La cifra de parados de más de 50 años ha crecido en casi medio millón desde 2008
Pese a la tendencia general positiva, la población activa de más edad no está participando de esa mejoría
Oficina de empleo. | Archivo
La última Encuesta de Población Activa (EPA), conocidos hace unas semanas, arrojó el dato de que casi 21,7 millones de personas están ocupadas en España, un máximo histórico. Es sin duda una cifra positiva, que llevó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a celebrar en su cuenta de X que nuestro país «avanza batiendo récords» y que «va en la buena dirección». Todo ello, en palabras del jefe del Ejecutivo, «por encima del ruido de la derecha y la ultraderecha».
Sin embargo, no todo son buenas noticias en lo referente al empleo. Pese a una tendencia general positiva, la población activa de más edad no está participando en la misma medida de esa mejoría. Así, según la EPA, 820.500 personas de más de 50 años están en paro, lo que representa el 29,8% del total de desempleados. En términos absolutos, esta cifra supone que, desde el año 2008, el número de personas de más de 50 años sin trabajo se ha más que duplicado. En el segundo trimestre de 2008, el dato era de 331.600, por los 820.500 de ahora, una diferencia de casi medio millón (488.900).
Es cierto que en términos porcentuales no se ha dado un crecimiento así de dramático. Es más, la reciente EPA señala que nuestro país ha alcanzado en este segundo trimestre los 7.593.200 trabajadores sénior en activo, el mayor dato de la última década. ¿Por qué hay espacio entonces para el pesimismo? Porque parte de esa subida se explica por el aumento de la población (España acaba de alcanzar su récord en el número de habitantes) y no se traduce en una bajada porcentual.
En efecto, la proporción de población activa sénior en búsqueda de empleo se mantiene constante en los últimos años. Y esta afirmación muestra cómo la mejora general de la ocupación no se refleja de igual forma en los parados de más de 50 años: el mercado de trabajo lleva creciendo en los últimos cuatro años, sin embargo, el porcentaje de séniors en desempleo permanece con pocas alteraciones. Por contra, en otras franjas de edad, el paro sí ha bajado.
Un paro de larga duración y femenino
Estos datos relativos a las personas mayores de 50 años son especialmente desalentadores por las dificultades que este colectivo tiene para encontrar un empleo a esa edad. En este sentido, la última EPA señala que en nuestro país hay 471.500 personas de más de 50 años en situación de paro de larga duración. En otras palabras, casi el 60% (58,6%) de los desempleados sénior llevan un año o más buscando trabajo.
El paro en la cohorte de población activa más veterana también afecta especialmente a las mujeres. Si en el conjunto de los ocupados, las mujeres representan al 46,5%, entre los sénior ellas suponen menos del 46%. Así, en el segundo trimestre había aproximadamente 453.900 paradas de más de 50 años, un 10,66% más que hombres sénior (366.400). También es notable la diferencia en la cifra de personas que sí tienen un empleo, donde había 4 millones de hombres sénior con trabajo, por solo 3,4 millones de mujeres (-8%).
Por regiones, la distribución de parados sénior obedece al volumen de población de cada comunidad. Sin embargo, hay diferencias en el porcentaje sobre el total. De esta forma, Andalucía tiene la mayor cantidad de desempleados de más de 50 años con 285.400 personas (9,58% del total de sus parados). La siguen Cataluña (148.900 personas; 5,4%), la Comunidad de Madrid (141.000; 5,12%) y la Comunidad Valenciana (138.600 personas, 5,3%). Así, la región que gobierna Isabel Díaz Ayuso es una de las que menos acusa el hándicap de la edad en su mercado laboral.
Elsa Novo de Miguel, responsable de Formación para el Empleo en Fundación Endesa, afirma que los trabajadores de más de 50 años representan una «fuerza laboral vital» para el tejido productivo español. «Son personas con una gran capacidad de adaptación, han sabido evolucionar y ajustarse a las exigencias de los nuevos tiempos: nacieron en una era analógica y ahora viven en una era digital. Se podría decir incluso que conforman la Generación Camaleón, pues han sido capaces de transformarse a un ritmo vertiginoso, en un mundo en constante cambio», apunta Novo. Sin embargo, continúa la representante de la Fundación Endesa, «se enfrentan a un panorama desafiante debido a factores limitantes como la discriminación laboral por su edad o los prejuicios por la brecha digital».
