La banca inicia una guerra para captar a las empresas y autónomos de Sabadell y BBVA
Santander, Caixabank y Unicaja mejoran sus productos y servicios, aprovechando el ruido que genera la opa
Carlos Torres, presidente de BBVA. y Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell | Ilustración de Alejandra Svriz
La banca ha abierto una guerra sin cuartel por las empresas y los autónomos, la joya de la corona del Sabadell y foco de BBVA en su crecimiento en plena oferta de adquisición de acciones (opa). Diferentes entidades ya se han posicionado con una ofensiva comercial para captar a los clientes de ambos grupos, aprovechando el ruido que está generando la operación, y otras tiene previsto hacerlo próximamente. La pelea se intensificará, según señalan fuentes financieras a THE OBJECTIVE, según se vayan produciendo hitos y la batalla que libran el grupo vasco y catalán vaya en aumento. Y anticipan que la lucha se extenderá al mundo de los particulares con mejoras en hipotecas y cuentas.
Por ejemplo, Caixabank, Santander y Unicaja ya han tomado iniciativas para hacerse con parte del negocio, e ING ha decidido cambiar su estructura organizativa para volver al negocio de los trabajadores por cuenta propia y las pequeñas compañías. Hay que subrayar, como ha anticipado este periódico, que todo el sector empezó a afilar sus cuchillos para atraer a clientes del Sabadell y BBVA una vez que este último se vio obligado a lanzar una opa hostil. El hecho de que la transacción planteada no fuera amistosa adelantaba los tiempos de cualquier fusión para arañar usuarios de los integrantes de dicha concentración.
En el caso del Sabadell y BBVA, se estima que en torno a millón de clientes podrían abandonar ambos bancos hasta meses después de que culmine todo el proceso, incluyendo todos los cambios de tarifas, precios, comisiones, productos y se haya materializado el ajuste de personal y oficinas.
Por el momento, las principales entidades rivales han centrado su ataque en el mundo de las empresas, sobre todo de pequeño y mediano tamaño, la actividad más potente del Sabadell y una de las razones principales por las que BBVA se ha lanzado a por el control del catalán, para su posterior unión. «Queremos ser el banco de las pymes», destaca una y otra vez el presidente del conglomerado vasco, Carlos Torres, en sus declaraciones públicas.
Este mes de junio el Santander ha puesto en marcha una cuenta sin comisiones destinada a autónomos negocios y microempresas, que incluye una oferta temporal de un terminal punto de venta (TPV) con tarifa plana gratuita. Este dispositivo es fundamental para los comercios, ya que es esencial para el cobro con tarjeta. Además, ha creado un centro especialista de negocios para que estos clientes puedan recibir asesoramiento en productos, acompañamiento al emprendimiento, ayudas y subvenciones, entre otras opciones.
Unicaja, por su parte, ha lanzado esta misma semana también una tarifa plana para comercios en sus TPV, dando a elegir el tramo que mejor se adapte a cada uno en función de su facturación, con diferentes cuotas mensuales. De esta manera amplía su oferta de servicios a las empresas, entre las que destaca la cuenta cero comisiones para profesionales bajo una serie de requisitos.
En cuanto a Caixabank, esta ha decidido, por ahora, apostar por compañías con un tamaño algo superior, fortaleciendo sus acuerdos para impulsar la financiación de proyectos. Hace unas semanas aumentó un 14%, hasta 40.000 millones, una línea para dar créditos con el fin de que puedan desarrollar proyectos innovadores, verdes y de expansión, en el marco de una alianza alcanzada con la patronal CEOE.
En el Sabadell y BBVA son conscientes de esta situación y están lanzando guiños para no perder una buena parte de su posición. La entidad vallesana liderada por Josep Oliu puso en marcha días después de la opa hostil una cuenta online para autónomos con bonificaciones y ahora ha lanzado una campaña de publicidad para retener a los clientes en el segmento de profesionales y empresas. En la misma, destaca la fortaleza que tiene en este segmento de actividad, ya que da servicio a una de cada dos compañías y otorga un 30% de los préstamos. En TPV su control del mercado llega al 20%.
BBVA teme por la fuga de pymes y autónomos, principalmente del Sabadell, por lo que la semana pasada hizo un guiño a estos clientes anunciando que iba a mantener las líneas de financiación circulante a los clientes empresariales del banco catalán al menos doce meses desde su toma de control. Este guiño va dirigido, además, para que estas empresas, que en buena parte son accionistas de la entidad opada, acuda a su oferta de compra por la totalidad del capital. Hay que tener en cuenta que la operación tiene el rechazo frontal del consejo de administración del grupo con sede en Alicante.
