El sector pide al Gobierno ayudas financieras para acelerar la construcción industrializada
Este tipo de construcción podría reducir el tiempo de edificación hasta un 50% en algunos casos
Un bloque de pisos en construcción.
La construcción industrializada está llamada a ser la solución a muchos de los problemas que tiene el sector, como la construcción de vivienda de manera más rápida para poder solucionar las tensiones actuales. Sin embargo, el sector es aún incipiente y se calcula que apenas el 1,5% de las viviendas de obra nueva que se edifican en la actualidad cuenta con algunos de estos desarrollos. Uno de los principales problemas a los que se enfrenta esta industria para poder crecer y erigirse como una parte clave del sector es la falta de financiación.
«Pero para lograr su consolidación debemos eliminar barreras como la escasez de instrumentos financieros que empujen la transformación del sector hacia la industrialización, de tal forma que contribuyan a poner en el mercado el volumen de
viviendas que se está demandando en la actualidad», ha explicado Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente del Clúster de la Edificación y de la Corporación VÍA ÁGORA, durante una rueda de prensa celebrada este martes en Madrid. Sin embargo, «no somos atractivos para la financiación», ha añadido.
«La dificultad que se establece en la financiación es que desde el punto de vista de las entidades financieras lo tienen resuelto con las promotoras y hay rechazo a salir de la zona de confort e ir hacia otros sistemas como este», lamenta. Por ello, el Clúster de la Edificación, junto a Analistas Financieros Internacionales (AFI) han propuesto la creación de dos instrumentos financieros para facilitar el acceso a la financiación de estas empresas, lo que consideran que permitirá un mayor crecimiento del sector. Unas
herramientas que han recogido en el estudio Financiación para impulsar la Construcción Industrializada, que ambas entidades han presentado en Madrid.
Colaboración público-privada
Pintado, ha destacado la importancia de contar con el apoyo de instrumentos financieros públicos, «que ahora mismo son inexistentes». También ha subrayado el carácter único e innovador del modelo propuesto, para cuya elaboración se han analizado otras iniciativas llevadas a cabo por países como EEUU o Francia, desarrollando una propuesta adaptada al mercado español.
En primer lugar proponen proponen la creación de un Instrumento Financiero para la Capitalización de la Construcción Industrializada, que impulsaría el crecimiento del sector con la aparición de nuevos actores, introduciendo mejoras en el proceso productivo, y generando actividad económica en otros entornos. Esta herramienta estaría dirigida a pequeñas y medianas empresas, situadas en España y que hayan probado su solvencia financiera, pudiendo cubrir entre un 80%- 90% de la financiación del proyecto –hasta un máximo de 15 millones de euros–.
Entre las actuaciones contempladas estarían la inversión para la compra, construcción, ampliación o adecuación de naves industriales e instalaciones; la compra o renovación de equipos de producción; los activos fijos intangibles como software específico, patentes, licencias, etc., y los gastos de circulante asociados a las inversiones productivas realizadas. Pintado calcula que, dependiendo del grado de industrialización, este tipo de construcción puede llegar a reducir el tiempo de eficicación de un bloque de viviendas en un 50%, facilitando así la necesidad de creación de vivienda que tiene España.
Entre 300 y 600 millones públicos
Este instrumento debe contemplar un volumen de financiación pública que se estima entre 300 y 600 millones de euros (dependiendo del momento temporal en el que el sector público saldría y la iniciativa privada reemplazaría su posición para asumir la posición de capital al 100%), permitiendo así cubrir la inversión necesaria para la creación de nuevas instalaciones y equipamiento.
«Se trata de un modelo de riesgos compartidos entre el sector público y el privado, mediante operaciones de coinversión en capital, sujetas a la normativa de ayudas del Estado o mediante operaciones de cuasicapital en un esquema similar al de otras
iniciativas públicas», ha apuntado por su parte Enrique Martín, director asociado de AFI.
Financiación circulante
Junto a esta iniciativa, ambas entidades también proponen la creación de otro instrumento financiero, en este caso para la financiación de circulante, cuya finalidad es servir de apoyo a la financiación de los fabricantes del sector, reduciendo su elevada dependencia de otras fuentes, como el promotor, y facilitando el acceso al crédito bancario. Basándose en las estimaciones del estudio, se prevé que el instrumento cubra entre 3.000 y 4.000 millones de euros para atender a las necesidades de
financiación de materias primas y producción de componentes.