja común sin los 53.000 que se llevará Cataluña), lo que implicaría restar 20.000 a lo que ya se reparte, o bien, sacar estos recursos de los 167.000 millones de recaudación impositiva que se sigue quedando en Estado, lo que indirectamente también significaría que la Administración central tenga que ajustar otras partidas en ministerios, entidades públicas. En definitiva, menos servicios para el resto de España y sus comunidades autónomas.
En todos los escenarios, los expertos desaconsejan ceder la totalidad de los impuestos a Cataluña, ya no solo por el desbarajuste que generaría en el reparto de la caja común, sino que también porque rompería los principios de equidad e igualdad que establece el funcionamiento tributario español. Que Cataluña se quede con 20.000 millones extra, significa quitar este dinero directa o indirectamente de otras regiones, incluso de las que tienen menos capacidad de recaudar impuestos y necesitan una mayor inversión púbica.