Estas son las 15 tendencias tecnológicas que marcan el pulso de la economía mundial
Los desarrollos en torno a la IA siguen marcando la agenda, pero avanzan movilidad, ciberseguridad y bioingeniería
Cada cierto tiempo, la consultora McKinsey, una de las más prolíficas en términos de generación de conocimiento, reagrupa las tendencias que integran el pelotón de vanguardia de la tecnología. Quince fenómenos moldean a su juicio el presente y el futuro de la humanidad, aunque el grado de adopción y la velocidad de despliegue varíen sustancialmente.
Pese al VC winter, aún presente en 2023, la innovación redobla su cadencia en tres frentes asociados a la inteligencia artificial: la IA generativa, pensada para crear contenido a partir de datos desestructurados como el texto o las imágenes; la IA aplicada, que se apoya en modelos de machine learning para ejecutar tareas analíticas y predictivas; y el machine learning industrializado, destinado a acelerar los desarrollos basados en este tipo de herramienta.
McKinsey otorga a la IA generativa un grado de adopción de cuatro puntos sobre cinco y aporta dos datos contundentes: la inversión en este ámbito alcanzó los 33.000 millones de euros el pasado año y la oferta de empleo repuntó un 111% respecto a 2022. La inversión fue incluso superior en el caso de la IA aplicada (79.000 millones), quedando el machine learning industrializado como tendencia más rezagada (2.750 millones).
Otro filón disruptivo enlaza con el cloud & edge computing, basados en la creación de redes de almacenamiento descentralizadas, con forma de telaraña, incluyendo data centers remotos y nodos locales que permiten optimizar los costes de transferencia de datos y la latencia. Aquí se movilizaron 49.600 millones en 2023, aunque la oferta de empleo cayó un 38%. Junto a esta tendencia crece otra íntimamente ligada, la conectividad avanzada (26.600 millones), que abarca las nuevas modalidades de wifi, el 6G y los satélites de órbita terrestre baja.
Nadie conoce a nadie
Con un grado de adopción intermedio, pero muy presentes en la mente institucional y empresarial, la ciberseguridad y la confianza digital (digital trust), 31.200 millones captados, desempeñarán un papel cada vez más relevante en un mundo marcado por la inestabilidad político-económica, el auge de las fake news y la amenaza cada día más cierta del deep fake, llamado a suplantar la identidad de personas con tanto poder como un dirigente político o un consejero delegado.
Lo curioso es que cualquier uso malicioso tiene siempre un envés (y viceversa). El CEO de Zoom vaticinaba recientemente la aparición de los primeros clones digitales, una herramienta que permitirá a los CEOs asistir únicamente a las reuniones importantes y delegar en los demás casos en su gemelo.
Teclear con lazarillo
15.600 millones de euros aterrizaron en compañías especializadas en desarrollo software de última generación. Impulsadas por la IA generativa y las arquitecturas nativas en la nube, la idea es automatizar al máximo la generación, comprobación, refactorización y traducción de código.
Entre las tendencias que aún funcionan en estadios muy seminales, el termómetro de McKinsey coloca tres, todas ampliamente conocidas por el público: computación cuántica (918 millones), realidad aumentada y realidad virtual (5.500), y robótica (5.500).
Mención aparte merece la industria de la movilidad (76.200 millones). Con el vehículo eléctrico China formula una apuesta de Estado; Tesla es la gran baza entre las big techs estadounidenses; y otros elefantes como Google aspiran ya no sólo a producir coches autónomos sino, especialmente, a crear ecosistemas tipo Android que marquen la experiencia del usuario y expandan su base de usuarios (y su captación de datos).
No se olvida el barómetro de la bioingeniería (57.000 millones), fuertemente conectada a la aspiración de la humanidad hacia una longevidad marcada por la calidad de vida durante los últimos años, ni de las tecnologías aeroespaciales (8.300), donde España cuenta con sus propios protagonistas.