España efectuó en mayo la mayor compra de petróleo venezolano de los últimos 20 años
Ocurrió unos meses antes de las elecciones presidenciales y convierte a este país en nuestro tercer suministrador
España efectuó hace unos meses la mayor compra de petróleo venezolano de las últimas dos décadas. Según Cores (Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos), el pasado mayo, que es el último mes del que se tienen datos actualizados, se importaron a nuestro país 632.000 toneladas de crudo. Una cifra que solo es superada por la del mes de enero del año 2002, cuando se adquirieron 832.000 toneladas de crudo venezolano.
Algunas voces apuntan a THE OBJECTIVE tambores de cambio en Venezuela tras las inminentes elecciones presidenciales. Un movimiento de tierras que afectaría de forma directa sobre la empresa pública Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa por sus siglas), encargada de planificar, coordinar, supervisar y controlar todas las actividades petroleras (exploración, producción, refinación, comercio y suministro) y de gas tanto en el propio territorio como en el exterior. Una compañía siempre bajo el foco de la corrupción, con directivos acusados y miles de millones de euros desaparecidos.
Esta hipotética victoria de la oposición, de consumarse, sería, según fuentes del mercado español, una «buena noticia» porque permitiría desligarse aún más del crudo ruso, que según diversas organizaciones independientes sigue hoy entrando en nuestro país. La llegada de un gobierno alternativo al de Nicolás Maduro permitiría a España y Venezuela volver a alcanzar grandes acuerdos comerciales entre las empresas en esta materia. Un lugar de origen que desde el sector se prefiere por su seguridad y cercanía.
Tercer proveedor de España
Según las estadísticas de Cores, en mayo se han superado todos los récords de los últimos 20 años, alcanzando las 632.000 toneladas de crudo. Una cantidad que sitúa al país gobernado por Nicolás Maduro como el tercer proveedor de España en el mundo, solo por detrás de Brasil (del que se importaron 885.000 toneladas) y Estados Unidos (1,1 millones de toneladas). Además, ha superado a un histórico suministrador de crudo de España, como es Nigeria, que vendió a nuestro país 627.000 toneladas.
En los meses previos, Venezuela vendió a España las siguientes cantidades de petróleo: 283.000 toneladas en enero, ninguna cantidad en febrero y marzo y 77.000 toneladas en abril. En 2023, nuestro país importó petróleo venezolano durante siete meses consecutivos, pero estas apenas alcanzaron las 300.000 toneladas. Un escenario que contrastó con el del año 2021, cuando España no importó ni una sola tonelada de petróleo, o la del año 2022, cuando apenas se compraron 727.000 toneladas en todo el año.
Veto y levantamiento
En enero de 2019, la Administración de Donald Trump anunció un paquete de sanciones contra la compañía estatal Pdvsa con el objetivo de asfixiar al régimen de Nicolás Maduro. Con el paso de los meses, la cantidad de medidas fueron aumentando y el 5 de agosto de ese año, el presidente republicano firmó una orden ejecutiva que congelaba todos los activos del gobierno de Venezuela en territorio estadounidense.
Esta embestida del Gobierno norteamericano contra Venezuela contagió al resto de potencias aliadas, como la Unión Europea (UE). Y países como España cortaron sus importaciones de crudo en todo el año 2021 y parte del 2022, como antes se ha comentado. En mayo de 2022, ya con la Administración de Joe Biden, Estados Unidos anunció que iba a levantar ciertas sanciones contra el Gobierno de Maduro. A partir de entonces, España comenzó a hacer tímidas importaciones de petróleo venezolano. Así, en 2023, nuestro país pagó alrededor de 500 millones de euros por su petróleo tras comprar 933.000 toneladas de petróleo durante los nueve primeros meses.
En octubre de 2023, el país norteamericano levantó de forma temporal las sanciones contra el gas y el petróleo del país que dirige Nicolás Maduro. Y ese mismo día, el ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, propuso que la Unión Europea levantase sus sanciones a Venezuela, tal como había hecho Estados Unidos. Sin embargo, en 2024 Estados Unidos reactivó algunas de sus sanciones contra el petróleo venezolano para presionar a Maduro con el objetivo de que permitiese unas elecciones libres en su país.
Fuentes del mercado reconocen la gran dependencia de la Unión Europea del petróleo ruso y, según confirman fuentes diplomáticas, es un hecho -complejo de probar- que Rusia usa terceros países como trampolín para colar su crudo en Europa. Además, otros países, como China, están comprando de forma intensa petróleo ruso.