The Objective
Economía

Los jóvenes españoles ya ganan un 45% menos que el salario medio nacional

Los economistas proponen que esta franja de la sociedad pueda opinar en las negociaciones del Pacto de Toledo

Los jóvenes españoles ya ganan un 45% menos que el salario medio nacional

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. | Europa Press

En los años 80 y 90, los jóvenes crecían con más oportunidades económicas y mayor representación política. Esta es una de las conclusiones que se desprenden del análisis hecho por el Colegio de Economistas y Fedea en un estudio titulado Jóvenes sin Aliados: cuando la Economía y la Política les dan la espalda. El cambio generacional y el progreso de la vida laboral ha sido tan distintos, -sostienen estas dos instituciones, con datos del INE- que en 2023, un joven de entre 20 y 24 años percibió una renta bruta media de 15.364,17 euros, lo que supone un 45% menos que el salario medio nacional de los españoles (28.049,94 euros).

Unas retribuciones muy bajas que, con el problema demográfico que afecta a España, complican la calidad de sus pensiones, razón por la que los expertos del Consejo General de Economistas y Fedea recomiendan, entre otras actuaciones, incluir a los jóvenes en la negociación de pensiones del Pacto de Toledo.

Y el motivo no es otro que el elevado coste de las pensiones y su sostenibilidad -que el Banco de España no ha querido incluir en su último Informe Anual– y que a día de hoy suponen el 12,9% del PIB -2,9 puntos más desde 2010- y absorben ya el 30% del gasto público.

Jóvenes frente a mayores

A estos datos macro, señalan estas dos instituciones económicas, hay que añadir que si bien buena parte de los jóvenes españoles no alcanza niveles de ingresos que les obliguen a tributar por IRPF, sí soportan una carga fiscal importante a través de las cotizaciones sociales, sobre todo del IVA, lo que reduce su renta disponible y limita sus posibilidades de ahorro y emancipación.

Estas son algunos de los retos identificados por el CGE y Fedea, que subrayan, sudentro de este sector de la población, una elevada precariedad laboral -en 2024, el 60,5 % de los contratos a menores de 30 años fueron temporales, sumado a un 46 % en parcialidad involuntaria-. Según el Banco de España, el acceso a la vivienda también es cada vez más limitado y gravoso en esta franja de edad, tanto que uno de cada 10 hogares destina, en promedio el 40 % de sus ingresos mensuales al pago del alquiler-.

Desde 2008, la renta media de los jóvenes ha caído un 10%, mientras que la del conjunto de la población lo ha hecho un 3% y la renta de las personas mayores ha aumentado un 8%. Sin olvidar que desde 2024, el 29,2% de los menores de 18 años vive por debajo del umbral de pobreza, lo que sitúa a España con la mayor tasa de pobreza infantil en la UE.

La situación económica de los jóvenes

Frente a este escenario, el Consejo General de Economistas de España (CGE) y la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) abordaban el viernes La situación económica de los jóvenes en España.

Una sesión seguida por THE OBJECTIVE, y en la que se señalan los desajustes persistentes entre la formación académica y las demandas del mercado, con un 37 % de brecha entre competencias tecnológicas requeridas y ofertadas (McKinsey, 2025). Además, también nos encontramos con una legislación laboral rígida que desplaza la necesidad de flexibilidad hacia los colectivos más vulnerables, especialmente los jóvenes, a través de contratos precarios.

Con las aportaciones del presidente del CGE, Miguel Vázquez Taín, y del director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea; Raquel Jurado, miembro del equipo técnico del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF-CGE), y Mar Villares, secretaria técnica del Registro de Economistas Asesores Laborales (EAL-CGE), analizaron la complicada situación que afecta a los jóvenes españoles, que, por otra parte, son los que sufren las mayores tasas de paro de la Unión Europea, ya después de Grecia.

Resumen de algunas de las brechas generacionales entre los distintos sectores de la población, por edades, cuyo autor es José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad Complutense de Madrid, y subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada. Fuente: CGE.

Tres brechas generacionales y tres reformas

Para Conde-Ruiz, los jóvenes en España afrontan una doble desventaja estructural. Por un lado, la pérdida del impulso demográfico que antes sostenía el crecimiento económico y una menor capacidad de influencia política debido al envejecimiento del electorado. Y, en este sentido, apunta tres grandes brechas generacionales: en renta —desde 2008, la de los jóvenes ha caído un 10 %, mientras que la de los mayores de 65 años ha aumentado un 8 %—; en acceso a la vivienda —solo el 43 % de los hogares jóvenes accede hoy a la propiedad, frente a más del 70 % hace dos décadas—; y en la edad media de emancipaciónque ya supera los 30 años.

Ante esta realidad, propone un paquete de reformas para reequilibrar el contrato intergeneracional: «pensiones sostenibles, reglas fiscales que prioricen a la juventud, políticas de vivienda y mayor representación política, bajando, por ejemplo, la edad de voto a los 16 años».

Raquel Jurado, por su parte, destacó datos del INE que ponen de manifiesto que los jóvenes en España cuentan con ingresos notablemente inferiores a la media. Solo en 2023 -apunta Jurado-, un joven de entre 20 y 24 años percibió un 45 % menos que el salario medio nacional. Según Eurostat, «los menores de 35 años son el colectivo que dedica un mayor porcentaje de sus ingresos al pago del IVA (7,7 %), y la OCDE estima que el coste fiscal total sobre el empleo asciende al 40,6 % para un trabajador soltero sin hijos».

Salarios bajos y contratos parciales

Finalmente, Mar Villares mantuvo que «la combinación de una alta tasa de temporalidad del 60,5 % en los contratos de los menores de 30 años en 2024unido a un salario medio de 1.558 € brutos mensuales, que es un 27 % inferior al salario medio nacional, y que el 46 % de los jóvenes cuenten con contratos a tiempo parcial de manera involuntaria; configura un entorno laboral precario que retrasa la emancipación». Por ello -remató-, «urge avanzar hacia la estabilidad contractual real y alinear la formación con las necesidades del mercado».

A modo de conclusiones, Miguel Vázquez Taín y Ángel de la Fuente subrayaron la urgencia de abordar reformas estructurales para garantizar el futuro económico de la juventud. Coincidieron en la necesidad de impulsar la Formación Profesional Dual y Universitaria, y mejorar la vinculación entre formación y tejido productivo. Insistieron también en la importancia de reducir el déficit estructural para evitar trasladar cargas fiscales a las generaciones futuras y reforzar la inversión pública en ámbitos clave para los jóvenes como la educación, el empleo y la innovación. 

Por último, reclamaron una arquitectura institucional que dé voz a los jóvenes en la toma de decisiones como vía para asegurar la equidad entre generaciones, y pusieron como ejemplo su posible participación en las decisiones del Pacto de Toledo.

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