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Economía

Las empresas públicas dependientes del Gobierno llevan su deuda a un nuevo récord

Las cargas financieras aumentan en 432 millones en el primer semestre de este año, hasta 35.237 millones

Las empresas públicas dependientes del Gobierno llevan su deuda a un nuevo récord

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Transportes, Óscar Puente. | EP

Las empresas públicas dependientes del Gobierno han alcanzado un nuevo récord de deuda, que ha crecido un 20% desde que Pedro Sánchez llegó al poder. Los compromisos de pago que tienen que afrontar estas compañías alcanzan los 35.237 millones de euros, según los últimos datos recabados por THE OBJECTIVE en el Banco de España.

La cuantía, de acuerdo con los números, subió en el primer semestre de este año en 432 millones de euros, y desde 2018, cuando el líder del PSOE se instaló en Moncloa, acumula un aumento de casi 6.000 millones. Las empresas estatales están recurriendo a financiación para materializar sus proyectos y asumir los costes operativos, al igual que el resto de la Administración general.

La deuda de las compañías es solo una pequeña parte del dinero que España debe pagar en ejercicios sucesivos y su ascenso se debe sobre todo al incremento de varias de las sociedades bajo el control total del Gobierno. Destacan en el desglose el antiguo Gestor de Infraestructuras Ferroviarias y ADIF, que suman 19.673 millones; es decir, algo más de la mitad del conjunto, tras haberse elevado en 600 millones entre enero y junio de este año y en unos 3.500 millones desde hace casi siete.

Otra parte relevante procede de los compromisos financieros asumidos por Renfe Operadora, que adeuda un total de 6.862 millones. A lo largo de 2025, esta firma dependiente del Ministerio de Transportes no ha incrementado las cargas, pero desde 2018 lo ha hecho en 2.500 millones.

Todo este impulso de la deuda se produce en una época en la que cada cierto tiempo existe un caos ferroviario, como el sufrido este verano, con retrasos en las salidas y llegadas de trenes y averías constantes en las vías. El presidente del PP hizo este miércoles una crítica contra el Gobierno sobre este asunto en un acto organizado por THE OBJECTIVE. Alberto Núñez-Feijóo sostuvo que el Ejecutivo «ha abandonado los servicios públicos» y puso como ejemplo los fallos en los AVE. «Hoy das un abrazo al de Renfe si llega el tren con solo 30 minutos de retraso», señaló el líder de los populares.

Además, se quejó del incremento exponencial del conjunto de la deuda pública, no solo de la relativa a las compañías estatales. «Nunca habíamos debido tanto como ahora», señaló, a pesar de que «se incrementan los impuestos». La deuda, dijo, ha subido en 507.000 millones desde que Sánchez accedió al Gobierno, lo que supone un alza del 42%. Rebasa ya 1,7 billones de euros, incluyendo las partidas de comunidades autónomas y ayuntamientos. Núñez-Feijóo alertó en el mismo encuentro que únicamente con que prima de riesgo se eleve un punto, hasta el 1,5%, los gastos financieros se comerán 45.000 millones al año.

Otras empresas públicas que cuentan con una carga elevada son los gestores aeroportuarios Aena y Enaire, que deben 6.238 millones. En su caso, el importe se ha mantenido prácticamente estable durante las legislaturas de Sánchez e incluso se ha reducido ligeramente en lo que llevamos de ejercicio (56 millones).

A pesar del endeudamiento de Renfe y de ADIF, el ministro Óscar Puente ha anunciado un plan de mejora de las infraestructuras ferroviarias que incluye, entre otras medidas, elevar la velocidad de los AVE a 350 kilómetros por hora. En la actualidad, alcanzan los 300 kilómetros por hora. Este proyecto, como otros tantos anunciados, ha causado malestar en el sector de los trenes, al considerar que tapa su gestión con anuncios estrella.

El proyecto que pretende impulsar el Gobierno para la mejora de las infraestructuras de movilidad requerirá una cantidad importante de inversión, lo que implicaría previsiblemente un aumento de la deuda de las empresas públicas aún más pronunciado. En cuatro años, según lo indicado por Puente, se destinarán 60.000 millones a trenes, carreteras, puertos y aeropuertos.

El resto de la deuda de las compañías estatales está asignada al complejo de firmas que engloban la SEPI y otras entidades dependientes del Ejecutivo central. Todas ellas, en conjunto, tenían a cierre del segundo trimestre de este ejercicio unos compromisos financieros de casi 2.500 millones de euros.

El aumento del endeudamiento con Sánchez se ha producido en un contexto de tipos de interés nulos en una primera parte, unas tasas que se dispararon a partir de 2022 tras la invasión de Ucrania y una caída posterior de las mismas a partir de mediados de 2024. Este ajuste a la baja es unos de los motivos que ha esgrimido el Gobierno para renunciar al 37% de los fondos europeos Next Generation, ya que el Estado puede acudir a los mercados a precios atractivos para asumir sus necesidades de financiación.

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