BBVA aumentó su apuesta por México antes de la guerra arancelaria de Trump
La entidad aceleró el crecimiento en el último trimestre del año pasado pese a las amenazas de guerra comercial

Sede de BBVA en México. | Europa Press
BBVA es la empresa española más expuesta en México. Pese a las amenazas de Donald Trump, elevó sus riesgos y su apuesta antes del caos arancelario a los productos del país. El grupo vasco, según los datos recabados por THE OBJECTIVE, aceleró el crecimiento de su negocio crediticio en el cuarto trimestre del año pasado, ya con el mandatario electo, y mejoró la cuota que tiene hasta el 25,4%.
El grupo vasco, que obtiene algo más de la mitad de sus beneficios en el mercado mexicano, no esperaba que Trump cumpliera con sus amenazas de aprobar medidas duras y ahora sus riesgos son más elevados. Unas amenazas que todavía no son definitivas. Este fin de semana, el nuevo inquilino de la Casa Blanca aprobó un arancel del 25% para los productos mexicanos, entre otros, lo que pone un aprieto a la economía sureña y, por ende, al banco con sede en Bilbao. No obstante, este lunes aplazó su entrada en vigor un mes para negociar con el Ejecutivo de Claudia Sheinbaum.
BBVA, tras la decisión del Gobierno de EEUU que luego fue postergada, se vio obligado a modificar su discurso y templar más los ánimos para rebajar al máximo la incertidumbre. Su servicio de estudios reconocía este domingo, en un informe, que la tasa comercial «tendrá un impacto muy negativo» en la inversión y competitividad del país, que podría llevar a la economía a la recesión, con una caída conjunta del 1,5%.
El banco español seguía mostrando cierto optimismo al indicar que «da poca probabilidad a que los aranceles sean de larga duración». En el documento, BBVA Research explicaba que «la Casa Blanca exigió a México y Canadá que tomen medidas enérgicas contra la inmigración ilegal y los flujos de drogas. Esto sugiere que la amenaza de un arancel mayor busca negociar medidas sobre los temas demandados, por lo que podría cancelarse si México y Canadá toman acciones en estos temas». Y añadía que «hasta el momento el gobierno mexicano ha enviado señales contundentes de querer cooperar en materia de migración y tráfico de drogas».
BBVA añadía que la razón fundamental por la que estima que la probabilidad de que se impongan aranceles por un tiempo prolongado del 25% es baja es porque «ello se traduciría en un incremento importante en la inflación (sobre todo en productos agropecuarios, pues del total de importaciones que Estados Unidos realiza en este rubro, más de 40% provienen de México)». Además, perdería competitividad global, dado que las importaciones mexicanas disminuyen el coste de producción de muchas exportaciones.
El aplazamiento de la entrada en vigor da cierto aire a BBVA, que es mayor banco de México. Tiene una cuota de mercado que ha reforzado en los últimos doce meses en 87 puntos, hasta el 25,4%, tras haber aumentado un 15,6% el volumen de crédito, principalmente por la aceleración en los préstamos a empresas.
Hasta hace unas pocas semanas, BBVA esperaba que Trump no fuera contundente en sus decisiones con una guerra arancelaria, ya que en su primer mandato no cumplió con buena parte de las promesas que realizó en la campaña electoral de entonces. Y porque los movimientos de remesas estaban sugiriendo que su comportamiento ahora iba a ser similar.
BBVA, debido principalmente a la caída del peso frente al dólar y el euro por las insistentes amenazas comerciales de Trump, depreció en 1.100 millones de euros su filial de México en 2024. El grupo vasco ajustó el valor de esta franquicia en 2024 de los 21.300 millones de euros a los 20.200 millones. No obstante, en el último trimestre, una vez confirmada la llegada al poder de Trump, su tasación mejoró considerablemente (1.500 millones frente a septiembre), debido a que los mercados no esperaban que lleve a cabo todas las promesas electorales y las medidas no sean tan extremas. Uno de los impactos más relevantes en la depreciación ha sido la caída experimentada del peso mexicano frente al euro, que el año pasado descendió un 13%.
Las acciones de BBVA no remontaron el lunes en Bolsa tras el retraso en la aplicación del arancel y se dejó casi un 3% y arrastraron al Sabadell, que cayó más de un 2%, debido a que sus cotizaciones están ligadas debido a la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por el primero sobre el segundo.