Los empleados que cobran el salario mínimo se han duplicado desde el inicio de la era Sánchez
El porcentaje de españoles con bases de cotización hasta el 125% del SMI ha pasado del 7,9% en 2018 al 22,8% en 2023

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social. | Ilustración de Alejandra Svriz
El número de empleados que cotizan por las bases mínimas se ha duplicado desde 2018, año en el que desembarcó Pedro Sánchez por primera vez en La Moncloa. Si bien los asalariados con menores sueldos han visto subir sus retribuciones, el escenario laboral no ha mejorado. Uno de cada cuatro de los empleados permanece en las franjas retributivas más bajas. La precariedad laboral se ha extendido entre los trabajadores en los últimos años, con un sistema de pensiones cada vez más ambicioso que requerirá, para poder sostenerlo, más asalariados y mayores sueldos.
El efecto de la subida del salario mínimo, así como otras reformas laborales ejecutadas por el Gobierno, ha sido evaluado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef). Si bien el alza de los sueldos más bajos por ley ha supuesto un muy moderado respiro para las futuras pensiones, su impacto en el mercado laboral merece un examen detallado. Los dos últimos informes elaborados por la AIRef muestran un escenario con demasiadas incertidumbres.
THE OBJECTIVE ha analizado los dos últimos informes de la AIRef sobre el gasto y la sostenibilidad del sistema de pensiones. Las subidas del salario mínimo han podido tener efectos en la distribución de la renta y en el empleo de la economía, asegura el organismo independiente, que puntualiza que una proporción creciente de individuos cobra el SMI. De acuerdo con la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL), el porcentaje de empleados que cobra el salario mínimo ha pasado de representar un 3,5% en 2018 al 7,4% en 2023.
Impacto del salario mínimo
Junto a esto, el SMI se sitúa cada vez más próximo al salario más frecuente de la economía. Comparando las franjas salariales de 2018 y 2023, se observa que la distribución de salarios no se ha trasladado de forma proporcional. La actual situación muestra que se ha producido un aumento de la concentración en el entorno a los sueldos más bajos. Los empleados que tienen bases de cotización hasta el 125% del SMI han pasado del 7,9% en 2018 al 22,8% en 2023. La subida desmesurada del sueldo mínimo ha achatado la franja salarial más baja y ha reducido las diferencias salariales.
Las estimaciones, a partir de estadísticas y bases de datos, muestran que el impacto de la subida del SMI de 2019 sobre la afiliación en el Régimen General se sitúa entre 0,28 y 0,45 puntos porcentuales. Esto significa entre 40.000 y 65.000 afiliados menos. En el caso de 2023, el efecto estimado sería algo mayor, entre 0,34 y 0,53 puntos porcentuales, esto supone entre 55.000 y 85.000 cotizantes menos.
El SMI en la empresa
El salario mínimo se ha convertido en el enemigo a batir por parte del empresariado. El impacto en los empresarios, especialmente en los pequeños, ha sido importante e, incluso, ha obligado a reducir empleos. La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) destaca que el SMI ha subido un 80% desde 2016. Los pequeños empresarios aseguran que el salario mínimo ya rebasa la remuneración media de una jornada completa en 42 provincias.
Destaca también que los 1.184 euros en 14 pagas actuales convierten a España en el país de la Unión Europea que tiene el SMI proporcionalmente más alto con relación a la evolución de la productividad. Incide en que los sueldos más bajos crecen el doble que las ventas del comercio minorista y más de tres veces que las ventas de los comercios de un solo establecimiento, bares y restaurantes. «Las microempresas han dejado de crear 350.000 empleos por el alza acumulativa del SMI», concluye en su informe Repercusión de la subida del SMI en la pyme española.
Más deuda y/o más ajustes
El sistema de pensiones afronta una de sus etapas más difíciles, con un panorama a medio plazo con menos empleados. El desembarco de los boomers, con altas prestaciones y largas carreras laborables, ha obligado a sacar a adelante reformas que tendrán diferentes efectos. En cualquier caso, no serán suficientes. El incremento del gasto en pensiones, más allá de lo previsto en 2023, obligará a nuevos ajustes o/y un mayor endeudamiento. Este nuevo desafío tendrá lugar en un contexto económico de total incertidumbre por las presiones arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump y la obligación de incrementar el gasto destinado a armamento.
Las últimas reformas de las pensiones, diseñadas para dar sostenibilidad al sistema han aumentado el gasto. La AIRef apunta que se incrementó en 2,7 puntos del PIB. Mientras, la Comisión Europea señala que la ampliación de la partida destinada a las pensiones fue de 3,3 puntos. Las causas principales tienen que ver con la eliminación del Índice de Revalorización de las Pensiones y del Factor de Sostenibilidad. La supresión de estas dos iniciativas no se vio compensada con el resto de medidas aplicadas por el Ejecutivo.