ContexTO | La reindustrialización después de la dana
THE OBJECTIVE aborda un debate sobre la reactivación empresarial de la zona ocho meses después de la tragedia
Ocho meses después de la terrible dana que dejó 219 fallecidos y arrasó Valencia, la reconstrucción y la reindustrialización de la zona siguen siendo el principal desafío al que tienen que hacer frente las instituciones públicas y privadas, y de carácter local, autonómico y estatal. Para saber en qué punto se encuentra esa vuelta a la normalidad, THE OBJECTIVE ha organizado el debate ContexTO: La reindustrialización después de la dana.
Moderado por el periodista de THE OBJECTIVE Fernando Cano, este encuentro cuenta con la presencia de Marian Cano, consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana; José Vicente Morata: presidente de la Cámara de Comercio de Valencia; Vicente Lafuente: presidente de Femeval; y Alejandro Bermejo: presidente de Fevama.
Nada más empezar, la consellera de Industria abrió el foro destacando que el plan de reindustrialización «no solo habla de recuperar, sino de sentar las bases para impulsar sectores industriales que dinamicen toda la Comunidad Valenciana». Según explicó, el proyecto incluye más de 300 acciones concretas y coordinadas entre administraciones. «Es un plan ambicioso, elaborado de abajo a arriba con toda la sociedad civil», subrayó.
Desde el sector privado, la valoración general fue clara: queda mucho por hacer. Vicente Lafuente, presidente de Femeval, señaló que los primeros esfuerzos se centraron en la emergencia: «había que recuperar la vida de las personas, la movilidad, las instalaciones básicas». Pero advirtió que «ahora estamos en la segunda fase, la de que esto no vuelva a pasar».
Alejandro Bermejo, de la patronal Fevama, comparte esa visión. A pesar del esfuerzo institucional, reconoce que aún hay empresas funcionando a medio gas: «todavía queda mucho por rehabilitar y reestructurar».
El problema del dinero que no llega
Uno de los grandes temas del foro fue la falta de agilidad en la llegada de ayudas prometidas. La ejecución de las ayudas estatales apenas alcanza el 18%. «Se han movilizado 2.400 millones desde la Generalitat», afirmó la consellera, quien recalcó que ese esfuerzo se ha hecho «sin recibir un solo euro a fondo perdido del Estado». Además, criticó el baile de cifras del Gobierno central: «En esos 16.000 millones que anuncian incluyen indemnizaciones del consorcio de seguros, y eso no son ayudas generalizadas».
Mientras tanto, muchas empresas siguen esperando. «Las primeras en poner dinero fueron las empresas medianas y grandes», explicó Morata. «Y ese dinero no ha ido a innovación ni maquinaria nueva, sino a reparar los daños de la riada».
Los pequeños empresarios, sin pulmón financiero, lo tienen más difícil. «Muchas pymes no estaban al corriente de la Seguridad Social o no tenían seguro. ¿Las dejamos morir?», preguntó Morata.
Un sistema que no está preparado
«Estamos curando una herida grave con medicina normal», resumió Lafuente. Para él, el problema no es solo de financiación, sino de enfoque: «las normativas ordinarias no valen para una recuperación de este tipo». Propuso incluso que la respuesta viniera desde Europa y se apostara por «sectores más avanzados» como los microchips o la industria aeroespacial.
A pesar del golpe, la Generalitat asegura que está trabajando ya en la reindustrialización. Sin embargo, el acceso a créditos sigue siendo escaso. «Muchas pymes ya están cargadas de préstamos ICO del covid y no quieren endeudarse más sin saber qué ayudas van a recibir», explicó Morata. Las líneas ICO «no son ayudas, solo son préstamos», insistieron desde varias patronales.
Desde el empresariado valenciano se repite un mensaje: esto debe servir para hacer las cosas mejor. «Tenemos que innovar, digitalizar, ganar productividad», reclamó Lafuente. Pero insistió en que no basta con discursos: «necesitamos proyectos tractores, medidas excepcionales para problemas excepcionales».
La falta de personal técnico en los ayuntamientos, las trabas burocráticas para licitar obras y la ausencia de coordinación efectiva entre administraciones fueron señaladas como obstáculos clave. «Han transferido 1.750 millones a los ayuntamientos, pero si no lo gastan a tiempo tienen que devolverlo con intereses», denunció la consellera.