El teletrabajo se desinfla en España: solo uno de cada 10 empleados lo practica de forma regular
Cae cuatro puntos respecto a la etapa de la pandemia, aunque se observa un ligero repunte del 0,7% en 2024

Un hombre teletrabajando desde su casa. | UOC
En España, solo un 7% de los trabajadores teletrabaja frecuentemente todas las semanas y otro 7% lo hace ocasionalmente. Eso es lo que recoge el Instituto Nacional de Estadística a través de la última EPA, de cuyos datos se desprende que el teletrabajo regular en nuestro país solo está al alcance de uno de cada diez trabajadores. Unas cifras que muestran una caída de cuatro puntos respecto al momento álgido del teletrabajo durante la pandemia (2020-2021), aunque con un ligero repunte en 2024 (0,7%). Eso sí, siempre muy por debajo de los países europeos.
Esta foto fija figura en el informe elaborado por la consultora Robert Walters, a la que ha tenido acceso en primicia THE OBJECTIVE. En este estudio se analiza la evolución de un fenómeno tecnológico impensable hace 15 años, cuando apenas solo un 2% de los ocupados podía teletrabajar.
A través de una encuesta elaborada entre más de 3.000 trabajadores de alta cualificación de distintas ramas de actividad – entre ellas banca, seguros, industria, energía y retail-, Robert Walters aborda desde distintos prismas el impacto que tiene esta práctica híbrida de trabajo en las empresas. Aborda cuestiones como el desarrollo profesional de sus trabajadores, el impacto socioeconómico que tiene en otros ámbitos como la vivienda, la movilidad geográfica, la polarización laboral, las distorsiones de mercados retributivos, la transferencia de conocimientos y el compromiso de los trabajadores hacia sus empresas.
El ahorro económico del teletrabajo
El fenómeno del teletrabajo -sostiene Robert Walters como premisa- está presente con más fuerza en países de mayor productividad y, por tanto, de mayor renta. Según la OCDE, entre 2018 y 2023 la productividad ha caído en España un 4%, mientras que en el resto de países ha aumentado.
Durante los últimos meses -señala Jane Bamford, directora general para Europa del Sur de Robert Walters- «estamos asistiendo a un retroceso en materia de flexibilidad en muchas compañías que hace unos años defendieron a nivel global la conciliación y la flexibilidad para que sus trabajadores pudieran equilibrar sus vidas personales y profesionales. Frente a este escenario, la reacción de los trabajadores españoles alcanza respuestas muy interesantes como que el 46% los empleados consultados considera que trabajar desde casa ha afectado a su visibilidad interna y crecimiento dentro de la compañía en la que trabaja».
Además, entre las 24 claves básicas formuladas, resulta revelador saber que la posibilidad de teletrabajar supone un ahorro de más de 100 euros para el 47% de los trabajadores. O que el 80% de los profesionales aceptaría mejor salario a cambio de más flexibilidad o teletrabajo, y que están dispuestos a reducir un 10% su banda salarial. De igual modo -recoge la encuesta de RW-, el teletrabajo se impone a la flexibilidad horaria (59%) como beneficio al que no aceptarían renunciar, al tiempo que el modelo híbrido de dos días de teletrabajo y tres presenciales es la fórmula preferida de los profesionales españoles encuestados.


Días de teletrabajo
El mapa empresarial español muestra un país diverso, con casi tres millones de compañías que operan en más de 90 ramas de actividad. En este ecosistema, el tejido productivo que puede teletrabajar confirma que en España el 67% de los teletrabajadores disfruta de menos de dos días de teletrabajo. Realmente, solo el 33% disfruta de más de tres días. Apenas dos de cada diez trabajan en remoto. En cuanto a la gestión de equipos, el 79% considera que el teletrabajo ha contribuido a que mejore su desempeño.
El trabajo demoscópico de RW impulsado por Guillermo Julio Sáez, responsable de Talento y Estudios de Mercado, señala que el 78% de los encuestados dispone de capacidad para decidir qué días teletrabaja dentro de los límites de las políticas de su empresa. Ahora bien, el 49% debe avisar a sus superiores con al menos un día de antelación. En lo que respecta a los días, el 32% de los encuestados trabaja en compañías que tienen una política de teletrabajo que restringe los días de disfrute. Lunes y lunes-viernes son los días que más restringen las compañías para trabajar desde casa.
Siete de cada diez trabajadores no aceptaría renunciar a sus días de teletrabajo aunque la compañía impulsara cambios o mejoras en otros aspectos. Los encuestados consideran que sus compañías deberían mejorar en aspectos como la cultura organizacional, los beneficios sociales, el espacio de trabajo, la comunicación entre compañeros, la relación con sus superiores y la formación presencial.

