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Economía

EEUU y Catar amenazan a la UE con retirar inversiones en energía por la regulación verde

Tras el veto a Rusia, Europa depende de estos dos países, que alertan de que el suministro de gas no está garantizado

EEUU y Catar amenazan a la UE con retirar inversiones en energía por la regulación verde

Un barco transporta gas natural licuado.

Estados Unidos y Catar han alertado a Bruselas de que pondrá en peligro el comercio, la inversión y el suministro eléctrico de la Unión Europea si no da marcha atrás en sus planes para incrementar la burocracia medioambiental. El aviso emitido por Washington y Doha supone una amenaza existencial para el crecimiento, la competitividad y la resiliencia de la economía del Viejo Continente, y especialmente para su seguridad energética.

El país presidido por Donald Trump y el emirato del golfo Pérsico han trasladado a los responsables de Bruselas su preocupación por las consecuencias de la nueva directiva de diligencia debida y sostenibilidad corporativa, según informa el Financial Times. El rotativo británico ha accedido a la carta firmada conjuntamente por los ministros de Energía de EEUU y Catar, muy crítica con esta legislación que lleva años en preparación y que llega ahora a la fase de debate en el Parlamento Europeo.

No está claro si las presiones de estos dos países, proveedores destacados de las energías fósiles importadas por Europa, tendrán influencia sobre los legisladores, aunque el dilema que plantean está muy presente en una Eurocámara dividida al respecto: recientemente, rechazó por la mínima una propuesta que proponía precisamente simplificar y reducir las obligaciones de información corporativa y de diligencia debida en todo el marco de sostenibilidad de la UE. Aunque el PP Europeo, los Socialistas y Demócratas (S&D) y los liberales (Renew Europe) habían alcanzado un acuerdo para flexibilizar esta carga burocrática para evitar que la ultraderecha impusiera cambios más drásticos, finalmente el texto no salió adelante porque diputados socialdemócratas y de Renew rompieron la disciplina de voto aprovechando la votación secreta, según ESG News.

Washington y Doha han expresado inquietud por la posibilidad de que la nueva regulación limite sus exportaciones de gas natural licuado (GNL), que se han disparado desde la guerra de Ucrania por ser una alternativa al suministro ruso y son actualmente fundamentales para garantizar el suministro eléctrico. Fuentes del sector apuntan que Europa ha recibido en octubre más de diez mil millones de metros cúbicos de gas, el mayor volumen desde junio, con un incremento semanal del 19% a mediados de mes.

Estados Unidos aporta entre 50 y 60 mil millones de metros cúbicos al año, equivalente a entre un 17 y un 20% del consumo total europeo. Sin embargo, la ruta atlántica es la principal vía de importación de gas natural licuado para Europa: la mitad de este combustible llega desde EEUU. En comparación, el papel de Catar es significativo pero secundario, ya que aporta cerca del 4% del gas europeo.

Los países firmantes han comunicado a los responsables comunitarios que sus compañías están tratando de incrementar el suministro fiable de gas natural licuado a la UE, y que la nueva normativa podría frenar estos esfuerzos. «Por un lado, es legítimo que la UE vele por la sostenibilidad y los derechos humanos, pero es cierto que las sanciones por la directiva de diligencia debida pueden llegar hasta el cinco por ciento de la facturación global de las compañías que no cumplan», asegura Antonio Aceituno, consultor especializado en el sector energético.

El consejero delegado de Tempos Energía destaca que Catar y EEUU se han convertido en socios estratégicos para Europa desde que Rusia empezó a recortar el gas que venía por tubo, ya que ello se ha compensado con la entrada de barcos cargados de GNL, con un gran peso de estos dos países. Por ello la UE «no tiene recambios» dada la escasa competencia, que complica la posibilidad de encontrar mercados dispuestos a enviar grandes cantidades de hidrocarburos bajo los requisitos medioambientales que planea Bruselas.

Rusia ha dejado de ofrecer el suministro constante y fiable que antes garantizaban sus gasoductos, y el continente ha perdido esa aportación, con la excepción de Noruega. Además, la UE ha aprobado sanciones contra el GNL ruso y ha adelantado un año el veto, que se empezará a aplicar en enero de 2027. Aun así, tanto España como el resto de socios comunitarios siguen teniendo en el país eslavo un proveedor relevante de recursos energéticos, tanto a través de acuerdos como el de Naturgy como a través de intermediarios opacos que dificultan el cumplimiento de las sanciones, tal y como denuncia el think tank CREA.

«Catar ya ha dicho que no está de acuerdo y que, de llevarse a cabo la regulación, estarían comprometidos los suministros», señala Aceituno. El consultor sospecha que, ante la situación actual de dependencia en el suministro, habrá que ceder a las quejas de los proveedores: «La UE flexibilizará la norma para no perder a estos dos socios estratégicos para asegurar el suministro del gas, que es muy importe para Europa».


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