Albares se reúne con su homólogo húngaro en plena opa de Magyar Vagon por Talgo
El objetivo del Gobierno sigue siendo encontrar un socio alternativo que impida la entrada de capital húngaro
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares. | Europa Press
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se reunió este lunes con su homólogo húngaro, Péter Szijjártó, durante el consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE). Un encuentro que se da a las puertas de que los húngaros se hagan con la presidencia del Consejo de la UE y en plena opa (oferta pública de adquisición) del consorcio húngaro Magyar Vagon por la empresa española fabricante de trenes, Talgo. Un objetivo que el Gobierno español trata de frustrar construyendo operaciones alternativas.
El Gobierno húngaro ha presentado su presidencia bajo el lema «haz Europa grande de nuevo» y entre sus principales objetivos se encuentra la «mejora de la competitividad de la UE». Los húngaros, que están apostando muy fuerte por la operación por Talgo, han aprobado la entrada de varios cientos de millones de euros en uno de los fondos que integran el consorcio para hacerse con la compañía española y los principales accionistas de la compañía abrazan la oferta húngara. En esa misma reunión, Albares señaló en una publicación que se «había hablado sobre la prioridad de España de que el catalán, euskera y gallego fuesen oficiales en la UE y cómo abordarlo durante esta presidencia».
La opa se presentó el pasado 22 de marzo, por lo que esta debía haberse resuelto tres meses después. Sin embargo, ha habido una serie de requerimientos que están dilatando la respuesta. Fuentes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa -que es el encargado de analizar el dictamen sobre la opa para su posterior aprobación en el Consejo de Ministros- aseguran que «dentro del procedimiento establecido en el Real Decreto 571/2023, de 4 de julio, sobre inversiones exteriores, se asegura que el requerimiento de información adicional suspende el cómputo del plazo de tres meses para resolver y notificar la resolución relativa a la solicitud de autorización. Esto implica que el plazo inicial puede verse alterado, como así ha sucedido».
La última vez que el Gobierno pidió información adicional fue hace tres semanas. Los húngaros confían que esta pueda ser la última. No obstante, fuentes especializadas aseguran a este medio que en procedimientos complejos se han pedido hasta cuatro requerimientos y que estos no son del todo infrecuentes. Un escenario que abre la puerta a que la futura respuesta del Gobierno se retrase todavía más. Aun así, estos requerimientos deben estar debidamente justificados y la empresa siempre se guarda la opción de recurrir al Tribunal Supremo en caso de que observen que lo solicitado no es pertinente.
CAF, Criteria, Skoda, Escribano… en estos últimos meses han sonado diversos nombres para armar una contraopa a la de Magyar Vagon. Renfe depende principalmente de los trenes que fabrica Talgo, y el Ejecutivo no quiere que esta empresa clave para los intereses de España esté bajo la tutela de presidente húngaro, Viktor Orbán. En medio de ese escenario, el Gobierno se ha movilizado para lograr atraer un socio industrial.
El pasado mes de mayo, en plena opa húngara, el ministro de Transportes, Óscar Puente, mantuvo una maratón de reuniones en diversos países de las que surgieron incluso posibles candidatos a conformar esa posible contraopa. Así, Puente mantuvo encuentros con varios ministros y un embajador. Sobre este último, el titular de Transportes se vio con el embajador de Eslovaquia el pasado 9 de mayo.
Por otro lado, el 20 y 21 de mayo viajó hasta República Checa, país del que procede una de las empresas que podrían conseguir ser la alternativa a Talgo, Skoda. Un día después se trasladó hasta la ciudad de Leipzig (en Alemania). Allí, tuvo una reunión con sus homólogos de Arabia Saudí, Colombia y Marruecos. Por último, el 24 de mayo se reunió en la sede del Ministerio en Madrid con el ministro de Transportes de Egipto, Kamel Al-Wazir.
El Gobierno de España ha mostrado de forma pública su rechazo a la entrada de capital húngaro. Así, el propio Puente esgrimió «cuestiones de seguridad» para negarse a la operación. Este motivo se debe a la sintonía que mantiene su presidente Orbán con el presidente ruso, Vladímir Putin. Sin embargo, desde el gobierno húngaro no han entrado a calificar las críticas del ministro, como así constató este periódico con la embajadora de Hungría en España, Katalin Tóth, tras lanzarle una pregunta.