La importancia de la tecnología
Para este informe, Robert Walters ha buscado la opinión de seis expertos cualificados tratando aspectos claves sobre este fenómeno y sus consecuencias.
Eva Ivars, CEO de la compañía Alain Afflelou para España y Portugal y miembro del Comité Ejecutivo Global, hace balance de la implantación del teletrabajo y mantiene que «tomar decisiones sobre flexibilidad y teletrabajo parece fácil, pero no lo es. Es un tema complejo, ya que implica desde prevención de riesgos laborales a temas de ciberseguridad. Antes de la pandemia, en 2019, nosotros empezamos a ofrecer un día de teletrabajo. Posteriormente, se amplió y ahora mismo lo hemos consolidado en dos días de libre elección a la semana, y cada trabajador debe consensuarlo con su responsable directo. Pero desde mi punto de vista personal, el balance es positivo ya que es un mecanismo muy importante de fidelización. También hay que dejar claro que para que el impacto sea positivo hay otras variables como recursos y tecnología. Según la OCDE, en España, entre 2018 y 2023, la productividad ha caído un 4% mientras que en el resto de países ha aumentado. ¿Tiene que ver con el teletrabajo? Pues no lo sabemos, influyen muchos otros aspectos como la formación y la tecnología».
Para Vicente Redondo, licenciado en Administración y Dirección y Empresas y que ha desarrollado su carrera ejecutiva en compañías como JLL y CBRE, en las que ha ocupado responsabilidades a nivel internacional, como Director Global de Cuentas de JLL y CBRE GWS para España y Portugal, «parece obvio pensar que de no haber sido por el teletrabajo, el impacto de la covid-19 en la supervivencia de las empresas, y, por tanto, en la vida de las personas, hubiese sido muchísimo mayor». Por eso, sostiene Redondo, «en períodos ‘normales’, creo que las políticas de trabajo flexibles, aplicadas en su justa medida, juegan un papel clave para permitir a las personas conciliar su vida profesional y personal, y ser más felices».
Herramienta clave para los empleados
Elisa de Blas, exCEO de la compañía Admiral, opina que «el auge del teletrabajo que se produjo a raíz de la pandemia transformó profundamente la manera en que concebimos el mundo laboral. Personalmente, al principio lo percibí como ‘una nueva normalidad’, que requería un cambio muy relevante en cuanto a la gestión de personas, pero con más ventajas que inconvenientes. Sin embargo, mi perspectiva ha evolucionado desde entonces. Hoy lo considero como una herramienta clave para ofrecer flexibilidad y un beneficio social a los empleados, pero no exenta de riesgos que deben gestionarse con cuidado».
El presidente y CEO de Mazda, Ignacio Beamud, es de lo que defienden que el teletrabajo ha sido esencial por varias razones. Explica el que también fuera jefe de Publicidad de Mercedes Benz en España que «la razón más obvia fue la relacionada con la pandemia y ha supuesto un cambio de paradigma sobre la forma de entender el trabajo. He llegado a España hace apenas dos años, ya que los últimos 11 he vivido en Alemania, trabajando para el grupo a nivel europeo. Antes de 2020, Mazda Europa ofrecía teletrabajo pero era residual. Podía acogerse quien lo pidiese, pero había mucho papeleo. El teletrabajo nos ha ayudado a ser más productivos, a aprender a comunicarnos en remoto, y espero que nos haya ayudado a desarrollar una metodología y disciplina para ser más eficientes en nuestro trabajo y mejorar nuestra conciliación».
Una gestión equilibrada
Antonio Menéndez, con responsabilidades en compañías como MediaMarkt, Solvia Inmobiliaria, García Carrión y, actualmente, Tubos Reunidos, valora el balance, pero aprecia que, «existen ejemplos de empresas que han logrado aumentar su productividad, compromiso y motivación gracias a estas políticas. Sin embargo, también estamos viendo compañías que han decidido dar marcha atrás, lo que tiene un impacto directo en la rotación voluntaria y en los niveles de compromiso de los empleados. En un entorno donde el equilibrio entre flexibilidad y eficiencia es clave , la gestión de estos cambios marcará la diferencia en el éxito de cada organización».
Kiria Cristiá, licenciada en Psicología y Master en Relaciones Laborales, dice sobre el teletrabajo que «dependerá un poco de qué departamento hablemos». «Las áreas de negocio que trabajan con objetivos y plazos establecidos pueden contar con flexibilidad y opción del teletrabajo siempre que los empleados también mantengan disponibilidad para asistir a reuniones presenciales cuando sea necesario. Pero también es cierto que hay muchas personas que se concentran mejor sin las distracciones de la oficina, lo que mejora el rendimiento en tareas estratégicas o de análisis. Después de unos cuantos años de teletrabajo, las compañías ya pueden analizar qué sistema es el que mejor se adapta a su situación y estrategia».
***Robert Walters es una consultora global de soluciones de talento que cotiza en la Bolsa de Londres. Fundada en 1985 opera en 32 países con más de 50 oficinas. Ayuda cada año a nivel global a más de 50.000 profesionales a impulsar su carrera y a miles de empresas a desarrollar sus estrategias de talento y compensación.