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Opa hostil

OHLA salva otro 'match point', Elías se marcha y los Amodio buscan inversor

La luna de miel duró cuatro meses y ahora las partes mueven ficha rápidamente para forzar un divorcio exprés

OHLA salva otro ‘match point’, Elías se marcha y los Amodio buscan inversor

Alejandra Svriz

5 de agosto de 2024.- El dueño de Ezentis y Audax Renovables, José Elías, comprometía su participación en una nueva ampliación de capital para realizar el enésimo rescate de OHLA. La compañía de infraestructuras española que lleva más de una década teniendo serios problemas de liquidez buscaba la renegociación con sus acreedores y por ello la entrada de nuevos inversores abría un claro de luz entre constantes rumores de crisis y con el fantasma del concurso de acreedores siempre presente. Encabezaba a un grupo de empresarios que llegaban de la mano del mexicano Andrés Holzer para consolidar un plan que pasaba por recaudar hasta 150 millones de euros, de los que el español aportaría 50 y el sudamericano otros 25 millones. Era el fin de semanas de tensiones y comenzaba una negociación exprés con los bonistas.

Una negociación en la que Elías fue protagonista haciendo gestiones junto con los hermanos Luis y Mauricio Amodio, los primeros accionistas con el 25% del capital. Hacía solo cinco años -en mayo de 2020- que los empresarios mexicanos habían cerrado la que (hasta la fecha) era la operación más importante para OHL, tomando el testigo al histórico Juan Miguel Villar Mir como principal accionista y abriendo una nueva etapa con un equipo renovado. Lo hacían con una inversión de 82 millones de euros y bajo la promesa de volver a la rentabilidad y dar la esperada tranquilidad financiera. No obstante, la situación del sector de las infraestructuras siguió siendo muy delicada tras el golpe de la pandemia, lo que obligó a OHLA (incorporando la “A” de los Amodio) a buscar alternativas para renegociar la gran losa financiera que representaba su pasivo.

31 de enero de 2025.- OHLA aseguraba su ampliación de capital en dos tramos (70 y 80 millones) y daba por concluido su plan de recapitalización. Por primera vez en seis años lograba la devolución de las garantías de los bancos, incorporaba a nuevos inversores, extendía el vencimiento de la deuda hasta el 31 de diciembre de 2029 (sin vencimientos intermedios) y flexibilizaba ciertos términos y condiciones de los bonos. En paralelo se configuraba un nuevo núcleo accionarial con los Amodio con un 21%, José Elías y sus tres socios (José Eulalio Poza, Josep María Echarri y Antonio Almansa) con un 18% y Andrés Holzer con un 8,4%. La compañía empezaba una nueva etapa con una deuda controlada, con liquidez para empezar nuevos proyectos y con el apoyo del dueño de Audax Renovables. El empresario prometió rentabilidad desde el cargo de vicepresidente del consejo de administración, aunque actuando oficiosamente casi como el primer accionista, incluso por encima de los Amodio. Pero la luna de miel duró poco. Muy poco.

Ruptura en OHL

13 de marzo de 2025.- Una investigación de la propia empresa revelaba que entre esta fecha y hasta el 17 de marzo, el consejero, dueño entonces del 3% del capital y hombre de confianza de Elías, Antonio Almansa, habría vendido cinco de sus 12 millones de acciones a un precio de 0,52 céntimos, el doble de lo que invirtió en la ampliación de capital de diciembre y consiguiendo dos millones de euros en plusvalías. Lo hizo -según se sospechaba- conocedor de la existencia de un laudo arbitral contrario a OHLA y favorable al Estado de Kuwait, que les exigía 40 millones de euros y que hundió la cotización el día 24, tres días después de que esta información se hiciese pública.

Los gestores de OHLA sostuvieron que en ese periodo estaba prohibida la venta por el conocimiento de esta información privilegiada. En paralelo a estos días, la relación de José Elías con el consejero delegado, el mexicano Tomás Ruiz, se deterioraba a pasos agigantados e incluso el dueño de Ezentis llegó a poner en conocimiento de los Amodio presuntos gastos ligados a cargos en hoteles, restaurantes y spas durante los fines de semana. El empresario español intentó forzar sin éxito la salida del primer ejecutivo y llegó a pedir oficialmente que se le relevara de su cargo. Los acuerdos y las buenas intenciones de diciembre saltaban por los aires.

26 de marzo de 2025.- La Comisión de Nombramientos y Retribuciones (CNR) de OHLA acordó proponer a la Junta General de Accionistas que no ratificara el nombramiento de Antonio Almansa como consejero por esta investigación en curso. El órgano acordaba en esta misma reunión la destitución de José María Sagardoy, cercano a Elías y que que precisamente había advertido de supuestas irregularidades por uso indebido de tarjetas y operaciones vinculadas de los mexicanos y sus directivos. Al día siguiente -y con el español amenazando con votar en contra de las cuentas- se reunió la Comisión de Auditoría y Cumplimiento (CAC) para ratificar el informe del CNR y forzar a los consejeros a votar la destitución de Almansa. Faltaba una hora para la reunión del consejo de administración, un encuentro en el que no aparecieron ni Elías ni ninguno de sus accionistas afines.

