El Santander duplica los nuevos clientes en plena pelea de BBVA y el Sabadell por la opa
La entidad cántabra eleva el número de usuarios en España en 110.000 en los tres meses del verano
Una sucursal del Santander. | Europa Press
El Santander aceleró durante el verano la captación de nuevos clientes en España, en plena pelea de BBVA y Sabadell por la oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzada por el primero sobre el segundo con carácter hostil. El grupo cántabro prácticamente duplicó el volumen de usuarios que decidieron contratar productos y servicios entre julio y septiembre con respecto a los trimestres anteriores.
Según los datos recabados por THE OBJECTIVE, la entidad presidida por Ana Botín aumentó en 110.000 los clientes totales en nuestro país, hasta los 15,236 millones, dando así un impulso al crecimiento que venía experimentando desde principios de 2024. Hay que tener en cuenta que hasta junio el número de hogares y empresas que había atraído ascendía a los 120.000. Es decir, que en tres meses ha logrado casi la misma cantidad que en seis.
Esta entrada se ha producido en una coyuntura favorable para los competidores de BBVA y el Sabadell, que desde mayo están librando una batalla como consecuencia de la opa hostil, y que todos quieren aprovechar. El Santander no está sacando toda la capacidad que tiene, ya que por el momento ha centrado la estrategia también en mantener la rentabilidad. Por tanto, no está siendo demasiado agresivo en precio para robar clientes tanto al banco vasco como al catalán.
El consejero delegado del Santander, Héctor Grisi, explicó este martes en la rueda de prensa de resultados que hasta ahora «estamos siendo conservadores», principalmente en Cataluña -mercado clave tanto para BBVA como para el Sabadell-, en un mercado completamente competitivo. El número dos del grupo cántabro, eso sí, dejó caer que esta situación podría cambiar al señalar que están esperando a que llegue «la oportunidad» para exprimir al máximo su potencial de captación.
Esta oportunidad podría tener lugar una vez BBVA se haga con el control del Sabadell, siempre y cuando reciba las autorizaciones pertinentes (CNMC y CNMV) y los accionistas del catalán le vendan la mayoría del capital, y pueda llevar a cabo el proyecto de fusión planteado en primavera.
Todas las entidades, no solo el Santander, están intentando sumar cuantos más clientes y negocio a las entidades presididas por Carlos Torres y Josep Oliu, poniendo el foco, principalmente, en las pymes y los autónomos, la verdadera joya de la corona del Sabadell. En junio buena parte del sector ya había lanzado campañas y ofensivas comerciales para aumentar en esta parcela.
La intención del Santander es elevar el número de clientes en los próximos ejercicios y que estos sean cada vez más activos y estén más vinculados, con el propósito de aumentar los ingresos por comisiones en esta etapa de recortes de los tipos de interés. Una de las palancas que quiere potenciar es el negocio asegurador, por lo que está reforzando la plantilla de ventas en este segmento.
El Santander, según su consejero delegado, está comprometido con España, por lo que no tiene planteado llevarse actividades a otros mercados como consecuencia del impuesto temporal al sector, que el Gobierno pretende hacer permanente. Algunas compañías energéticas, que también están sufriendo un gravamen extraordinario, han amenazado con mover parte de sus inversiones al exterior.
Sin embargo, Grisi se lamentó de que el Ejecutivo prosiga en su idea de mantener el denominado ‘impuestazo’ y advirtió de los efectos negativos que tendrá, como la menor capacidad de la banca para otorgar financiación, lo que redundará en un menor crecimiento de la economía. Asimismo, añadió que el Santander tomará las medidas adecuadas una vez conozca los detalles del plan del Ejecutivo, como por ejemplo, llevar de nuevo a los tribunales el gravamen.
El número dos del grupo cántabro explicó que «no conocemos» el plan de La Moncloa sobre este impuesto, que podría sufrir cambios en su articulación. El Gobierno ya estaba decidido antes del verano a que todas las entidades, no solo las más grandes, abonen la tasa y que esta estuviera vinculada a los beneficios y no a los ingresos, como hasta la fecha. Este cambio sería un alivio bienvenido por el sector, pero lo que quiere el Santander, como el resto de bancos, es que se retire definitivamente al ser discriminatorio e inconstitucional. Por ello, Grisi señaló que trabajarán para que así sea y el ‘impuestazo’ decaiga.
