UGT, el sindicato cercano al PSOE, se une a los 'populares' en la no fiscalidad del salario mínimo
La organización pide, igual que Sumar, que Hacienda negocie y se avenga a abordar en profundidad esta cuestión

Alberto Núñez Feijóo en el último Congreso confederal de UGT, junto a Pepe Álvarez, secretario general del sindicato. | Europa Press
A diferencia de la agrupación sindical Comisiones Obreras, la Unión General de Trabajadores (UGT), cercana al PSOE, ha lamentado que el Gobierno de Pedro Sánchez no haya elevado el mínimo de exención del IRPF junto a la subida del último salario mínimo interprofesional (SMI), aprobado este martes en Consejo de Ministros. Moncloa justifica la decisión de que algunos perceptores del SMI paguen el impuesto sobre la renta de las personas físicas como garantía de que este sueldo pueda seguir subiendo.
Con este pronunciamiento de UGT, el sindicato que dirige Pepe Álvarez se alinea con las posiciones del Partido Popular que preside Alberto Núñez Feijóo, formación que, nada más conocer la dirección tomada por el Ejecutivo, registraba tanto en la Cámara Baja como en la Cámara Alta dos proposiciones de ley con la finalidad de que los parlamentarios ajusten con su voto el mínimo exento de IRPF de estos salarios y que los beneficiarios no tengan que pagar a Hacienda por este concepto.
No es la primera vez que el Partido Popular y UGT coinciden. El líder sindical ha ido varias veces a la sede del PP a ver a Feijóo, y este ha estado recientemente en el Congreso confederal de UGT. Ahora, PP y UGT respaldan subir el mínimo exento de IRPF cuando se ejecute la subida del salario mínimo. Es una defensa que ya hizo el año pasado el principal partido de la oposición, observando que el Gobierno, cuando modificó la Ley de la Renta, no cambió el artículo 96 que alude al mínimo exento. Entonces, Alberto Núñez Feijóo preguntó a Pedro Sánchez en un desayuno informativo si iba a actuar para evitar esta eventualidad, lo que obtuvo una respuesta inmediata con un real decreto que acabó tocando el reglamento del IRPF.
La postura de UGT va en la línea del Partido Popular, y también de Sumar, que defiende que el PSOE tiene perdido el debate sobre la tributación del salario mínimo interprofesional (SMI) en el IRPF, confiando en que haya margen de negociación política -que cierre el choque en la coalición- para que finalmente se deje exento de carga fiscal el SMI. Como Sumar, UGT también insta al Ministerio de Hacienda que preside María Jesús Montero a «abrir un proceso de negociación que permita abordar en profundidad esta cuestión y garantizar que la fiscalidad en España sea verdaderamente progresiva y equitativa».
Una pinza por el salario mínimo
La subida del salario mínimo interprofesional es una prerrogativa del Gobierno. Por tanto, puede aprobarse por Real Decreto. Ahora bien, más allá de que la titular de la cartera de Trabajo se haya enterado en el mismo Consejo de Ministros de que el Ejecutivo no estaba dispuesto, en esta ocasión, a subir el mínimo exento del IRPF para no perjudicar a los que cobren el nuevo SMI de 16.576 euros brutos -pese a que en la Comisión Asesora del SMI había dos economistas que venían del Ministerio de Trabajo, y que en el documento se habla de la necesidad de que tributen algunos beneficiarios del SMI-, lo cierto es que tanto el PP como Podemos y Sumar han elegido un camino por el que al Gobierno de coalición no le quedará más remedio que transitar y manifestar su última posición.
A menos de que antes haya una negociación política y aunque la decisión del debate de las proposiciones de ley puede verse demorado por la tramitación de la Mesa del Congreso -empezando por los 30 días que tiene para manifestar su disconformidad con las proposiciones de PP, Sumar y Podemos por afectar, a su juicio, a su previsión de ingresos y gastos de las cuentas públicas en curso- lo cierto es que el PPP puede encontrar, con el apoyo de algunos de los socios de Sánchez, la manera de levantar el veto que contempla el PSOE si Yolanda Díaz se mantiene en sus trece.
