Hacienda dispara un 50% la recaudación de la banca al margen del 'impuestazo'
Las entidades han abonado en el primer semestre del año más de 3.100 millones solo por Sociedades
Hacienda ha disparado casi un 50% la recaudación de la banca al margen del ‘impuestazo’ temporal que el Gobierno pretende hacer permanente. Las entidades desembolsaron 3.171 millones a las arcas del Estado en el primer semestre del año por Sociedades, lo que supone, en concreto, un 47% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos del Banco de España recabados por THE OBJECTIVE.
Este aumento de la contribución obedece a que el sector ha elevado de manera significativa sus beneficios brutos, debido a las subidas de los tipos de interés, y a que no ha aprovechado el momento para activar créditos fiscales con los que rebajar su carga, a pesar de que están también abonando el gravamen extraordinario aprobado a finales de 2022 por parte del Ejecutivo de coalición. De hecho, el alza de las ganancias es prácticamente similar al avance en el pago por Sociedades, ya que el resultado se incrementó un 48% entre enero y junio, hasta sobrepasar los 22.029 millones.
El volumen de dinero transferido a Hacienda es un nuevo récord, que si se añade los casi 1.700 millones abonados por las principales entidades por el denominado ‘impuestazo’, rozaría los 5.000 millones. Los bancos asumen todo el gravamen temporal a principios de cada ejercicio, aunque el pago a Hacienda se produce en dos partes, una en febrero y otra, en septiembre.
El sector financiero viene advirtiendo de las consecuencias que tiene esta tasa para intentar tumbarla. Entre los argumentos se encuentra la ya elevada carga fiscal, mayor que la de otros sectores, y que los bancos ya aportan mucho dinero al Estado. Otros argumentos son que se trata de una medida inconstitucional e injustificada y que dañará la economía al drenar al sistema una capacidad para conceder 50.000 millones de euros en créditos.
El Gobierno quiere llevar al Congreso esta semana una proposición para hacer el ‘impuestazo’ a los bancos -también a las energéticas- permanente, para cumplir con el acuerdo alcanzo entre el PSOE y Sumar de que Sánchez se quedara en La Moncloa el año pasado. Sin embargo, no está claro que pueda sacar adelante esta iniciativa, ya que cuenta con la oposición de Junts per Catalunya por la amenaza de Repsol de dejar de invertir en España. No obstante, puede que un impuesto pueda aprobarse y el otro no, o que la tasa quede en 2025 temporal como hasta la fecha.
Hacienda tiene la intención de introducir algunos cambios en ambos gravámenes e, incluso no se descarta que se aplique a partir de ahora sobre los beneficios y no sobre los ingresos o que afecte a todos los operadores de ambos sectores. Una de las incorporaciones sería deducciones sobre inversiones o financiación a proyectos verdes.
Según la estructura actual, la banca se prepara para abonar a Hacienda por el ‘impuestazo’ 500 millones más en 2025. Con las previsiones de ingresos y beneficios para el presente año, el sistema financiero tendrá que aportar 2.100 y 2.200 millones de euros, según cálculos elaborados por este periódico. Una cantidad que se sumará a la contribución por Sociedades, que podría alcanzar los 6.000 millones si se mantienen los pagos como en el primer semestre. El importe del gravamen extraordinario supone en torno a un 30% más con respecto el asumido en 2024.
Este coste, para algunos expertos, es un factor negativo que, si se hace permanente, puede tener un impacto muy relevante sobre el valor de las entidades. El Instituto Español de Analistas advertía en un informe reciente que Caixabank, Santander y BBVA tendrían que asumir un deterioro de hasta un 22% de sus recursos propios en nuestro país.
En concreto, esta organización calculaba que los fondos de los tres principales bancos españoles disminuirían entre el 13 y el 14% en el escenario central, pero que este efecto podría alcanzar de manera rápida hasta el 22%. Este roto en el capital de Caixabank, Santander y BBVA no solo repercutiría en los retornos de dicho capital, es decir, en los dividendos a los accionistas, sino también «en la inversión, la innovación y en la concesión de créditos a todos los sectores, especialmente las pymes y los colectivos más vulnerables», advierte el documento.
Unas consecuencias que además llegarían en un momento en que los ingresos de la banca empezarán a tensionarse por las bajadas de los tipos de interés por parte del BCE desde junio, recortes irán a más en los próximos meses e incluso con mayor intensidad. No se descarta que a finales de 2025 el precio oficial del dinero descienda hasta el 1.75%.