The Objective
Economía

El trampantojo del crecimiento: los españoles son más pobres hoy que la media de la UE

Mientras el PIB español crece, el PIB por renta per cápita está por debajo del de nuestros socios europeos y la OCDE

El trampantojo del crecimiento: los españoles son más pobres hoy que la media de la UE

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España. | Europa Press

La economía española ha mostrado un crecimiento agregado positivo en comparación con la Unión Europea. Este es el relato del Gobierno de Pedro Sánchez —que presume de qie la economía va como un cohete—, y es lo que el consenso de los organismos e instituciones económicas también recogen. Sin embargo, ese crecimiento es un trampantojo: mientras el PIB crece en los últimos años, esta evolución —indica la última Coyuntura Económica del Instituto de Estudios Económicos (IEE), que preside Íñigo Fernández de Mesa— resulta paradójica, porque estamos ante un crecimiento extensivo con una enorme dualidad.

Dicho de otro modo, mientras nuestro producto interior bruto crece, el PIB per cápita se ha mantenido por debajo del nivel de la UE y la eurozona durante todo el periodo de 2019 y solo comienza a converger en 2024, aunque con un punto porcentual de diferencia. Una dicotomía que, según explica el IEE que dirige el economista Gregorio Izquierdo, «responde a una cuestión relevante, que no es otra que el crecimiento [del PIB] se apoya en gran medida en el aumento de la población que se está dando en los últimos años, pero no en la productividad, porque esta se encuentra estancada».

Es decir, «el crecimiento agregado refleja una economía que crece en cantidad, y no tanto por mejoras en la eficiencia o en el valor añadido por trabajador. Y es precisamente esta dinámica la que limita la convergencia en PIB per cápita y contribuye a explicar por qué los buenos resultados macroeconómicos conviven con debilidades persistentes en el plano micro».

El peso del PIB en la población

Con el diagnóstico de expertos de la talla de María Jesús Fernández, economista sénior en el Área de Coyuntura económica de Funcas; Sergi Martrat, Deputy Chief Economist del Banco Sabadell; Íñigo Fernández de Mesa, presidente del Instituto de Estudios Económicos; Concepción Sanz, directora del Servicio de Estudios del Banco Santander; Alberto Matellán, Managing Director at Financière Responsible. Asset management subsidiary in France de Mapfre; Jorge Sicilia, economista jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research; José Ramón Diez Guijarro, director de Economía Internacional y Mercados de CaixaBank Research, y Gregorio Izquierdo, director del IEE, esta última Coyuntura ha utilizado para su trabajo la metodología de Ángel de la Fuente y Rafael Doménech. Logra de esta forma efectuar una descomposición del PIB per cápita y arroja resultados de extraordinaria importancia respecto a cuatro factores: la productividad, las horas medias trabajadas por ocupado, la tasa de ocupación y el peso relativo de la población en edad de trabajar.

De estos cuatro componentes, la tasa de ocupación es precisamente la que registra el mayor incremento, un 4,3% sobre cifras de 2019. Mientras que, en contraste, las horas medias trabajadas por ocupado presentan el nivel más bajo dentro del PIB per cápita, que, por otra parte, fue, el factor que más se redujo durante la pandemia y que en 2025 refleja un descenso de un 1,9% comparado con las cifras de 2019, convirtiéndolo en el componente con mayor impacto sobre la caída del PIB per cápita.

Gráfico de la última Coyuntura Económica del Instituto de Estudios Económicos, explicando el grado de participación de los componentes del PIB per cápita, en el resultado final de este indicador macroeconómico. Fuente: IEE.

Un PIB que no compensa los desequilibrios

La productividad y el peso relativo de la población en edad de trabajar muestran una evolución estable y creciente a lo largo de dicho ciclo económico, sin variaciones significativas en el periodo 2019-2025. De hecho, los valores en el año 2025 de la productividad y el peso relativo de la población en edad de trabajar han aumentado un 1,9% y un 0,7%, respectivamente.

Con esto, explica Izquierdo, se ven «los desequilibrios estructurales que existen en la economía, con una productividad que está estancada en los últimos años y también con una caída de las horas medidas trabajadas por ocupado; y una tasa de ocupación creciente, pero incapaz de compensar los desequilibrios del resto de los componentes».

Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos. Foto: IEE.

La productividad de España, estancada

A nivel agregado, la tasa de ocupación ha experimentado un crecimiento continuo y progresivo desde 2019, siendo el elemento con una mayor contribución al crecimiento del PIB per cápita, con un aumento en 2025 del 5,8%. Del mismo modo, la productividad por hora creció, al igual que la tasa de ocupación, entre 2019 y 2025.

Además, se puede observar el carácter contracíclico de la productividad -crece en el periodo 2019-2022 y decrece en el periodo 2022-2025; con un aumento final del 1,2%-, y se convierte en el segundo elemento que más ha contribuido al incremento del PIB per cápita a nivel europeo.

Por otro lado, las horas medidas por ocupado y la proporción de población en edad de trabajar sobre el total han caído a niveles inferiores a 2019. En términos de productividad y desequilibrios estructurales, la Coyuntura del IEE observa con estos datos que, a diferencia de lo ocurrido en España, en el promedio de la eurozona la productividad ha crecido con el paso de los años, con lo que queda demostrado el estancamiento español.

Publicidad