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BBVA va a la caza de los minoristas del Sabadell con 311 millones en efectivo en su opa

La entidad contraataca al banco catalán, que ha centrado su estrategia de defensa en los pequeños inversores

BBVA va a la caza de los minoristas del Sabadell con 311 millones en efectivo en su opa

Ilustración de Alejandra Svriz.

BBVA se ha lanzado a la caza de los accionistas minoristas del Sabadell tras incluir en su oferta pública de adquisición de acciones (opa) un primer pago en efectivo tras ajustar las condiciones para adaptarlas a los dividendos aprobados por ambas entidades en las últimas semanas. El grupo vasco va a destinar un máximo de 311 millones de euros en metálico para intentar seducir al grueso de pequeños inversores, que son más proclives a aceptar este tipo de operaciones si hay dinero contante y sonante de por medio.

La medida de incorporar efectivo estaba ya contemplada como posibilidad en su hoja de ruta, ya que en mayo quedó claro que podría modificar la estructura de la opa en función de la remuneración a los inversores que adoptaran sendos grupos. Fuentes internas de BBVA sostienen a THE OBJECTIVE que la decisión final se ha tomado ahora, una vez que los dos han puesto sobre la mesa los dividendos y que era una especie «de as en la manga» que se había reservado en función de los acontecimientos al tratarse de una transacción hostil.

El Sabadell, en su batalla contra la opa, ha centrado sus esfuerzos en convencer a los minoristas de que no acudan a la oferta y vendan sus títulos a BBVA, a pesar de que están perdiendo peso en su estructura de capital y cada vez son menos decisivos. Se estima que poco más de un 30% de las acciones de la entidad catalana está en manos de pequeños inversores, después de que los grandes hayan aumentado sus posiciones. De hecho, solo una decena de firmas tienen ya una participación del 25%, según los registros de la CNMV.

Que BBVA haya incluido esa parte en metálico en vez de en especie, como el resto de su propuesta, obedece a una simplicidad de los procesos y los trámites, ya que si hubiera decidido cambiar el canje para ajustarlo a los dividendos, tendría que convocar una nueva junta general extraordinaria que validara un aumento superior de su capital vía emisión de nuevas acciones para hacer frente a la opa, una vez se abra el periodo de adhesiones.

BBVA, en el supuesto de que logre un 100% del Sabadell, repartirá los 311 millones entre todos sus inversores, a razón de 0,29 euros por cada cinco acciones que tuvieran del catalán. Por tanto, cada uno percibiría casi seis céntimos por cada bloque de títulos. Del mismo modo, recibirán una acción de nueva emisión del banco con sede en Bilbao por cada cinco del catalán, una ecuación que ha empeorado al agregar la retribución de ocho céntimos de este para combatir la opa. En suma, la contraprestación económica no se eleva.

Algunas casas de análisis venían reclamando desde el principio que BBVA mejorara la opa y que en los nuevos términos incluyera una parte en efectivo, si bien apuntaban hacia un desembolso de 2.000 millones en metálico para hacerla mucho más aceptable. Por tanto, tras los cambios por los ajustes llevados a cabo, se ha quedado corto y en el mercado no se descarta que se vaya a ver obligado a hacer nuevos incrementos en un futuro, a pesar de que la cúpula del grupo haya insistido en que no va a elevar las condiciones económicas de su propuesta de compra. Los expertos de Bankinter, por ejemplo, dejaban claro este miércoles que, tras los ajustes llevados a cabo, la propuesta sigue pareciendo «insuficiente».

BBVA está echando el resto para arrasar con su operación, aunque se conforma con alcanzar el mínimo del 50,01% al que está supeditada. Su intención final es llegar al menos al 90% para poder lanzar una opa de exclusión y materializar una fusión, y así lograr todas las sinergias de costes comprometidas. Hace unas semanas el banco lanzaba una advertencia a los accionistas del Sabadell, principalmente minoristas, para que acudieran en masa a la oferta y no se quedaran atrapados si la entidad no lograba ese umbral para efectuar una integración. Alertó de que podrían quedarse sin liquidez para poder vender durante un tiempo indefinido y que la cotización del Sabadell podría caer de manera relevante.

Para proceder a una fusión, BBVA necesita el beneplácito del Gobierno, que mantiene su rechazo a la opa. El banco, sin embargo, da por garantizado que finalmente Moncloa aprobará la unión, siempre y cuando la CNMC la autorice y haya terminado con éxito rotundo la adquisición.

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