The Objective
Opa hostil

El imparable desembarco de Emiratos Árabes en España con el plácet de Moncloa

El país asiático mantiene sus posiciones en renovables al tiempo que prepara inversiones en tecnología y Defensa

El imparable desembarco de Emiratos Árabes en España con el plácet de Moncloa

Ilustración de Alejandra Svriz

13 de enero de 2025.– El secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, desembarca en la Abu Dhabi Sustainability Week solo seis semanas después de asumir el cargo. Era el representante del Gobierno en la mayor feria de negocios de renovables del mundo y lo hacía con el firme propósito de estrechar lazos con Emiratos Árabes Unidos (EAU) y asegurarse de que España fuera un destino relevante en los futuros proyectos del país asiático. Solo seis meses antes había fracasado la entrada de Taqa en Naturgy tras discrepancias de última hora con Criteria Caixa por el reparto de poder en la nueva estructura de la compañía. Y en Moncloa querían asegurarse de que el brío inversor de Abu Dabi seguía por todo lo alto en futuros proyectos valorados en 30.000 millones.

24 de abril de 2025.- El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se reúne en Madrid con el ministro de Economía de Emiratos, Abdullah bin Touq Al Marri, para «profundizar en las oportunidades que ofrece la asociación estratégica España-EAU y tratar los principales temas de la actualidad internacional». Un encuentro en el que se comprometieron a seguir colaborando en sectores como las infraestructuras, el transporte y el desarrollo de energías renovables, además de orientar esfuerzos inversores hacia nuevos sectores como la agrotecnología, el hidrógeno verde y el campo aeroespacial. Una visita que los representantes árabes aprovecharon para conocer de primera mano nuevas oportunidades de negocio.

3 de junio de 2025.- Al Marri vuelve a Madrid para participar en el Encuentro Empresarial España-Emiratos Árabes Unidos para estrechar lazos y donde los representantes asiáticos animaron a desembarcar en su territorio. Recordaron que son el primer inversor de Oriente Próximo dentro de nuestras fronteras y que más de 220 corporaciones locales desarrollan su actividad en su país en sectores como la energía, el transporte, la desalinización, la logística y la defensa. En la reunión intervinieron representantes de Airbus, BBVA, CAF, Escribano, FCC Aqualia, FCC Medioambiente, IDOM, Indra, ISDIN, La Liga, OESIA, Roca, Talgo, Técnicas Reunidas y el Consejo Empresarial España-EAU. Se reunieron además con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en la quinta Comisión Económica Conjunta entre ambos países.

Saeta Yield y Endesa

8 de julio de 2025.- El ministro de Industria y Tecnología Avanzada de Emiratos, Ahmed Al Jaber, se reúne en Madrid con la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen. Lo hacía en el contexto de la celebración del aniversario del décimo aniversario de Saeta Yield, la empresa de renovables española propiedad de Masdar, compañía pública propiedad del todopoderoso fondo soberano Mubadala Investment. Una puesta de largo que en el sector se interpretó como una clara muestra del compromiso con España y su industria sostenible y la intención de consolidar posiciones. Como en las anteriores visitas, la numerosa delegación siguió analizando opciones de inversión en nuestro país, en la tercera cita de muchos de ellos en menos de tres meses.

La última gran inversión de Emiratos hasta entonces la había protagonizado precisamente Masdar. En septiembre de 2024 compró Saeta Yield (fundada por ACS) al fondo canadiense Brookfield por 1.300 millones de euros. Este diario ya había avisado de que la compañía llevaba varios meses sondeando el mercado español en busca de oportunidades y finalmente irrumpió en una operación que le hacía ganar tamaño en nuestro mercado y comenzar a consolidar a España como uno de los hubs de renovables dentro del continente. Con esta adquisición se comprometieron a «acelerar la entrega de capacidad de energía limpia en la península Ibérica y Europa».

2 de octubre de 2025.- Endesa anuncia la venta a Masdar de una participación del 49,9% en una de sus carteras de energía solar por 184 millones de euros. Y lo hacía solo dos meses después –verano mediante– de la megacumbre de junio. Una adquisición que se sumó a la compra que hicieron hace un año con otros 817 millones para quedarse la mitad de otra gran cartera solar de la empresa italiana equivalente a 2.000 MW de capacidad. Se confirmó así la primera gran operación del año para Emiratos en España después de muchas reuniones bilaterales y diplomáticas al más alto nivel. Sin embargo, no será la única. Ahora toca pisar el acelerador en nuevas operaciones y no solo del sector energético y renovable.

Emiratos Árabes y España

Desde que la Secretaría de Estado de Comercio tiene registros (a partir de 1993), Emiratos ha acumulado inversiones por valor de 10.680 millones de euros, duplicando las de Catar y multiplicando casi por diez las de Arabia Saudí. En este primer semestre –en que se produjo una caída del 60% a nivel global– sus inversiones en España mejoraron hasta los 161 millones, superando los 1.000 desde 2022. Un curso en el que se comenzarán a acelerar los movimientos de sus grandes empresas en nuestro país: Masdar, Mubadala, Taqa y ADIO, todas públicas. Pero su desembarco no es nuevo. En 1988 hizo su entrada en Cepsa a través de su fondo soberano Mubadala y en 2011 adquirió la totalidad del capital de nuestra segunda petrolera después de Repsol.

