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Economía

Un informe alerta de que el alto gasto farmacéutico pone en peligro el sistema

En el primer semestre de 2024, el desembolso superó los 15.000 millones, un 8% más que en el mismo periodo de 2023

Un informe alerta de que el alto gasto farmacéutico pone en peligro el sistema

Farmacia en España. | Europa Press

El gasto farmacéutico parece no tocar techo en España. En el primer semestre de 2024 ha superado los quince mil millones de euros (15.723 millones), un 8% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando alcanzó los 14.579 millones, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda. De esta forma, el desembolso en productos farmacéuticos y sanitarios (hospitalarios, por receta y sin receta) ya se presenta como uno de los componentes más significativos y de rápido crecimiento dentro del Sistema Nacional de Salud en España.

Según se desprende de los indicadores sobre gasto farmacéutico y sanitario de Hacienda, este coste aumenta cada año desde que hay registros: 2014 (18.885 millones), 2015 (20.681 millones), 2016 (21.003 millones), 2017 (21.627 millones), 2018 (22.643 millones), 2019 (23.719 millones), 2020 (26.503 millones), 2021 (27.290 millones), 2022 (28.258 millones) y 2023 (29.687 millones). En casi diez años este se ha disparado un 57%.

Atendiendo a estos datos, desde la Fundación Viatris, en un elaborado informe, se señala que aunque este gasto representa «un progreso considerable en términos de opciones terapéuticas disponibles», también plantea «importantes amenazas financieras y de sostenibilidad para el sistema sanitario». Una situación, hacen hincapié, que se verá aún más tensionada con el envejecimiento y la prevalencia de las enfermedades crónicas. Como ya contó THE OBJECTIVE esta semana, el envejecimiento de la población elevará el gasto sanitario en 10.000 millones al año para la próxima década, cuando una de cada cuatro personas tendrá 65 años o más.

Medicamentos de alto coste

Sin embargo, el estudio de la fundación aclara que la demanda creciente de medicamentos no solo se debe a estos dos factores, sino que también está «fuertemente» condicionada por la incorporación de nuevos medicamentos de alto coste. Unos tratamientos, sobre todo, de dispensación hospitalaria, que explican la disparada factura que supone año tras año este gasto en los hospitales. Como informó recientemente este periódico, hasta junio de 2024 la partida destinada a productos farmacéuticos y sanitarios en hospitales alcanzó los 5.037 millones, un aumento del 10,5% con respecto al mismo periodo de 2023, cuando este gasto fue de 4.558 millones.

Con respecto al gasto en productos farmacéuticos por recetas, el coste fue de 7.095 millones, con una tasa de variación interanual del 4,8%; mientras que el gasto en productos sin receta médica alcanzó los 3.590 millones, un 10,4% que lo gastado en el mismo periodo de 2023.

La falta de adherencia cuesta el SNS 11.250 millones al año

Desde la Fundación Viatris hacen hincapié en la importancia de la gestión del creciente gasto, así como en la aplicación efectiva de estrategias como el llamado SPD (sistema personalizado de dosificación), un servicio farmacéutico que consiste en la organización de la medicación sólida oral en dispositivos de manera personalizada para los pacientes. Su objetivo es ayudar al paciente a que tome su medicación correctamente, en el momento en que corresponde y en la dosis adecuada, mejorando así la adherencia al tratamiento. De esta forma, «aumentaría la seguridad y efectividad de los tratamientos, especialmente en pacientes polimedicados, ancianos o con dificultades para gestionar su medicación».

«El SPD puede contribuir a reducir el desperdicio de medicamentos y evitar errores de medicación, lo que a su vez puede repercutir en una disminución de la hospitalización y de las consultas médicas innecesarias, generando ahorros significativos para el sistema sanitario», se desprende del estudio.

La OMS estima que cerca del 50% de los pacientes crónicos no cumple adecuadamente el tratamiento prescrito por su médico. Además, la falta de adherencia terapéutica a los tratamientos genera un coste aproximado a los gobiernos europeos de 125.000 millones de euros al año, e influye en la generación de unas 200.000 muertes prematuras anuales en Europa. En España ya se ha convertido en un problema de salud de primer orden, que genera un mínimo de 18.400 muertes prematuras al año y supone un gasto sanitario de unos 11.250 millones de euros anuales.

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