La hija menor del fundador de Mango crea una empresa para canalizar sus inversiones
Sarah Andic lanzó tres días antes del fallecimiento de su padre Kiwi Capital para participar en otras compañías
Una tienda de Mango | Europa Press
La hija menor de fundador de Mango, Sarah Andic Raig, ha lanzado recientemente una empresa para canalizar sus inversiones. Un proyecto que arrancó en vísperas de la repentina muerte del dueño de la cadena textil, Isak Andic, de manera repentina, a causa de un accidente.
Esta heredera del imperio Mango puso en marcha el pasado 11 de diciembre Kiwi Capital, con el fin de llevar a cabo compras de todo tipo de valores financieros, tanto nacionales como extranjeros, según la información a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE en el Registro Mercantil.
Sarah Andic, que ha estado alejada de los focos mediáticos en todo momento, constituyó esta sociedad apenas tres días antes del fallecimiento del propietario de Mango, tras caerse en la montaña barcelonesa durante una excursión a la Cueva de Salnitre del macizo de Montserrat.
Con la creación de esta sociedad, con unos fondos propios iniciales de 100.000 euros, sigue los pasos de su padre, que tras amasar una fortuna con Mango llevó a cabo inversiones en participaciones de otras compañías. Algunas de ellas fueron de relevancia, como la participación que llegó a tener en Banco Sabadell, entidad en la que llegó a controlar un 7,5% en 2011 a través del vehículo Mayor Vent y que abandonó definitivamente en 2019.
La compañía lanzada por la menor de la saga textil fue registrada semanas después del fallecimiento del empresario de origen turco, 30 de diciembre. Aunque no era su objetivo, ahora Kiwi Capital podría ser usada por Sarah Andic para agrupar, en parte, la herencia que pudiera recibir, entre las que destacan acciones de Mango.
El empresario otomano dejó bien atada la sucesión antes del accidente casual, cuyo mandato será respetado. La cadena de moda seguirá bajo el control de la familia, aunque las riendas seguirán en manos de Toni Ruiz, que desde 2018 es el primer ejecutivo.
Está previsto que Sarah y sus dos hermanos, Jonathan y Judith, tomen el control de la patrimonial de su padre, Punta Na Holding, con la que disponía de un 95% de Mango. Ya eran consejeros los tres hijos de una de las filiales, Punta Na, desde 2022, cuando accedieron al cargo de administradores, aunque no eran propietarios. Además, el hijo varón llevaba años desempeñando cargos directivos en la propia Mango, en la que llegó a ser vicepresidente.
La fortuna de Isak Andic estaba estimada en algo más de 4.500 millones de euros, siendo la persona más rica afincada en Cataluña y una de las mayores de toda España. Tras su llegada a nuestro país desde su país de origen, fundó la cadena de moda en 1984, siendo una de las principales marca de ropa nacional, con una facturación anual alcanza los 3.100 millones de euros. Fue un apasionado del mar y de la aviación. Es por eso que dio la vuelta al mundo al menos hasta en dos ocasiones y se compró uno de los jets privados más caros y exclusivos del mundo.
Sarah Andic se formó en Gestión de empresas de moda en el Instituto Marangoni de Londres y, luego, siguió con su formación en la Parsons School of Design de la ciudad de Nueva York. En su carrera laboral trabajó para la firma Aristocrazy. Con el tiempo decidió desembarcar en Mango, donde centra sus esfuerzos en la parte de acción social, mostrando interés en los proyectos relacionados con sostenibilidad e impacto comunitario.
La heredera del imperio de Mango tiene domiciliada la sede de su empresa Kiwi Capital en la misma dirección de Barcelona en la que está ubicaba Punta Na, la compañía de su padre con la que llevaba a cabo buena parte de sus inversiones. Esta firma, entre otros activos, cuenta con una participación minoritaria de Punta Na Holding, de algo menos del 5%, según las últimas cuentas disponibles, de 2022, recabadas a través de Insight View. Está especializada en el alquiler de inmuebles, aunque es el paraguas de una serie de filiales constituidas por el que fue fundador de Mango a lo largo de su vida.
Los activos de Punta Na están valorados en unos 644 millones de euros , de los que 264 millones corresponden a terrenos y edificios. En dicho ejercicio ganó 15 millones de euros. Estos beneficios suponen triplicar los resultados cosechados en 2021.
