España en números rojos: pobreza y desigualdad en aumento
Una sociedad con altos niveles de exclusión es una sociedad menos productiva, más inestable y con menor crecimiento

Estrategias de inversión.
Cuando escuchamos hablar de pobreza, muchos tienden a pensar en un concepto abstracto, lejano, propio de otras épocas o de contextos muy distintos al nuestro. Pero la realidad se impone con crudeza cuando miramos los datos de 2024.
Hace poco el INE publicaba los datos de riesgo de pobreza y exclusión social para España, junto con los datos de carencia material severa. Y hablamos de más de 12 millones de personas.
En porcentajes también resulta abrumador, y no digamos si nos vamos a los datos de menores. Ya no hablamos de renunciar a unas vacaciones en la playa o de tener que ajustar el presupuesto para cenas fuera. Hablamos de hogares que no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada, que no tienen capacidad para afrontar un gasto imprevisto, que no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días, y que, en demasiados casos, no disponen de lavadora, o coche.
España ha avanzado en muchos aspectos desde 2008. Pero no en la riqueza. Perdonad el ejemplo, pero a veces me parece que corremos en una cinta y por mucho que parece que nos movemos, no avanzamos. De hecho, desde 2008, el PIB per cápita no solo no ha crecido, sino que hemos decrecido un 5,9%.
Fuente: Carlos Arenas Laorga
Más allá de lo moral o lo ético -que ya sería razón suficiente-, la pobreza tiene efectos sistémicos. Una sociedad con altos niveles de exclusión es una sociedad menos productiva, más inestable y con menor crecimiento potencial a largo plazo. Cuando millones de personas sienten que el sistema no les ofrece una salida, no es raro que busquen respuestas en lugares poco recomendables.
Fuente: Carlos Arenas Laorga
Existen muchos caminos para revertir esta situación, pero parece que la casta política no quiere transitarlos. Y solo voy a mencionar uno. Quizá no el más importante, pero es uno que nos atañe: la educación financiera.
Fuente: Carlos Arenas Laorga
Además de una lástima tremenda y de dar pie a reflexionar sobre las gracias que tengo que dar por tantas cosas que habitualmente doy por descontadas, estos datos deberían llevarnos a buscar soluciones.
Ahora que los focos están en la inflación, los tipos de interés o los aranceles, no olvidemos que la economía es esencialmente doméstica, cotidiana. Tan real como una nevera vacía o una factura sin pagar.
Los pequeños ahorradores deben aprender no solo a ahorrar para no verse en estas situaciones que están creciendo, sino a invertir sus ahorros para que estos crezcan en el largo plazo.
¿Saben que se puede llegar a tener un millon de euros en nuestra jubilación?