Nueva ampliación de capital

José Elías (con un 10,1% del capital), José Eulalio Poza (con un 3,7%), Josep María Echarri (2,4%) y Antonio Almansa (1,1%) se marcharon sin previo aviso, comunicaron su dimisión en bloque y abrieron una importante crisis de gobernanza. Las alarmas también saltaron en el mercado porque esta ruptura coincidía con el laudo de Kuwait que volvía a amenazar la liquidez de la compañía. En enero OHLA había asegurado la tranquilidad financiera, pero no consideró entonces este revés judicial que les obligaba a provisionar 40 millones de euros. Del mismo modo, quedaba en el aire la liberación de otros 15 millones depositados como líneas de avales sujetos a compromisos financieros y operativos para el ejercicio 2025 que también quedaban en peligro. Antes de la renuncia del dueño de Ezentis, los Amodio llevaban varias semanas enfrentados con el entonces vicepresidente por la forma de obtener esta liquidez. Se avanzó en la opción de suscribir un bono convertible, pero el español quería limitarlo solo a los accionistas relevantes. Finalmente, los primeros accionistas –sin oposición en el consejo– decidieron hacer una ampliación de capital.

29 de abril de 2025.- OHLA lanza una nueva ampliación de capital (la tercera en solo seis meses) esta vez para arreglar el estropicio del laudo de Kuwait. 50 millones de los que los Amodio se comprometieron a cubrir al menos su participación del 21% y Holzer su 8%. Elías y su grupo -como segundos accionistas- se negaron a participar, mientras que en el mercado existe la certeza que están vendiendo sus derechos preferentes. El pasado viernes se comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ya existía un aseguramiento del 50% y al cierre de este artículo la suscripción ya era del 75%, por lo que hay bastantes probabilidades de que se consiga todo el montante el próximo lunes 12, cuando expire el plazo. De cumplirse estos pronósticos la compañía habría superado su enésimo match point -y ya han salvado muchos en la última década- y podría encarrilar su nueva etapa con relativa tranquilidad, en principio sin más sobresaltos.

Sin embargo, en el mercado existe la sensación de que los problemas seguirán si no se reordena el núcleo accionarial y mientras perduren elementos díscolos que pongan en peligro el futuro del managment. Elías ha intentado hasta el último momento torpedear la nueva ampliación y ha difundido en sus redes sociales mensajes hostiles contra los Amodio. No obstante, al no participar en la nueva ampliación -la capitalización actual es de 424 millones- su paquete de acciones se terminará diluyendo hasta niveles muy por debajo de su actual 10% (el 16% junto a sus inversores). Por el contrario, los Amodio han suscrito hasta la fecha el 40% de la ampliación (el doble de toda su participación), lo que les llevaría por encima de su 21%, un crecimiento que se hará de la mano de Andrés Holzer, que también ganaría peso. Hasta que no se complete el proceso no se sabrá exactamente cómo queda la nueva composición, pero con seguridad el español podría caer a un rango de entre el 8% y el 5% y los Amodio podrían irse hasta el 25%… o más.

Salida ‘total’ de Elías

Por otro lado, en el entorno de Elías se indica que ya “no tiene interés en OHLA”, desgastado por una guerra en la que no pudo imponer sus peticiones, ni su hoja de ruta, ni sus cambios directivos. El empresario estaba hace solo seis meses muy ilusionado con su nueva aventura e incluso dejó de lado la reconversión y relanzamiento de Ezentis, pero tras la lucha de las últimas semanas ya no solo descarta completamente volver al consejo de administración sino que además ha movido ficha para deshacerse de su participación individual y ha instado a sus socios a hacer lo mismo.

Con un porcentaje por debajo del 14-13%, que es que tendría el grupo tras la ampliación, considera que ya no tiene sentido dar una batalla que considera perdida. No será una operación inminente, pero ya está en marcha. Quienes le conocen dicen que si no ve que tiene posibilidades de ser el protagonista de una inversión, su decisión siempre será marcharse cuanto antes. Y así se ha confirmado con la decisión de no acudir a la ampliación, desprenderse de sus derechos preferentes -a través de inversores que incluso se han acercado a los Amodio- y organizando una salida ordenada cuando se abra una ventana para recuperar la inversión.

Nuevos inversores

Pero la salida de Elías no es suficiente. En el mercado insisten en que OHLA necesita otro inversor de referencia que pueda suplir el vacío que dejará el español para consolidar el núcleo de control. El dueño de Audax era visto como un soplo de aire fresco y una forma de españolizar el accionariado, además de compartir el control con unos Amodio que llevan cinco años intentando rescatar a la compañía. En este sentido, los mexicanos han vuelto al mercado a buscar socios y la ampliación de capital ha sido un buen escaparate que ha demostrado que hay apetito por la gestora de infraestructuras… cuando se ofrecen buenas condiciones.

De hecho, todo el porcentaje que no suscribieron los afines a Elías fue compensado por nuevos compradores que podrían dar un paso más en el futuro para consolidar su peso en la operadora de infraestructuras. En estos momentos, no se espera que aflore nadie nuevo con más del 3%, pero muchos fondos podrían quedarse a las puertas de conseguir este porcentaje en el futuro. Como en todo, en el núcleo de control de la compañía se prefiere un inversor industrial que pudiese aportar avales, contratos y sinergias, pero con las actuales condiciones del mercado creen que cualquier empresa con vocación de permanencia podría ser bienvenida.

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