El Sabadell, el primero en huir de Cataluña, se convierte en acicate para la vuelta de empresas
Intenta mantener el rechazo del Gobierno central a la opa de BBVA tras desaparecer el riesgo independentista

El presidente del Sabadell, Josep Oliu. | Europa Press
El Sabadell fue en octubre de 2017 la primera empresa que tomó la decisión de huir de Cataluña como consecuencia de los riesgos que suponía la incertidumbre por el referéndum ilegal del 1-O. Ahora, algo más de siete años después, ha decidido ser acicate para el regreso masivo de compañías que dieron la espantada en la comunidad autónoma y trasladaron su sede a otras regiones.
La intención de la entidad es que su consejo de administración adopte este miércoles la decisión de retornar a su casa de origen cuanto antes, un proyecto en el que sus directivos vienen trabajando con sigilo para intentar mantener el apoyo del Gobierno e intentar bloquear la fusión con BBVA tras oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzada por este con carácter hostil.
La medida, según fuentes destacan fuentes financieras a THE OBJECTIVE, representa todo un respaldo al proyecto de la Generalitat de Salvador Illa para que el tejido industrial y empresarial mueva de nuevo sus domicilios y calme los ánimos de Carles Puigdemont, que en las últimas semanas está lanzando órdagos a Pedro Sánchez. Un presidente del Gobierno que necesita del apoyo del líder de Junts para sacar adelante sus iniciativas en el Congreso y que en los pactos de investidura acordaron incentivos para la vuelta de las empresas.
En el seno del Sabadell la decisión no ha sido nada fácil de adoptar, por lo que supone, pero es un movimiento totalmente defensivo para lograr sus aspiraciones de frenar a BBVA y conseguir mantener su proyecto en solitario. Aunque también hay que resaltar que con el traslado no pierde nada, ya que, a su juicio, las circunstancias han cambiado considerablemente tras la llegada del socialista Salvador Illa al poder autonómico el pasado verano. En el banco se considera que el ambiente político se ha calmado y que el riesgo para los clientes existente con la amenaza de la secesión han desaparecido.
El Sabadell, en 2017, decidió llevar su sede a Alicante -provincia de origen de la antigua CAM que se adjudicó en la crisis financiera, por el temor a perder el paraguas del Fondo de Garantía de Depósitos si Cataluña declaraba la independencia y la supervisión del BCE. Ahora, a su juicio y de acuerdo con las fuentes financieras consultadas, ese miedo ha desaparecido, por lo que solo podría ganar, ya que está en juego su supervivencia.
El Sabadell movió ficha entonces el primero, aunque fue consensuada con otras grandes compañías afincadas en Cataluña, como La Caixa y su filial Caixabank, que se fueron a La Palma y a Valencia, respectivamente, en una huida masiva que alcanza las 5.000 compañías desde entonces.
Ahora es la primera compañía del Ibex -tan solo Grifols se quedó- que toma la decisión de regresar a su tierra, aunque no abandera el movimiento, ya que antes otras de menor tamaño –Cementos Molins– ya lo han hecho en pasado reciente. Pero por su tamaño, por tanto, recoge el estandarte para animar al resto a que secunden la idea y otro punto del acuerdo de investidura para Sánchez de Junts con el PSOE pueda cumplirse.
A principios de abril de 2024, el presidente del Sabadell, Josep Oliu, se reafirmaba en que la sede del banco se mantendría en Alicante y que no había razón para hacer cambios. En esa fecha ni BBVA aún se había acercado para proponer un proceso de fusión ni tampoco se habían celebrado las elecciones catalanas. El escenario era completamente diferente y no había motivo para lanzarse a la aventura.
BBVA inició las conversaciones fallidas a mediados de ese mes y finalmente, tras los desencuentros y rechazos, lanzó en mayo la opa hostil, en vísperas de los comicios en la región. Y ahí el panorama para el Sabadell dio un giro radical. No está dispuesto a caer en la red del grupo vasco y va a hacer todo lo que esté en su mano para conseguirlo. Y también el panorama político en la comunidad autónoma se modificó, con la victoria posterior de Illa.
En la actualidad la operación necesita el apoyo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que en noviembre amplió el plazo para analizar el proyecto con divisiones internas. Este organismo aún puede prohibir la concentración o poner muchas trabas a la misma. Asimismo, BBVA requiere de la aprobación del Gobierno para llevar a cabo el plan de fusión, una vez culmine la opa si se autoriza. Un Ejecutivo que mantiene su oposición a una integración. De ahí que el Sabadell no tenga reparos en poner a la cabeza de la manifestación para el regreso del exilio a Cataluña.