El sector vacuno explota:«La burocracia de la UE hace casi imposible mantener la actividad»
De seguir por este camino, «peligra el proporcionar carne a precios asequibles para el consumidor europeo»
Explotación ganadera de vacas en Menasalbas (Toledo). | Isabel Infantes (Europa Press)
En los últimos años, el sector primario europeo y, concretamente, el ganadero, ha vivido un cúmulo de circunstancias que le han situado en una situación compleja. En España, varios años seguidos de sequía y diversos brotes de enfermedades, son algunas de las causas del fuerte descenso de cabezas de ganado vacuno. «Razones hay muchas, poca rentabilidad, sequía, enfermedades o envejecimiento de los ganaderos, pero una de las más claras es que están poniendo casi imposible el mantenimiento de la actividad ganadera a base de burocracia y regulación», denuncia Javier López, director de la Interprofesional estatal Provacuno en conversación con THE OBJECTIVE.
López critica que los últimos cinco años de la administración de la Unión Europea han tenido «resultados nefastos para toda la producción ganadera». Esta asociación, integrada por las principales organizaciones del sector productor y del sector de la transformación/comercialización de carne de vacuno, avanza que, tal y como está la situación, «peligra el proporcionar un producto a precios asequibles para el consumidor europeo». López critica que la anterior Comisión «se ha dedicado durante sus cinco años de mandato a hacer todo lo posible para disminuir las producciones ganaderas».
«Empezamos a analizar norma por norma, y lo que estamos haciendo es quitar picos de competitividad a la producción europea con base a la directiva de emisiones industriales, el reglamento de reforestación, el limitar el crecimiento de las explotaciones ganaderas. Todo son intentos permanentes de socavar la producción ganadera», lamenta el director de Provacuno en conversación con este diario. En este sentido, considera que, con una política comunitaria encaminada «a cargarte tu producción ganadera, no solo vacuno, al final las consecuencias son las que estamos pasando ahora de disminución de cabeza de ganado».
Se hunde el censo vacuno
Según datos de Eurostat, comparando enero de 2024 con enero de 2025, en España se ha producido una disminución de 121.000 animales bovinos totales, de los cuales 95.000 son nodrizas y 19.000 vacas de leche. En el caso de las nodrizas, esta reducción del censo se explica por los dos años consecutivos de sequía (2022 y 2023), la incidencia de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) desde el otoño de 2023 y sus consecuencias posteriores, y el sacrificio de vacas apoyado en su buen precio de mercado. Pero también a causa del exceso de regulación, la baja rentabilidad y el envejecimiento de los ganaderos. A pesar de todo, España ha sufrido una reducción de censo menor en porcentaje que otros grandes productores comunitarios.
En el caso de las vacas totales de la UE, la merma ha sido de 1.763.000 vacas en el periodo 2021-2024, y concretamente de un millón de vacas solo en el último año. «Con una dificultad añadida en el caso del vacuno, que requiere de mayor tiempo para recuperar esa producción que otras como el pollo o el cerdo, que tienen ciclos más cortos», explica López. En el caso de vacuno de carne se necesitan al menos tres años para recuperar la producción. Al ser una producción de ciclo largo, para aumentar la producción es necesario comprar una ternera hembra, dejarla de novilla, esa novilla de vaca y esa vaca preñarla para que de un ternero. «Estamos hablando de un proceso mínimo de tres años», añade el experto.
Exportación a terceros países
Además de todas estas cuestiones, en los últimos años se está produciendo un fuerte aumento de la demanda de carne de terceros países, fundamentalmente del norte de África. Es muy significativo el peso de las exportaciones de carne a Argelia en un solo año -hace dos años impuso limitaciones para el comercio con España que se levantaron en 2024-, representando el cuarto destino más importante en volumen (26.514 toneladas) y en valor (149,5 millones de euros). Pero también es clave el aumento de Marruecos, que aunque se sitúa en octava posición de los países destino de las exportaciones españolas de carne -carne, despojos y grasas de vacuno en 2024-, experimentó un crecimiento del 35% durante el año pasado.
«Marruecos lleva seis años de sequía ininterrumpida. Lo que no pueden esas administraciones es tener revueltas a nivel local por hambre», explica López. Esto supone que «hacen todo lo posible por fomentar la entrada de carne de otras zonas del mundo y España tiene una posición privilegiada para acceder a estos mercados», añade. Pero, «no seamos ingenuos, la carne se va donde más se valoriza». El director de Provacuno pone el ejemplo de Polonia, que históricamente ha tenido unos precios más bajos que el resto de Europa de este producto y ‘servía’ de despensa en situaciones de menor oferta en otros países europeos.
Sin embargo, Polonia ha abierto el mercado turco y paga unos precios superiores al de los países europeos. «Tienes una demanda exterior bestial, la demanda nacional está estabilizada en hogares y en restauración es creciente, y, por otro lado, tienes un descenso en caída libre de la producción de la carne de vacuno comunitaria y un exceso regulatorio», recopila López. «Todo esto lo agitas y tienes esta situación con un hundimiento del censo y precios disparados», concluye.
