El 37% de los municipios carece de sucursales o cajeros pese a las medidas del Gobierno
Algo más de 3.000 localidades, en las que residen 590.000 personas, no cuenta con puntos físicos bancarios

Sucursales de Caixabank, BBVA y Santander | Efe
Aún algo más de 3.000 municipios de España carecen de oficinas, cajeros u otros canales alternativos físicos para acceder a los servicios bancarios pese a las medidas impulsadas por el Gobierno, que pactó con el sector para evitar la exclusión financiera, especialmente en el mundo rural.
Los últimos datos del Banco de España, recabados por THE OBJECTIVE, reflejan que en un total de 3.069 localidades, un 37,7% del total, no tienen ningún punto de acceso presencial. En estos pueblos, la población afectada alcanzaba en 2023 cerca de 590.000 personas, lo que supone el 1,2% del total.
A principios de 2022, se inició una campaña para que la banca ampliara sus servicios en la España vacía y entre los mayores por el auge de la digitalización y los ajustes de sucursales puestas en marcha por la pandemia. Una campaña que forzó la implicación del Gobierno para que las entidades llegaran a determinados compromisos.
El Banco de España, en su segundo informe sobre la accesibilidad financiera, destaca que en 2023 el número de municipios sin ningún punto de acceso se redujo en 10, una disminución mucho menor que la observada en 2022, cuando ascendió a 167.
Prácticamente todas localidades afectadas por esta problemática son pequeñas. En concreto, 2.879 son núcleos rurales con de menos de 500 habitantes. Pero dicha cantidad es muy elevada en porcentaje, ya que supone el 72,2% de los municipios de ese tamaño y el 35% de los que hay en España. En los restantes 190 que no tienen puntos presenciales bancarios, fundamentales para contar con dinero en efectivo, residen más de 500 personas, un 4,6% de los que tienen dicha población.
El organismo supervisor explica en el documento que el descenso de los puntos bancarios presenciales fue consecuencia tanto del cierre de oficinas como de la disminución de los medios alternativos. Estos cayeron en 330, pero se debió a la reclasificación por parte de una entidad de un elevado volumen de agentes -profesionales que trabajan por cuenta propia para terceros- y amortiguó el ajuste de las oficinas.
La cifra de canales alternativos se redujo un 1,6% y, aunque fue «modesta» a juicio del Banco de España, contrastó con el crecimiento que experimentaron en 2022. Los cajeros automáticos es el sistema más numeroso y permitieron recortar en once los municipios sin acceso presencial, beneficiando a 4.400 personas.
Los agentes financieros que gestionan efectivo registraron una caída relevante, ya que desaparecieron 492 (un 20% más que un año antes) y provocaron la pérdida del último punto físico bancario en cuatro localidades. Por ejemplo, en 2023, BBVA desmanteló la cuarta parte de la red de profesionales autónomos que ofrecían sus servicios. En 2025, la entidad, que está en un proceso para controlar el Sabadell a través de la oferta pública de adquisición lanzada la pasada primavera, ha dado otra vuelta de tuerca a este colectivo y ha impulsado más cierres.
Para dar cobertura en los núcleos más deshabitados, los bancos han ampliado en los últimos ejercicios las rutas de los ofibuses. En 2023 las localidades en las que estos autocares habilitados como oficinas bancarias hacían parada aumentaron en 28.
Otra de las alternativas es la utilización de las oficinas y puntos de Correos como sucursales para lograr efectivo. La empresa estatal, sin embargo, disminuyó en seis los pueblos con acceso financiero presencial. Además, su servicio no termina de despegar, apenas es usado y es muy poco conocido, tal y como ya publicó este periódico.
Disponer de una sucursal, un cajero u otro sistema es relevante para la población en España, ya que continúa usando en gran medida estos centros para sus servicios bancarios a pesar del auge de la digitalización, sobre todo en el mundo rural, donde los ciudadanos tienen una edad más avanzada. El Banco de España subraya que el 84% de los usuarios recurren al cajero automático; el 64% realiza sus gestiones en las sucursales; y el 58% ha empleado la banca online.
El supervisor sostiene que existe una «notable brecha» en el uso digital, con porcentajes de utilización muy bajos entre las personas de mayor edad, menor nivel educativo y menor nivel de renta. Esta situación podría reducirse en un futuro por la edad, pero según el Banco de España, podría hacerse más persistente por cuestiones económicas y formativas.