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Economía

España amplía la brecha en financiación verde con la UE tras hundirse las emisiones un 40%

Los bonos verdes caen al igual que los sociales, lo que reduce las emisiones ESG un 12% en nuestro país, según AFME

España amplía la brecha en financiación verde con la UE tras hundirse las emisiones un 40%

Placas solares en una gran ciudad. | Europa Press

España ha ampliado la brecha con la UE en financiación verde en los mercados de capitales tras hundirse las emisiones un 40% en el primer semestre de 2025. Esta es una de las conclusiones del informe anual de la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME), que se presenta hoy y al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.

El documento señala que España sigue siendo uno de los emisores más activos en financiación sostenible en el Viejo Continente, aunque también resalta que el volumen total de bonos ESG –que engloba aquellos que se rigen por criterios verdes, sociales y de otra naturaleza– se redujo un 12% entre enero y junio frente al mismo periodo del ejercicio anterior. En total, instituciones públicas y empresas captaron 9.500 millones de euros con estos productos.

AFME explica que esta caída se debe a la disminución de los bonos verdes, que han caído el 40% anteriormente citado, además de la merma del 100% en aquellos con condiciones sociales. Esta caída se ha compensado, añade, con el aumento «excepcional» del 181% de los que cuentan con una etiqueta sostenible.

La asociación europea indica que «pese a este dinamismo», únicamente el 4,9% del total de bonos emitidos en España contó con los criterios ESG, frente al 10,7% de la media de la UE, lo que «agranda la brecha con respecto a otros mercados más avanzados» y pone el énfasis en la financiación de la transición verde, uno de los campos que más intenta potenciar el Gobierno con la denominada Agenda 2030.

Aun así, el informe señala que España ocupa la sexta posición por volumen nominal de bonos ESG emitidos, lo que confirma su papel relevante en captación de recursos para las energías renovables o poco contaminantes. Entre las emisiones del primer semestre, destacan una de la Comunidad de Madrid por 1.500 millones, y otra de la Junta de Andalucía por el mismo importe.

La AFME analiza otros aspectos sobre la situación del mercado de capitales tanto europeo como español. Señala, por ejemplo, que las empresas en España han incrementado un 3% la emisión de bonos en grado de inversión, hasta los 10.800 millones de euros, el nivel más alto registrado en los últimos años, y un 42% la emisión de bonos high yield, hasta los 4.000 millones. Sin embargo, remarca que las ofertas públicas de venta de acciones en bolsa han caído un 49%, hasta los 800 millones, al igual que las ampliaciones para reforzar la solvencia se han hundido un 31%, hasta los 400 millones.

Esta escasez de operaciones en bolsa va también en contra de los propósitos de las autoridades, como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que desde hace tiempo intenta convencer, sin mucho éxito, a las compañías españolas de estar más presentes en el parqué. De hecho, el número de cotizadas se está reduciendo en los últimos tiempos.

«El informe muestra señales positivas en el acceso al capital para las empresas españolas, que recurren cada vez más al mercado de deuda, pero también pone de manifiesto el estancamiento del mercado de renta variable y la necesidad de reforzar la financiación vía capital», destaca Adam Farkas, director ejecutivo de AFME, que añade que «España necesita seguir avanzando hacia una Unión del Mercado de Capitales plenamente integrada, que permita diversificar las fuentes de financiación, movilizar el ahorro de los hogares y apoyar la transición verde y digital de las empresas».

El director ejecutivo de AFME remarca de igual forma la necesidad de una simplificación de la regulación. Considera que «también será determinante garantizar que el marco regulatorio europeo sea claro y ágil; reducir la complejidad innecesaria y los costes asociados puede impulsar la inversión y la innovación; fortalecer la competitividad y ayudar a movilizar capital privado para que la UMCE pueda cumplir plenamente sus objetivos».

«Para que las empresas sean competitivas a escala global, necesitan acceso a los mercados de capitales internacionales, un acceso que proporcionan los bancos. Por ello, es esencial contar con un entorno competitivo para la banca y reducir la complejidad regulatoria permitirá canalizar capital público y privado, mejorar la liquidez del mercado y ayudar a que las empresas europeas crezcan y compitan a escala mundial», subraya.

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