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Banca

Los inversores confían en el triunfo de la opa de BBVA pese a la vuelta del Sabadell a Cataluña

El mercado cada vez tiene más claro que habrá una mejora de la oferta con una parte en efectivo

Los inversores confían en el triunfo de la opa de BBVA pese a la vuelta del Sabadell a Cataluña

Los presidentes del Sabadell, Josep Oliu, y de BBVA, Carlos Torres | Europa Press

Los inversores consideran que la vuelta del Sabadell a Cataluña no cambia el panorama de la oferta pública de adquisición de acciones (opa) de BBVA con carácter hostil y siguen manteniendo su confianza en que saldrá adelante. Un optimismo que se refleja en la evolución de las cotizaciones en Bolsa en las dos últimas jornadas.

En la tarde noche del miércoles se conocía que el banco vallesano había decidido trasladar su sede de Alicante a Sabadell con el fin de hacer un guiño al Gobierno y recabar todo su apoyo para frenar la ofensiva de BBVA. El Gobierno desde el principio se ha opuesto a la operación.

Las fuentes financieras consultadas por THE OBJECTIVE sostienen que este movimiento defensivo no altera los acontecimientos y que el mercado continúa descontando que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobará la adquisición con exigencias viables para el grupo vasco, una vez culmine el análisis de la misma en la fase dos del proceso. Será entonces cuando la CNMV abra el periodo de adhesiones y los accionistas del Sabadell decidan si acuden o no.

Estas mismas fuentes explican que de haber habido un cambio en las expectativas, las cotizaciones de ambos bancos se habrían empezado a desajustar, apuntando a un fracaso de la opa. Es más, resaltan que su apuesta se ha reafirmado debido a que la prima ha vuelto a un terreno ligeramente positivo en casi todo momento tras haber estado en negativo, por primera vez, en las sesiones previas al anuncio del regreso del Sabadell a Cataluña tras siete años fuera.

El jueves la ecuación de canje, incluido el dividendo en efectivo prometido a los socios de la entidad vallesana, se situaba en un 0,1%, acoplándose por tanto perfectamente los títulos a la oferta lanzada en mayo y ajustada posteriormente a la política de retribución de beneficios. Finalmente, cerró en negativo, un 0,3%, lo que denota una pequeña desviación.

La confianza en que saldrá adelante la operación es compatible con las dudas existentes desde el principio sobre si BBVA mejorará la propuesta, incluyendo una parte en efectivo. Unas dudas que van en aumento y, de ahí, que la prima esté cotizando en negativo en diferentes estadios. Distintas casas de análisis estiman en unos 2.000 millones de euros, en metálico, este incremento, aunque los responsables del grupo vasco han negado en todo momento que habrá un cambio de estas características.

Los expertos consideran que una mejora haría más atractiva la opa y facilitaría un éxito rotundo de la misma. Una parte relevante de los accionistas del Sabadell son particulares y pymes, muchos de ellos radicados en Cataluña, que podrían decantarse por no vender para torpedear las aspiraciones de BBVA de llevar a cabo una fusión de ambos bancos. Precisamente el traslado de sede a la casa de origen también tiene como fin el animar a este colectivo a no acudir a la propuesta de adquisición.

BBVA pretende hacerse con más del 95% del capital para llevar a cabo la integración, aunque teniendo en cuenta las circunstancias, se conforma con superar el 50% y controlar la entidad vallesana. Para ejecutar la fusión necesita del visto bueno del Ministerio de Economía, que ha rechazado desde el minuto uno la operación. Una posición que tendría difícil mantener si la CNMC no pusiera impedimentos.

Competencia amplió en noviembre el análisis de la opa al entender que podría poner en peligro el mercado de financiación a las pymes y alterar la actividad de terminales punto de venta (TPV) en los comercios. Esta extensión se determinó tras un conflicto interno en el seno del supervisor, ya que buena parte de los técnicos apostaban por la aprobación en ese momento, sin necesidad de dilatar los plazos.

Se espera que para finales de febrero o durante marzo la CNMC tome una decisión. Y que a partir de ahí arranque el proceso de adhesiones, con lo que la opa estaría abierta a los accionistas hasta mayo o junio. La intención inicial de BBVA era haber finalizado este periodo en enero y haber abordado la integración antes de final del primer semestre.

Tras el anuncio de cambio de sede del Sabadell, el presidente del Gobierno hizo sus primeras y únicas declaraciones sobre la oferta. Pedro Sánchez señaló que no era el momento de pronunciarse, ya que todavía tenía que dar su veredicto Competencia, pero indicó que con la operación habría que tenerse en cuenta consideraciones como la cohesión territorial y social.

Mientras tanto, BBVA da nuevos pasos para cumplir con su propósito. La entidad ultima el nombramiento de un jefe para la integración. Según Bloomberg, el encargado de pilotar la fusión será Jordi García Bosch, un ejecutivo de la casa próximo al presidente Carlos Torres como responsable de su gabinete entre 2015 y 2018, cuando era consejero delegado. Además, ambos coincidieron en Endesa antes de ser fichados por la entidad.

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