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Economía

Andalucía aportará más al PIB nacional en 2026 al crecer por encima de la media de España

La actividad industrial andaluza, según Funcas, ha sido extraordinariamente dinámica este año

Andalucía aportará más al PIB nacional en 2026 al crecer por encima de la media de España

El presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla. | EP

Según las últimas estimaciones del centro de análisis Funcas, el PIB de la comunidad andaluza crecerá un 3,3 % en 2025, por encima del 2,9% esperado para el conjunto nacional. La institución económica explica que la actividad industrial andaluza ha sido extraordinariamente dinámica este año, con un incremento del índice de producción industrial del 8% en el acumulado de enero a septiembre, el mayor de todas las comunidades autónomas y con gran diferencia sobre las siguientes.

Además, «la desaceleración en el número de turistas ha sido menos acusada que en el resto de las grandes regiones turísticas. En cuanto a la construcción, la evolución en el número de visados y en la licitación apuntan a un ritmo de crecimiento algo superior al conjunto nacional, al tiempo que el avance del empleo hasta octubre ha sido algo mayor que la media, tanto en número de afiliados como de ocupados EPA [encuesta de población activa], habiéndose incluso registrado una aceleración con respecto a 2024».

Asimismo, «esta región ha sido una de las que han experimentado un mayor crecimiento de la ocupación y una mayor reducción en la tasa de desempleo en comparación con 2019, si bien ello ha sido a costa de una notable reducción de la productividad (medida con el empleo en términos EPA)».

El turismo y el sector servicios

Andalucía ha conseguido meterse en el grupo selecto de comunidades autonómicas que más contribuirán al crecimiento del PIB nacional en 2026. Ya lo ha hecho en 2025, y en el horizonte del próximo año parece que también estará en condiciones de hacerlo, según las últimas estimaciones de Funcas, incluyendo en este grupo a Baleares, Canarias, Madrid y Cataluña.

Islas Baleares (3,5%), Canarias (3,5%) y, en menor medida, Andalucía (3,3%) y Madrid (3,3%) son las comunidades autónomas que más crecerán este año. En el caso de las tres primeras, por el elevado peso del turismo, y en el de Madrid, por la presencia de un sector servicios de mercado competitivo —que engloba servicios de apoyo a empresas, logística y tecnología—, como ocurre con Cataluña (2,8%). La desaceleración del turismo, la moderación de la industria y el agotamiento de los fondos europeos derivarán en un menor crecimiento en todas las regiones en 2026, si bien Madrid (2,3%), Andalucía (2,1%), Baleares (2,1%), Canarias (2%) y Cataluña (2%) repetirán como las mejores. Serán además las únicas con tasas por encima de la media nacional prevista por Funcas (1,9%).

Así lo ha explicado esta semana Funcas en la presentación de las previsiones para las comunidades autónomas 2025-2026, en las que se indica que las regiones con un fuerte peso de la industria, como Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha y La Rioja, también se beneficiarán este año del tirón de sectores ligados al programa Next Generation o a las energías renovables.

La clave del aumento de la población

Funcas explica que la evolución del PIB regional durante el periodo 2025-2026 dependerá todavía de factores asociados a la evolución sectorial de la demanda, si bien, con el tiempo, los factores de oferta que atañen a la capacidad de producción de cada comunidad irán ganando importancia.

El director general de Funcas, Carlos Ocaña, explica que: «vivimos un momento de transición en el que todavía operan, aunque con menos fuerza, los motores de la recuperación pospandemia, como el turismo, mientras la economía vuelve gradualmente al patrón de crecimiento anterior, guiado por la innovación y la productividad, lo que favorecerá a las comunidades más dinámicas».

El aumento de la población activa, gracias a la inmigración, contribuye a explicar que una comunidad como Asturias pase a crecer a tasas cercanas a la media nacional, tras un periodo de declive relativo. En las comunidades del valle del Ebro, así como en Galicia y Baleares, que tienen una tasa de paro reducida, el aumento de la productividad y la capacidad de atracción de nuevo talento, tanto nacional como extranjero, serán determinantes para sostener el crecimiento, y exigirá un esfuerzo mayor de inversión productiva, en capital humano y en vivienda.

Madrid y Barcelona

Madrid y Barcelona se asimilan también a este grupo, ya que su tasa de paro se acerca a los mínimos de la serie histórica, si bien estas comunidades siguen recibiendo una importante entrada de fuerza laboral, lo que incrementa la necesidad de invertir en vivienda. En estas regiones, por tanto, los factores de oferta toman el relevo de la demanda como principal determinante del crecimiento económico futuro.

Entre los determinantes, Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, señala al «crecimiento de la población activa y de la productividad [como] cada vez más relevantes en las comunidades que se acercan a mínimos históricos de tasa de paro […], donde la capacidad productiva puede empezar a ser insuficiente para satisfacer el aumento de la demanda».

En un segundo grupo de comunidades —que engloban el sur peninsular y Canarias— en las que el paro sigue siendo elevado, la economía podrá expandirse en función de la evolución de la demanda, ya que existe una capacidad productiva ociosa, fundamentada en la fuerza laboral. Por ello, es prioritario que activen la inserción de los parados para sustentar el crecimiento y aliviar las desigualdades territoriales.

El repunte de Andalucía y Extremadura en el mercado laboral

El aumento de la población activa y el crecimiento del empleo han permitido reducir el paro en todo el país, señala Funcas. De hecho, la tasa de paro se sitúa ya por debajo del doble dígito en 11 de las 17 comunidades. Entre ellas, las mejoras más acusadas se han registrado en Andalucía, Canarias y Extremadura, es decir, en las comunidades más afectadas por el desempleo, de modo que se ha producido una convergencia en este indicador. Si en 2024 la diferencia entre la peor —Andalucía (16,5%)— y la mejor —Navarra (7,7%)— era de 8,8 puntos, en 2026 la brecha se reducirá a 7,3 puntos (13,7% en Extremadura frente a 6,4% en País Vasco).

Las previsiones apuntan a una mejora adicional en todas las regiones, con Aragón, Cantabria, Navarra y País Vasco —y a poca distancia, Cataluña, Galicia y Madrid—, que obtienen los mejores resultados y se acercan a la media europea.

«La cuestión es que la aportación de la fuerza laboral extranjera ha redibujado el mapa autonómico. Todas las comunidades han registrado un fuerte ascenso de la inmigración que ha compensado la pérdida de población de nacionalidad española [la excepción es Extremadura, donde la población total ha descendido en el periodo analizado]. La entrada de inmigrantes ha sido especialmente pronunciada, con crecimientos por encima del 40%, en Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Castilla y León, y sobre todo Asturias, con un 45,8%. Por el contrario, otras regiones muestran avances por debajo del 25%, como Murcia y los territorios insulares de Canarias y Baleares».

«En términos absolutos, las comunidades que han recibido más inmigrantes han sido, por este orden, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid, que recibieron en conjunto el 56% de toda la población extranjera. Además de en la población, la llegada de inmigrantes ha tenido un fuerte protagonismo en la positiva evolución del empleo. Según las cifras de afiliación a la Seguridad Social, del total de empleo creado entre el primer trimestre de 2022 y el tercer trimestre de este año, el 40% ha sido ocupado por extranjeros, hasta llegar a que, en la actualidad, más del 14% de los afiliados son extranjeros».

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