España, el país de la UE con peor desempeño económico: encabeza el Índice de Miseria
El análisis combina la tasa de desempleo con la inflación para reflejar el sufrimiento económico de una nación
El Instituto Juan de Mariana ha publicado este miércoles el último Índice de Miseria, un informe que mide el impacto del desempleo y la inflación tanto en España como en el resto de países de la Unión Europea. El análisis, basado en la metodología desarrollada por el economista estadounidense Arthur Melvin Okun, pone de manifiesto la delicada situación económica que atraviesa el país, calificado como el peor en desempeño económico de todos los de la UE. Okun fue quien, en las décadas de 1970 y 1980, popularizó el cálculo del Índice de Miseria, que combina la tasa de desempleo con la inflación para reflejar el sufrimiento económico de una nación.
En concreto, España registró 15,2 puntos en el Índice de Miseria a cierre de 2023, muy por encima de la media de los países de la Unión Europea, que se situó en 9,5 puntos. Este dato posicionó a España como el país con el peor desempeño económico de los 27 Estados miembros de la UE, con un 60% más de miseria económica que el promedio comunitario. Países vecinos como Portugal e Italia, con índices de 8,4 y 7,7 puntos respectivamente, lograron resultados significativamente mejores; mientras que naciones como Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Malta y Alemania ocuparon las posiciones más favorables, con niveles de miseria económica un 50% menores que los de España.
Al actualizar los datos a julio de 2024, el escenario no ha mejorado significativamente. El promedio de la UE descendió levemente a 8,8 puntos, mientras que España sigue en cifras preocupantes, con 14,4 puntos. Esto confirma que el país continúa encabezando la lista de naciones con mayor miseria económica en el bloque europeo. La brecha entre España y el resto de Europa apenas ha disminuido, reduciéndose en solo 0,1 puntos a lo largo del último año, lo que refleja una persistente tendencia negativa.
El informe del Instituto Juan de Mariana también destaca que, en el caso de España, el desempleo tiene un mayor peso que la inflación en la medición del Índice de Miseria. A esto se suma la crítica hacia la política laboral del Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que según el instituto, ha ‘maquillado’ las cifras oficiales de paro, reduciéndolas en unos cinco puntos porcentuales respecto a los niveles reales. Sin esta corrección estadística, el Índice de Miseria en España sería aún más alarmante, alcanzando 19,5 puntos, un valor desmesuradamente alto comparado con los 8,8 puntos del promedio europeo.
Un análisis retrospectivo revela que, si se consideran los Índices de Miseria acumulados desde 2019 hasta 2024, España se ha mantenido consistentemente en el primer lugar de la tabla de la UE. Durante el gobierno de Pedro Sánchez, el país ha exhibido los mayores niveles de miseria económica, con un diferencial de hasta un 57% por encima de la media europea. Estos resultados reflejan las dificultades estructurales de la economía española y la insuficiencia de las políticas aplicadas para combatir el desempleo y la inflación.
A nivel regional, el informe también señala que las comunidades autónomas con menor esfuerzo fiscal han mostrado mejores indicadores en cuanto a paro e inflación. Esto refuerza la tesis de que una mayor presión fiscal complica la creación de empleo y el control de la inflación, dos variables clave para reducir la miseria económica. España, siendo el país de la UE que más ha incrementado sus impuestos en los últimos cinco años, se enfrenta así a una situación especialmente compleja en su intento por mejorar sus indicadores económicos.
En conclusión, los resultados del Índice de Miseria revelan un panorama preocupante para la economía española. La combinación de altos niveles de paro, una inflación persistente y políticas fiscales que, según el Instituto Juan de Mariana, agravan la situación, han situado a España en una posición desventajosa en comparación con el resto de Europa. Las previsiones a corto y medio plazo no parecen prometedoras, a menos que se implementen reformas estructurales significativas para revertir esta tendencia.