Los inversores ya descuentan un éxito casi total de la opa de BBVA sobre el Sabadell
La prima planteada por el banco vasco se reduce al 3% en las últimas jornadas y la ecuación de canje se ajusta
Los inversores ya descuentan un éxito prácticamente total de la oferta de adquisición de acciones (opa) de BBVA sobre Banco Sabadell. La ecuación de canje planteada está casi ajustada en la actualidad y la prima prometida se ha reducido a la mínima expresión, a apenas el 3% frente al 30% inicial. Hasta principios de agosto, este parámetro se situaba entre el 7 y el 10%, aunque de manera transitoria llegaron a caer del 5% en junio, por lo que el mercado dudaba más de que la transacción saliera en los términos propuestos.
En las últimas jornadas, de acuerdo con los datos recopilados por THE OBJECTIVE, la prima se ha movido en todo momento sobre el 3% e, incluso, en algunos momentos ha caído de este umbral. Los expertos consultados sostienen que cuanto menos sea mayor probabilidad de que BBVA consiga su objetivo, que no es otro que abrir el proceso para al menos tomar el control del Sabadell. La opa está supeditada a conseguir al menos el 50,01% del capital.
En el día de ayer las acciones de BBVA cerraron en los 8,9 euros, mientras que los del Sabadell en los 1,79 euros. El primero ha ofrecido a los socios del catalán un canje de 1 acción propia de nueva emisión por cada 4,83. La prima, con la cotización de la sesión del miércoles, se queda, por tanto, en un 3%.
Respaldo mayoritario a la opa
De esta manera, los inversores se muestran de forma mayoritaria a favor de la opa, pese a que algunas casas de análisis no descartan que pueda haber algún contratiempo o que la oferta pueda a llegar a ser mejorada por parte de BBVA. Si bien, el banco vasco descarta de plano por ahora realizar una subida del precio, con la incorporación de una parte en metálico.
Se espera que BBVA abra el proceso de la adquisición a finales del presente año o principios del siguiente, una vez obtenidas las autorizaciones pertinentes, sobre todo la no oposición del BCE y el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) sin dramáticas medidas. Será entonces cuando los accionistas del Sabadell decidan. Y en función de ello, BBVA podría elevar el precio.
Las expectativas actuales van en contra de los intereses de la cúpula del Sabadell, comandada por el presidente Josep Oliu, cuyo consejo de administración mantiene su rechazo frontal a la opa y posterior fusión de ambas entidades. Sus jefes, en su ofensiva contra la operación, están trasladando cualquier falta de información sobre las consecuencias y objetivos de la misma y están lanzando mensajes para que BBVA no logre llevarla adelante. O, incluso, que fracase en su intento. Pero se temen lo peor, ya que el banco no cuenta con un núcleo duro de accionistas para defenderse.
El consejo del Sabadell ha considerado que la oferta planteada por BBVA infravalora su valor y su potencial, ya que su mantenimiento en solitario sería mayor. Del mismo modo, está exigiendo claridad sobre los impactos en el caso de que solo tome el control y no pueda llevar a cabo una fusión. Hay que tener en cuenta que la entidad presidida por Carlos Torres solo ha cuantificado las sinergias y la rentabilidad en el supuesto de que la integración se produzca. Y que el Gobierno se ha pronunciado en contra de la unión de ambos, aunque últimamente las críticas se han suavizado, a tenor de las declaraciones realizadas por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
BBVA, por si en un principio la adhesión a la opa es escasa, se ha guardado un as en la manga, que no es otro que una eventual desinversión de su filial turca, cuya cotización se ha disparado en los últimos meses y le permite sacar ya jugosas plusvalías con las que poder financiar una mejora de la oferta, incluso con efectivo. Aunque no es su deseo y su intención es mantener en su poder la franquicia otomana, tiene esta posibilidad para no fracasar en su segundo intento por hacerse con el Sabadell, algo que conllevaría un daño reputación y la destitución de Torres. De hecho, la oferta por el Sabadell ha sido clave para el próximo mantenimiento del actual presidente de BBVA en su cargo, que tendrá que renovar mandato en la junta prevista para marzo de 2025.