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Economía

Los españoles en situación de pobreza energética han crecido un 136% desde 2019

El 17,6%, 8,2 millones de personas, no puede acceder a los servicios eléctricos, incluida la luz y la calefacción

Los españoles en situación de pobreza energética han crecido un 136% desde 2019

España prácticamente duplica el porcentaje de pobreza energética de la Unión Europea. | Europa Press

Un 17,6% de los ciudadanos residentes en España no puede acceder a un suministro energético y/o eléctrico suficiente para cubrir necesidades básicas como iluminación, calefacción o refrigeración. Las causas tienen que ver con ingresos bajos, viviendas energéticas ineficientes o altos costes energéticos. El apagón del pasado 28 de abril, que se mantuvo, en el mejor de los casos, durante diez horas, nos acerca a una situación que algunos hogares viven a diario. Los expertos coinciden en que todo habría sido más complicado si el apagón hubiera tenido lugar durante el invierno.

Los datos analizados por THE OBJECTIVE a partir de diferentes estudios y estadísticas oficiales muestran que en 2024, más de 8,6 millones de ciudadanos de nuestro país no podía mantener su vivienda a una temperatura adecuada. Este porcentaje no ha parado de crecer desde 2019 hasta 2023, con una caída de tres puntos el pasado año. En 2019, la pobreza energética apenas afectaba al 7,5% de los españoles. La cifra prácticamente se había se ha triplicado cinco años después, hasta alcanzar 20,8%.

Estos datos, actualizados, han sido adelantados por European Anti Poverty Network (EAPN) y son los mismos que ha facilitado la Brújula del país hasta 2023. Este último es un sistema de seguimiento que utiliza medio centenar de indicadores económicos, sociales y medioambientales para medir el progreso a medio y largo plazo.

Sin duda, la pobreza energética ha sido uno de los indicadores que peor evolución ha experimentado en los cinco años últimos, además de no constatarse avances en productividad laboral y reducción de la brecha de renta per cápita con la Unión Europea (UE). También ha habido retrocesos en datos educativos relacionados con el Informe Pisa, según la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia.

Pobreza energética estructural

La pobreza energética se ha convertido en un importante problema estructural que no ha parado de agravarse en los últimos años, especialmente entre 2019 y 2023. Según Eurostat, el 10,6% de la población de la Unión Europea no puede permitirse mantener sus hogares a una temperatura adecuada o garantizarse el suministro eléctrico. España, Portugal y Bulgaria prácticamente duplicaban ese porcentaje. Mientras, en Luxemburgo, Finlandia y Eslovenia la proporción se situaba entre el 2,1% y el 3,6%.

La pobreza energética aparece, según la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), cuando el gasto dedicado a este fin — suministro eléctrico, agua y gas— supera el 10% de los ingresos mensuales. «Los afectados encuentran problemas a la hora de calentar el agua para la ducha, de cocinar o de combatir las altas temperaturas en verano. Porque la pobreza energética va más allá del frío».

El Observatorio Europeo contra la Pobreza Energética (EPOV) marca cuatro indicadores para medir esta problemática. Destaca que un hogar se encuentra en situación de pobreza energética si cumple uno de ellos. Entre estos indicadores se encuentra un gasto energético en relación con los ingresos del más del doble de la mediana nacional (gasto desmesurado). Otro de los indicios es un gasto energético absoluto inferior a la mitad de la mediana nacional (pobreza energética escondida). Por último, señala la incapacidad para mantener la vivienda a una temperatura adecuada, y/o el retraso en el pago de las facturas eléctricas.

Suministro eléctrico

Desde 2020 se ha producido un aumento imparable de la pobreza energética en la mayoría de los países europeos. Las causas más relevantes han sido la pandemia y los precios de la energía. La cota máxima en muchos de ellos, sobre todo en España, tuvo lugar en 2023, con ligeros descensos en 2024. De media, el aumento de los ciudadanos europeos que no pueden mantener su hogar a una temperatura adecuada ha sido del 70% entre 2019 y 2023. En el caso de España, el incremento fue del 173%.

Por su parte, el aumento de los hogares de la Unión Europea que no podían pagar facturas eléctricas fue del 33%. Uno de cada diez ciudadanos europeos no son capaces de lograr una temperatura adecuada en sus viviendas. El 6,9% presentaban retrasos en el pago de recibos eléctricos en 2023. Todos estos porcentajes muestran una cierta prevalencia dentro de los países del sur y del este de Europa. El impacto de las crisis sanitaria y energética fue mayor en estas naciones, lo que evidencia el carácter estructural de la pobreza energética y el impacto de las oscilaciones económicas.

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