La escasez de cobre provoca más robos y problemas en la industria
La creciente demanda de este metal por las renovables dispara su precio
El auge en los robos de cobre se debe a la escasez de este metal a escala global. Una situación que puede generar tensiones en la cadena logística mundial o en la capacidad productiva de la industria, que ya experimentó tras la Covid serias dificultades por la crisis de los semiconductores necesarios para hacer microchips.
La demanda creciente, la percepción de escasez, la concentración de las minas en países en desarrollo con poca seguridad jurídica para la inversión extranjera y la falta de vigilancia ante los robos son varios de los factores que han llevado a esta situación. Según Cristian Castillo, profesor de Logística de la UOC, «en industrias como la automoción, el cobre es uno de los minerales más utilizados».
El experto apunta que, en 2024, el precio del cobre ha aumentado un 25%, lo que se explica principalmente por la descarbonización y la implantación de la tecnología de vehículos eléctricos, así como la fabricación de grandes instalaciones de datos. Los robos de cobre se han convertido en un problema creciente debido a su alto valor en el mercado y Castillo asegura que «al revenderlo se puede obtener hasta 500 euros por unidad, ya que es un mineral cotizado».
Más cobre para las renovables
La demanda de cobre ha aumentado considerablemente debido a la industrialización en China y la apuesta por los vehículos eléctricos, lo que ha llevado a una situación de escasez en Europa. Josep Lladós, doctor en Economía, destaca que «estamos hablando de materias primas en las que el nivel de producción está muy concentrado, por lo que eres más dependiente del nivel de oferta».
La demanda de cobre está en alza porque es esencial para la doble transición digital y energética, algo que ocurre en general con otras materias primas imprescindibles y escasas, conocidas como tierras raras. «El cobre, en particular, es clave en la electrificación, la movilidad y la energía renovable», añade Lladós.
Rodalies, en un vacío legal
La mera percepción de desabastecimiento puede llevar a comportamientos especulativos en el mercado de futuros, disparando los precios. Lladós asegura a THE OBJECTIVE que «no es necesario llegar a una situación de ruptura o escasez; basta con que haya la percepción de que habrá escasez para que se produzcan comportamientos especulativos». Además, fomentar la oferta es complicado debido a las costosas inversiones y el complejo proceso de extracción y refinado del cobre.
Sergio Sánchez, portavoz de ADN Sindical Seguridad y Servicios Cataluña, señala que la falta de vigilancia está facilitando los robos de cobre, cada vez más frecuentes por ejemplo en las vías ferroviarias, especialmente en la red catalana de trenes de cercanías. «No hay policía y en Rodalies estamos en un vacío legal en Cataluña», asegura Sánchez, que denuncia que «no hay un Govern que gobierne, pero el Estado está traspasando las competencias a la Generalitat».
Chatarrería libre de policía
La situación se complica aún más teniendo en cuenta que, según el representante del sector de la seguridad privada, la policía autonómica, los Mossos d’Esquadra, están desbordados y, «a partir de agosto, el plan de seguridad estará centrado en la Copa América», lo que podría agravar aún más el problema de los robos de cobre.
Detalla que, en muchas ocasiones, el cobre robado acaba en compañías de chatarrería y desguaces que no cumplen con las inspecciones necesarias. «Muchas empresas, ante una inspección, prefieren no entregar la documentación o no dejar entrar a la policía local si no hay orden judicial», explica Sánchez. Esto se debe a que la falta de colaboración puede resultar en una multa administrativa, sin que pueda demostrarse la perpetración de delitos más graves.