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Los rivales de BBVA y Sabadell afilan sus cuchillos para robarles un millón de clientes

El sector bancario se prepara para captar usuarios de ambos ya, aprovechando la guerra abierta por la opa hostil

Los rivales de BBVA y Sabadell afilan sus cuchillos para robarles un millón de clientes

Oficina del Banco Santander. | Europa Press

Los rivales de BBVA y el Sabadell se preparan para robar un botín que se estima en torno a un millón de clientes de ambos bancos. Están expectantes al desenlace de la oferta de adquisición de acciones (opa) hostil que ha lanzado el primero sobre el segundo, ya que son conscientes de que este tipo de operaciones suponen una importante salida de usuarios que buscan refugio en la competencia. Pero, la guerra desatada entre el vasco y el catalán, supone una oportunidad de oro previa para captar negocio con anterioridad, por lo que ya están afilando sus cuchillos.

Desde el Santander y Caixabank, los mayores contrincantes, hasta las plataformas digitales y compañías financieras de nicho más pequeñas, están ya activando la maquinaria para aprovechar el momento. En todas las integraciones, de manera general, entre un 5% y un 10% de los clientes suelen dejar la entidad resultante por diferentes motivos, señalan fuentes financieras a THE OBJECTIVE, que destacan que entre estos se encuentran el cambio de tarifas, lo problemas asociados a la fusión, despidos del personal de confianza, etc.

El conglomerado resultante de BBVA y el Sabadell, de prosperar la opa y posterior absorción, tendrá más de 17 millones de usuarios en nuestro país, por lo que entre 850.000 y 1,36 millones de pymes, empresas y particulares podrían llevarse sus productos y servicios a otros bancos o firmas.

La última integración de gran relevancia llevada a cabo en España fue la de Caixabank con Bankia. La entidad catalana se dejó en el camino algo más de un 5% de clientes (un millón), una situación que empezó a revertir en la recta final de 2023, cuando empezó a elevar el número de su consumidores.

Precisamente, Caixabank puede ser uno de las entidades más beneficiadas por la operación de BBVA y el Sabadell y la guerra abierta entre ambos, ya que éstos tiene una gran presencia en Cataluña y Valencia, dos de las regiones puntales para la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri. Y también para las protagonistas de la guerra actual.

Sea o no casualidad, Caixabank puso en marcha una campaña para captar cuenta nómina hace unos días, el mismo en el que el consejo de administración del Sabadell rechazó iniciar conversaciones con BBVA para la fusión. Este portazo ha obligado a ésta a convertir su propuesta de compra en hostil. Bajo determinadas condiciones la entidad liderada por Goirigolzarri ofrece el pago de 250 euros por la domiciliación de los ingresos mensuales.

La.plataforma Finizens, que está especializada en la venta de fondos de inversión, espera como el resto de rivales una afluencia masiva de clientes de BBVA y del Sabadell en los próximos meses. El consejero delegado de esta fintech, Giorgio Semenzato, señala a este periódico que ya se vio altamente beneficiada en la fusión de Caixabank con Bankia. Además, resalta que en la actualidad entre un 10% y un 15% del patrimonio de clientes que gestiona proviene de traspasos de dinero de otras entidades.

La hoja de ruta de Finizens, según explica Semenzato, establece alcanzar en los próximos doce meses los 500 millones de activos bajo gestión y los 1.000 millones en el medio plazo. Una fusión de BBVA y el Sabadell, a su juicio, podría permitir acelerar la consecución de estos hitos.

El calendario manejado por el grupo vasco en su opa hostil se alarga casi hasta finales de 2025. Ahora tendrá que solicitar a las autoridades pertinentes, especialmente la CNMV, el BCE y la CNMC, para poner en marcha la adquisición de acciones del Sabadell. BBVA espera que en ocho meses este proceso haya concluido. En función de la aceptación, tendrá que volver a abrir un periodo para los accionista del banco catalán vendan sus títulos, ya que el deseo es alcanzar el 100% del capital.

BBVA confía en 18 meses, es decir, en noviembre del próximo año, haya podido llevar a cabo la integración tecnológica, una vez absorbido por completo la entidad vallesana. Pero existen dudas, por el momento, para que estos plazos se cumplan, teniendo en cuenta la oposición tan contundente a la operación por parte de la cúpula del Sabadell y al rechazo del Gobierno, expresado entre otros por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Un desacuerdo que si finalmente se confirma de manera oficial cuando toque podría alterar los planes del grupo presidido por Carlos Torres, aunque no truncarlos del todo.

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