Los grandes inversores se hacen fuertes en el Sabadell tras la opa: solo diez poseen ya el 25%
UBS, que asesora a BBVA en la operación, toma la participación significativa de un 3,155% del capital del banco catalán
El presidente del Sabadell, Josep Oliu. | Banco Sabadell
Los grandes inversores se están haciendo fuertes en el Sabadell y su posición es cada vez más relevante para el resultado de la oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzada por BBVA con carácter hostil. En la actualidad, solo una decena de firmas controlan ya casi el 25% del capital de la entidad catalana.
Desde que BBVA lanzó su propuesta de compra, en mayo, el peso de los institucionales no ha parado de aumentar. Hace unos días fue UBS el que afloró una participación significativa del 3,155%, según los datos recabados por THE OBJECTIVE en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Un movimiento que se produjo tan solo dos sesiones después de que Morgan Stanley se hiciera con un 1,51% de las acciones del Sabadell.
Estos dos bancos de inversión son, si cabe, más significativos, ya que uno y otro son asesores financieros del grupo vasco y del catalán en la operación, que BBVA pretende sacar adelante y que el Sabadell quiere que fracase. UBS trabaja para el primero, mientras que Morgan Stanley para el segundo.
Aunque nadie tiene nada decidido, este tipo de inversores suelen apoyar las ofertas de compra similares a las impulsadas por la entidad que preside Carlos Torres. De hecho, el ejecutivo señaló en mayo que ya contaba con el visto bueno de algunos grandes socios del Sabadell para culminar con éxito el proceso de toma de control del banco vallesano. La intención final, una vez adquirido, es abordar una fusión, para lo que necesita el beneplácito del Gobierno. El grupo con sede en Bilbao da por prácticamente garantizada la aprobación por parte de Moncloa a pesar de las críticas que repite una y otra vez el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
UBS, con su desembarco, se ha convertido en el cuarto mayor socio del Sabadell. Su participación solo está superada por el paquete de títulos que controla el fondo Blackrock (6,614%); Dimensional (3,758%); y el mexicano David Martínez (3,495%). Este último es consejero de la entidad que lidera Josep Oliu y es el único miembro de su administración que no se opuso a la opa, basada en un canje de acciones.
El resto de grandes inversores del Sabadell son el fondo soberano de Noruega, Norges, que tiene en su poder el 1,982%; Vanguard, que dispone de un 1,338%; Goldman Sachs -asesor del banco catalán-, que ostenta un 1,016%; Qube Research, que tiene un 1,012%; y la gestora de Deutsche Bank, que posee otro 0,87%. Todos ellos suman un total de un 24,75%.
Para intentar torpedear la operación y no ofrecer información a BBVA ni al mercado, el Sabadell ha decidido no actualizar su censo de accionistas. Los últimos datos que publicó, pero que no están ya disponibles, son los relativos a finales de marzo, justo un mes antes de que se conocieran las intenciones de la entidad vasca de hacerse con el banco catalán. Entonces, solo 24 grandes inversores tenían en su mano casi la mitad del capital de la firma con sede en Alicante. Algo más de un centenar controlan otro 10%.
Desde el principio, sin olvidar a este tipo de socios, el Sabadell ha apelado a los minoristas para tumbar la opa, aunque su peso cada vez es menor. Buena parte de ellos son también clientes, por lo que estarían dispuestos a no vender sus títulos a BBVA cuando se abra el periodo de adhesiones. El calendario que se maneja es que a finales de año o principios de 2025 se inicie este proceso, aunque todo está supeditado a la autorización de la operación por parte de la CNMC. El regulador de la competencia está analizando los riesgos que supondría la transacción y lo único que ha deslizado hasta la fecha es que su veredicto podría retrasarse.
Los directivos del Sabadell prevén que los tiempos que maneja BBVA se dilatarán y calculan que el periodo de aceptaciones podría iniciarse en primavera, debido a la tardanza de la CNMC. Además, dudan de que el Gobierno vaya a dar su beneplácito a la integración, por lo que está exigiendo al banco vasco que detalle los objetivos y previsiones económicas en el caso de que triunfe la opa, pero no logre la fusión. La transacción está condicionada a hacerse al menos con un 50,01% del capital. Para una unión necesita como poco alcanzar un 90%.
