Una veintena de empresas imitan a Ferrovial y se marchan de España en el último año
Se unen así a las 30 compañías que se fueron en el año y medio posterior a aquella decisión, a principios de 2023

El ministro de Economía, Comercio y Empresas, Carlos Cuerpo. | EP
El Gobierno es incapaz de frenar la marcha de empresas al exterior. Una fuga que tuvo como máximo exponente a Ferrovial, a principios de 2023, y que no se ha detenido. Aunque el traslado de la constructora dio lugar a presiones por parte del Ejecutivo, en los meses posteriores los movimientos han continuado e incluso se han acelerado con el paso del tiempo. En el último año, algo más de una veintena de compañías ha decidido situar su sede social fuera de las fronteras españolas.
De acuerdo con la información recopilada por THE OBJECTIVE, desde el pasado octubre casi dos firmas por mes han depositado en el boletín del registro mercantil su proyecto de traslado al exterior para operar desde jurisdicciones mucho menos gravosas tributariamente, como Panamá, Portugal, Uruguay y Delaware (Estados Unidos). También aparecen como destinos prioritarios Italia y Bélgica.
Desde que Ferrovial se marchó a Países Bajos, unas cincuenta compañías han seguido sus pasos en busca de mejores condiciones impositivas u otros aspectos. El Gobierno aplica cada vez más fiscalidad al tejido empresarial, algo que es clave para que muchas sociedades se planteen dejar el territorio español. Precisamente este lunes, la vicepresidenta Yolanda Díaz anunció que el Ejecutivo prepara una ‘tasa Trump’, que afectará a las grandes tecnológicas con el fin de que aporten más a Hacienda.
Las compañías que se han fugado en los últimos 12 meses no son tan grandes como Ferrovial ni las multinacionales norteamericanas, pero algunas de ellas son de un tamaño mediano. Muchas estaban instaladas desde hace años en España y se dedican a diferentes sectores de actividad.
Las críticas lanzadas por Gobierno contra Ferrovial paralizaron durante un periodo corto de tiempo los traslados. Nadie quería quedarse expuesto a los ataques lanzados desde Moncloa, pero poco a poco los miedos se quedaron a un lado ante el interés económico que supone el éxodo.
Desde finales de 2024, se han ubicado en otros mercados o han presentado sus planes Old Prime, Dicocil, World Maintenance Repair and Overhaul, Onnum Tecnology, Energy Movement Construction, Comphania Agricola do Vade, Eclectica Consulting, Diler Power, Interactove Pixels, 3 Dhabmaker, Abig Holding de España, Axe Capital, Disa División Internacional, Olyterm, Explotación Ancolitera3000, TPL Holding, Todoentradas, Autocafler, Cplanc, Escala 15 Activos e Inversiones Copeland.
La mayor parte estaban localizadas en la Comunidad de Madrid, pero otras tenían su sede en lugares como Huesca, Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife, Castellón y Alicante. Se suman así a la treintena de empresas que salieron en el año y medio posterior a la marcha de Ferrovial y las que anteriormente se trasladaron en medio de las hostilidades del Gobierno contra el mundo corporativo y los grandes patrimonios.
Una de las primeras que tomó esta medida tras la constructora de la familia Del Pino fue Retama, propiedad del ex consejero delegado de la tecnológica Avatel Telecom José Ignacio Aguirre. El directivo llevó esta patrimonial, con la que controlaba el 25% de la operadora que dirigía, a Luxemburgo.
El hombre más rico de El Salvador, Roberto Kriete Ávila, también se ha llevado en este tiempo su patrimonial fuera de nuestras fronteras. El empresario, principal accionista de la aerolínea panamericana Avianca, ha trasladado World Maintenance Repair and Overhaul a Panamá. Se trata de una firma que constituyó en 2017 para administrar algunas de sus posesiones en el exterior e incluso poder invertir en España. Esta sociedad está controla por el Grupo MRO, propiedad de Roberto Kriete y a partir del cual este aumentó su riqueza en la pasada década.
El éxodo de compañías se produce en un momento en que las inversiones extranjeras se están desplomando, con lo que aumentan las dudas sobre el futuro de la economía española por la parálisis política y la alta burocracia. Se han situado en niveles previos a la pandemia, después de que en el primer semestre de 2025 los flujos brutos apenas superaran los 8.476 millones de euros, un 60% menos que un año antes. En términos históricos, el retroceso borra de un plumazo los avances acumulados desde la covid y devuelve el dinero exterior a cifras comparables a las de 2013, en plena resaca de la crisis de deuda. El Gobierno atribuye este hundimiento a la incertidumbre internacional y las tensiones geopolíticas.
