Los agricultores afectados por el fuego cobrarán su seguro aunque sea intencionado
En lo que va de año se han calcinado 18.300 hectáreas de explotaciones agrícolas

El incendio avanza hacia O Courel | Carlos Castro / Europa Press / ContactoPhoto
Los agricultores que tengan aseguradas sus tierras mediante una póliza de seguro agrario y se hayan visto afectados por los incendios, cobrarán lo que les corresponda aunque el incendio sea provocado. Así lo confirman desde Agroseguro, el consorcio de entidades del seguro agrario, a THE OBJECTIVE. Además, añaden, en el caso del seguro agrario, los afectados tampoco tendrán que esperar la investigación sobre las causas de estos fuegos para cobrar lo que les corresponda. Una cuestión que, según comentan, es bastante ágil y no suele demorarse más de un mes.
Como en cualquier otro seguro, cuando reciben el parte de siniestro se encarga la peritación, el perito acude a la explotación y realiza la tasación a la zona afectada. Una vez que este envía la tasación definitiva a la entidad, el afectado tarda unos 25 días en recibir el montante. Se trata de un seguro que está creciendo en contrataciones en los últimos años. Según datos de Agroseguro, ya son 18.300 hectáreas de explotaciones agrícolas calcinadas desde comienzos de este año. A nivel de superficie afectada, se trata de la peor ola de incendios de al menos los últimos cinco años.
Sobre la cuantía de las indemnizaciones creen que aún pronto para conocer el alcance debido a que hay muchos incendios aún activos y hay que evaluar la dimensión de los daños en cada caso. No obstante, desde Agroseguro tienen presupuestado 2,5 millones de euros para este fin, pero no descartan que la cantidad tenga que ser incrementada según pasen los días. En los últimos días, los teléfonos de las aseguradoras no dejan de sonar recibiendo partes de siniestros. No obstante, aunque sea cada vez más frecuente, hay que recordar que no todos los agricultores cuentan con un seguro de este tipo.
Los incendios, menos costosos que la sequía
Fuentes de Agroseguro insisten en señalar a THE OBJECTIVE que los daños provocados por el riesgo de incendio están cubiertos por el seguro agrario y que todos los productores asegurados cuentan con protección frente a este riesgo dentro de la garantía básica de cualquier póliza, tanto por pérdidas en la producción como a la plantación. Sin embargo, desde el consorcio reconocen también que las cifras no son comparables con otro tipo de siniestros como granizo o sequía, que reciben una mayor compensación.
Esto se debe, según explican, a que en su mayoría se está quemando masa forestal. «Es menor porque realmente les afecta menos», explican estas mismas fuentes. En el año 2023, que fue un año de sequía récord, hubo dos millones de hectáreas afectadas. En este momento, en lo que va de año, desde el consorcio tienen constancia de 18.300 hectáreas afectadas por los fuegos. El seguro cubre la producción agrícola y en el caso de los cultivos leñosos la plantación. «Cubre que se te dañe la uva, la fruta, el grano. No es lo mismo que un granizo o pedrisco te caiga en una zona con mucha uva y a principios de septiembre, cuando se está a punto de vendimiar y probablemente la indemnización sea elevada, a si se produce en mayo», explican.
Con el tema de los incendios ocurre lo mismo. Al evaluar por parte de los peritos la situación y valorar la cuantía a compensar a los agricultores, dependerá que el cultivo esté o no recogido. De momento, en cuanto a la previsión de indemnizaciones, no es la más alta que han tenido. En los casos que proceda se les cubrirá la plantación. Por ejemplo, en el cereal, esta protección también se extiende a las conocidas como ‘muestras testigo’ que los productores de cereal hubieran tenido que dejar en el campo para facilitar la valoración de siniestros previos, así como a la producción que se haya podido ver afectada por la creación de cortafuegos preventivos.
Abandono de fincas heredadas
Mientras, y a la espera de conocer el alcance de las superficies de cultivo afectadas por el fuego y su compensación, los agricultores siguen viendo con desolación, tristeza e incertidumbre arder sus campos. Según el Informe 2025 Cocampo sobre la Estructura de Fincas Rústicas en España, basado en datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), 2,32 millones de hectáreas de superficie agrícola están abandonadas y sin aprovechamiento. Desde esta plataforma de anuncios para la compraventa y el arrendamiento de fincas rústicas, creen que precisamente el abandono de las fincas rústicas heredadas es uno de los principales factores que está contribuyendo a estos incendios.
«El aumento de las herencias y la fragmentación de las propiedades, unido al abandono de explotaciones y a la vulnerabilidad de los terrenos públicos, dibuja un escenario que amplifica el riesgo de fuego en España», añade Regino Coca, CEO de esta plataforma rural.