THE OBJECTIVE
El Gris Importa

Rebelión en las aulas contra la globalización

Las consecuencias económicas de este extremismo, a debate en ‘El Gris Importa’

Desde el pasado 5 de julio, los vehículos eléctricos fabricados en China tendrán que pagar para entrar en la Unión Europea unos aranceles que van del 17,4% al 37,6% y que se suman al ya existente del 10%.

La decisión se ha adoptado después de que una investigación de Bruselas concluyera que las subvenciones de Pekín a sus fabricantes les permiten exportar sus coches a precios exageradamente baratos y, aunque se trata de una medida provisional en tanto se negocian otras soluciones, afianza el giro proteccionista que se ha producido no solo a nivel político, sino también académico.

Porque el amplio consenso que existía entre los expertos sobre las bondades del libre comercio empieza a agrietarse. Hasta hace poco, se consideraba beneficioso abrir el mercado incluso a los bienes y servicios de aquellos países que mantenían sus mercados cerrados. El argumento era: «¡Pues peor para ellos, que se pierden la importación de bienes y servicios más baratos!»

La lógica de este argumento era tan obvia, que Paul Krugman no dudaba en llamar «tonto» a todo aquel que se oponía al comercio libre.

Ya no más.

En octubre de 2019, el Nobel publicaba un artículo titulado En lo que los economistas (incluido yo mismo) estábamos equivocados sobre la globalización. Otros economistas que desde siempre han mostrado sus reticencias a la plena liberalización, como Joseph Stiglitz o Dani Rodrik, se han apresurado a entonar el «ya te lo dije» y, amparados en este giro académico, muchos gobernantes se han apresurado a declarar la guerra comercial contra Asia, contra África, contra Sudamérica y contra quien haga falta.

A pesar de ello, la teoría de la ventaja comparativa sigue vigente y cerrarnos a las exportaciones es renunciar a una poderosísima fuente de riqueza.

¿Cómo podemos compatibilizar el comercio con los inconvenientes que comporta, principalmente la desindustrialización o la fuga de soberanía? ¿Debemos prohibir la venta de coches eléctricos chinos para preservar unas fábricas europeas que nos ofrecen unos vehículos peores y más caros? Es verdad que los chinos igual están haciendo dumping, pero ¿no es doblemente ventajoso que nos subsidie el transporte un Gobierno que mantienen con sus impuestos otros? ¿Y debemos renunciar al 5G más puntero porque lo desarrolla una firma como Huawei, que en un momento dado puede instrumentalizar el Gobierno chino para sus propósitos geoestratégicos?

De todo ello debaten el profesor del IESE Javier Díaz Giménez y el corresponsal económico de El Liberal/The Objective en este nuevo episodio de El Gris Importa.

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