El sindicato UGT recuerda, según fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, que fue la caída del Real Decreto Ómnibus –que incluía la prórroga del SMI -en el Congreso de los Diputados- lo que hizo necesario alcanzar un acuerdo que trasladara seguridad y certidumbre a las personas perceptoras del SMI. «Este acuerdo se concretó el pasado 29 de enero, y en ese momento, UGT volvió a solicitar al Gobierno que mantuviera la situación fiscal del SMI, tal y como se estableció en 2024 y en años anteriores».

UGT esperaba por esta razón que la decisión fuera adoptada por las autoridades fiscales, en coherencia con la necesidad de proteger a los trabajadores más vulnerables y avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria. Por ello, el sindicato socialista de dirigentes como Pablo Iglesias, Toribio Reoyo y Salvador Ferrer «insta al Ministerio de Hacienda a abrir un proceso de negociación que permita abordar en profundidad esta cuestión y garantizar que la fiscalidad en España sea verdaderamente progresiva y equitativa».
El sindicato próximo a Podemos
Mientras Comisiones Obreras decide ponderar la subida del SMI y dejar aparte la cuestión de elevar la exención del mínimo exento de IRPF, los técnicos del Ministerio de Hacienda, agrupados en Gestha, han propuesto al Gobierno una alternativa para que no tributen los rendimientos del trabajo hasta el nuevo salario mínimo interprofesional (SMI) con la mínima pérdida recaudatoria.
En concreto, plantean la posibilidad de eximir de tributación a todas los trabajadores y pensionistas que cobran sueldos y pensiones hasta el nuevo importe del SMI de 16.576 euros anuales, con independencia de su situación personal y familiar, y a la vez minimizar la pérdida de recaudación en el IRPF mediante un ajuste de la reducción por obtención de rentas del trabajo para los importes que estén entre el nuevo SMI y el límite vigente de rentas netas del trabajo.
En opinión de Gestha, la tributación en el IRPF es una «decisión política», si bien limita sus efectos únicamente a las personas que ingresen entre 15.876 y 16.578 euros anuales (los importes anuales del SMI de 2024 y 2025) que sean solteras o separadas, sin hijos ni cargas personales o familiares, o matrimonios en declaración individual con hasta un hijo compartido.
300 euros por persona y una tributación de 150 millones
Según los cálculos hechos por varios economistas para este diario, la medida acabaría afectando a cerca de medio millón de personas, que finalmente tendrían que acabar contribuyendo a Hacienda con 300 euros por concepto de IRPF. Es decir, básicamente alcanza a los trabajadores que legalmente se declaren solteros y no tengan ningún tipo de descendencia, de manera que la contribución total a las arcas del Estado apenas llegaría a 150 millones de euros. Teniendo en cuenta el caso de un perceptor del SMI casado y con hijos mayores de tres años, le saldría a pagar 90 euros; con el cálculo de un millón de personas en esa situación, el montante de la recaudación a Hacienda sería de 240 millones de euros, sumados a la cantidad que aportarían los de 300 millones.
El problema de no deflactar
En respuesta a quienes argumentan que elevar el mínimo exento del IRPF supone reducir la recaudación porque acaba afectando a todos los tramos, fiscalistas como el catedrático de Derecho Fiscal y Tributario de la Universidad de Santiago de Compostela César García Novoa, aclaran a THE OBJECTIVE que, en efecto, es algo que se dice «porque el mínimo exento se resta de la base, y como es una cantidad baja, se supone que tú ahorras más si tu tipo de gravamen es más alto. Es por lo que se dice que el mínimo exento favorece más a las rentas altas. Dependiendo del tramo, te ahorras más o menos».
Pero el asunto del SMI tiene dos matices. «Por un lado -mantiene García Novoa-, el SMI tiene que estar sujeto, porque los salarios no tienen que estar exentos. El problema es que el salario debe estar absorbido por el mínimo personal. Y ese problema crece más porque es consecuencia del desajuste que tiene que ver con las retenciones. Es decir, quienes cobran el SMI normalmente no tienen que hacer la declaración, pero la retribución les viene vía retención. Así -concluye-, al no haberse ajustado la inflación en la tabla de retenciones, resulta que van a tener que tributar simplemente por el hecho de que se ha incrementado el SMI».