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Economía

El absentismo sigue creciendo: este año ya hay 200.000 personas más que no van a trabajar

Crece el número de vacantes en sectores como la hostelería, la construcción y el transporte, entre otros

El absentismo sigue creciendo: este año ya hay 200.000 personas más que no van a trabajar

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. | Europa Press

«Este año hay 200.000 personas al día más que no van a trabajar, que no van al puesto de trabajo. Son 1,2 millones de personas que no trabajan al día y es otro de los temas que hay que solucionar». Así se pronunciaba recientemente el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, apelando a la responsabilidad del Gobierno y de los sindicatos para abordar un problema que afecta al mercado laboral español.

Según el último informe de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), analizado por THE OBJECTIVE, la evolución de indicadores de absentismo por incapacidad temporal ha experimentado a nivel nacional un incremento de un 2,32% en el ejercicio 2024 respecto al ejercicio precedente, y un aumento de un 24,71%, en los últimos 10 años.

Una situación que se plantea con casi tres millones de parados -subraya Garamendi-, cuando las empresas ofrecen puestos de trabajo y quedan plazas vacantes, como se observa en la hostelería, la construcción y el transporte, entre los principales sectores. Además, el absentismo conlleva un gasto para la Seguridad Social y también para las empresas, con prestaciones económicas, complementos y mejoras y cotizaciones a la Seguridad Social.

El obstáculo laboral del absentismo también fue tratado por Cepyme en 2024, durante unas jornadas dedicadas a su impacto en las pymes en las que se destacó que el absentismo laboral en España deja ya un agujero de 135.000 millones de euros al año. En aquel momento, y de la mano de Randstad, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, instó al Gobierno a atajar las altas cifras de absentismo, similares a las de la pandemia, Señaló que esos números se han estabilizado en altos niveles debido a la saturación de los servicios públicos sanitarios en la gestión de la incapacidad temporal (IT). En aquel acto, el empresario granadino recordó además que este punto ya quedó reflejado en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), rubricado por Cepyme, CEOE y los sindicatos CCOO y UGT en 2023, en cuyo capítulo VII se recoge la preocupación de los agentes sociales sobre la evolución de las IT por contingencias comunes que derivan del aumento de las listas de espera médica, así como del aumento de la edad de la población trabajadora. Por este motivo, Cuerva demandó en aquella jornada una reforma de los servicios públicos de empleo.

El coste de las bajas médicas

Sin duda el coste de las bajas en el trabajo es otro de los grandes problemas que se desprenden del absentismo. Un aspecto que ha sido abordado por la Asociación de las Mutuas, con datos del Ministerio de la Seguridad Social, comprobando que se ha registrado a nivel nacional un aumento de estos respecto al ejercicio precedente (2023), de un 14,87%. Traducido en euros, supone un incremento de 1.944,73 millones. Solo en la última década, este incremento ha sido de un 181,36% (9.685,49 millones de euros más).

En este sentido -señala el estudio de AMAT-, cabe recordar que en los últimos 10 años, mientras el aumento de las prestaciones económicas de seguridad por incapacidad temporal ha sido de un 181,36%, el aumento de la población protegida ha sido de un 24,71%.

Este crecimiento -apunta AMAT– «es totalmente desproporcionado y amenaza seriamente la ya muy deteriorada sostenibilidad del Sistema de la Seguridad Social».

El aumento de la población protegida

Por otra parte, y de acuerdo con el aumento del número de procesos, así como los complementos y mejoras previstos en los convenios colectivos a los que tienen que hacer frente las empresas, según la serie histórica analizada el coste directo para las empresas se ha incrementado desde el ejercicio 2015 y hasta el 2019, con un descenso después en el ejercicio 2020 para finalmente incrementarse en el ejercicio 2024, a nivel nacional, en un 14,01% (1.715.73 millones de euros más) respecto al 2023 y, en un 190,50% en los últimos diez años (9.155,30 millones de euros más).

Tal y como se ha mencionado anteriormente, en la última década se ha registrado un aumento de la población protegida de un 24,71%, mientras que el incremento del coste directo empresa, en este periodo, ha sido de un 190,50%, «por lo que este crecimiento es resulta injustificable y, en definitiva, aprecia AMAT, «lastra la capacidad competitiva de las empresas».

Un modelo de gestión diferente

Más allá de los costes económicos -advierte el estudio de la Asociación de Mutuas-, el absentismo supone, tanto por parte de los empresarios como de los trabajadores, una llamada de atención sobre este asunto, dado que perjudica al resto de trabajadores, al ver incrementada su carga de trabajo por tener que hacer frente al desarrollo de las tareas de los empleados en situación de baja.

Además, también se ven afectados por los problemas de organización que tienen que ser afrontados por las empresas, pues los procesos de sustitución no resultan posibles en buena parte de los casos, y aún menos cuando hay un elevado número de procesos de corta duración y muchos trabajos requieren de un nivel de formación del que no es fácil dotar a los trabajadores sustitutos en un plazo de tiempo corto o medio.

Ante este panorama, el informe de la Asociación de Mutuas concluye en la necesidad de un análisis urgente por parte del legislador sobre la viabilidad del actual modelo de gestión de la prestación de incapacidades temporales. El objetivo es impulsar las medidas orientadas a una mejor gestión y control del absentismo laboral, preservando siempre los derechos de los trabajadores, pero dirigidas a evitar, además de todos los gastos que son innecesarios, el uso inadecuado de esta prestación por parte de una minoría, así como a reducir las cargas administrativas y burocráticas que en muchos casos conducen a una duración superior de los procesos de lo que realmente sería necesario.

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