Desde entonces se ha consolidado como el socio preferente. Actualmente, sus empresas no solo son dueñas de Saeta Yield, sino que también del 3,1% de Enagás y de las ya citadas carteras de Endesa. Además AMEA Power participó en la salida a Bolsa de Cox y tienen acuerdos de inversión con Iberdrola por 15.000 millones. Pero no solo han invertido en energía. En septiembre de 2024, Mubadala compró por 300 millones el 70% de la consultora tecnológica Babel, una verdadera declaración de intenciones de lo que vendrá. Y es que el foco de las nuevas inversiones emiratíes en España estará precisamente en el sector digital y en sondear sociedades con las que aprovechar sinergias con el gigante Etisalat, su fábrica de satélites Yahsat y otras desarrolladoras de software. Compañías punteras en el sector, pero que necesitan masa crítica y un puente para crecer en Europa.

Emiratos también ha puesto el foco en inversiones en Defensa. Al hilo de las exigencias de la OTAN en los países del bloque Atlántico para aumentar sus presupuestos, quieren aprovechar la coyuntura de la mano de sus colosos International Golden Group y el conglomerado Edge. La primera firmó esta semana un pacto con la española Marine Instruments para vender drones en Oriente Próximo. EAU quiere buscar opciones de pequeño tamaño en España aunque no cierra la puerta a alguna gran adquisición, pero con cautela, ya que son conscientes de que esta industria tiene el gran hándicap de la soberanía estratégica. Tras los últimos acontecimientos en Ucrania y las amenazas de Estados Unidos, el continente busca frenar la entrada de operadores externos a la Unión Europea.

Junta de Inversiones

No obstante, a favor de Emiratos y su fondo soberano juega la buena sintonía con Moncloa. Una relación «excelente» según describen dentro del Gobierno y en el mundo corporativo, lo que hace que cualquier proyecto de la órbita del país asiático sea recibido con los brazos abiertos y prácticamente sin ninguna de las condiciones que se suelen poner en este tipo de operaciones. Un buen ejemplo son las inversiones en Saeta Yield y en Endesa, que no han tenido prácticamente ningún reparo por parte de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex) y donde el escudo antiopas, activado por el Gobierno para controlar la entrada de capitales foráneos en empresas estratégicas, no ha presentado ninguna oposición. Esta relación preferente facilita las inversiones ya que evita la incertidumbre de largos procesos burocráticos de autorización como ya pasó con la saudí STC en Telefónica y el bloqueo de la húngara Magyar y la polaca Pesa en Talgo.

En el mundo empresarial hay sorpresa en cuanto que en el Gobierno exista una actitud tan positiva ante los emiratíes en contraste con la forma en la que se mira la llegada del capital de otros países, incluso desde el propio mundo árabe. Todavía recuerdan cuando saltaron las alarmas tras el anuncio de STC de aterrizar en Telefónica y el Estado tuvo que entrar de emergencia en el capital de la operadora para asegurar su españolidad y defender su soberanía estratégica. Lo mismo que pasó con el bloqueo de Talgo en el que se rechazó hasta en dos ocasiones la entrada de inversores –aunque fueran europeos–, argumentando la importancia del fabricante de trenes en el ecosistema de transportes de nuestro país. Al parecer, ninguna de estas reticencias existen con los emiratíes.

Vigilancia de la UE

Una alfombra roja que muchos creen que podría allanar el terreno a una nueva arremetida de Taqa por Naturgy (la tercera en dos años). La operación se cayó hace más de un año, pero ni en Abu Dabi ni en la Moncloa creen que esté completamente muerta. La entrada del gigante energético de la mano de Criteria estuvo cerca de cerrarse, pero desacuerdos de última hora sumados a la reticencia de Argelia de tener a un rival del mundo árabe en el accionariado de Medgaz –el gigante que transporta el gas hacia España– frenaron el proyecto. Desde entonces, los lobbies cercanos al Gobierno intentan allanar el terreno aunque para intentar retomar la operación debe existir un acuerdo con el brazo industrial de la Fundación La Caixa. Holding que –por el momento– no parece tener prisa en mover ficha después de la última ampliación de capital que la energética hizo en agosto.

Lo que sí está claro es que las inversiones de Emiratos Árabes en España aumentarán en los próximos meses. Solo falta decidir en qué empresas lo harán. Ellos prefieren tecnológicas para hacer este segundo gran desembarco y en Moncloa quieren facilitar estas operaciones, pero también hay que considerar que en Bruselas miran de reojo cualquier movimiento de este tipo. En principio, el país asiático no es sospechoso, pero con la guerra de Gaza como telón de fondo hay que extremar la precauciones y mirar con lupa la injerencia de naciones ajenas al bloque comunitario, no solo en sectores estratégicos, sino que también en infraestructuras clave. Y Madrid no es el alumno más obediente en esta estrategia de proteger los intereses europeos. Recordemos los avisos que llegan constantemente desde la UE para que frene su colaboración con China en ámbitos como el 5G o la automoción. Un cruce de intereses que dará mucho que hablar en los próximos meses.

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