BBVA y Sabadell coinciden en algo: la CNMC permitirá al Gobierno intervenir en la opa
Consideran que habrá una tercera fase debido a los compromisos asumidos por grupo vasco para hacerse con el catalán

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, con los presidentes de BBVA y Sabadell, Carlos Torres y Josep Oliu. | Europa Press
BBVA y Banco Sabadell coinciden en un punto. Tras diez meses de disputas y cambios de pareceres por la oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzada con carácter hostil por el grupo vasco sobre el catalán, están de acuerdo en que el Gobierno podrá intervenir en el proceso, añadiendo o suavizando requisitos para que el primero pueda hacerse con el segundo.
El Sabadell ya ha presentado las alegaciones ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para dejar claras medidas de compensación que sirvan para que el sistema no se vea dañado e intentar torpedear el procedimiento en la fase 2. Entre ellas, según manifiestan a THE OBJECTIVE fuentes conocedoras del informe registrado en el supervisor, se incluyen medidas estructurales, como la venta de una parte del negocio de pymes una vez se haya completado la operación.
Será ahora la CNMC la que determine si tiene en cuenta o no las reclamaciones del banco presidido por Josep Oliu. Si considerara oportuno incluir algún tipo de exigencia de esta naturaleza, el organismo que lidera Cani Fernández abriría sí o sí lo que se denomina fase 3, que permitiría al Gobierno poder intervenir, aunque no podrá prohibirla en ningún caso.
Pero en el seno de ambas entidades se da por hecho que esta nueva etapa tendrá lugar sin necesidad de que Competencia imponga requisitos. El Sabadell ya ha señalado públicamente que la ley es clara en este sentido, pero BBVA no. De hecho, su presidente, Carlos Torres, dijo a finales de enero que el Gobierno no podría formar parte del proceso si las condiciones eran livianas y acordadas con el supervisor.
Fuentes cercanas y conocedoras del sentir que existe en BBVA indican a THE OBJECTIVE que aunque la norma da pie a interpretaciones, parece clara, e incluso con compromisos pactados y planteados por el comprador, va a haber una tercera fase. Así, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, podrá elevar al Consejo de Ministros la opa por razones de interés general para reducir o ampliar las condiciones para que se produzca.
El artículo 60 de la ley de defensa de la competencia estipula que esta etapa podrá iniciarse cuando la CNMC apruebe en fase dos una operación de concentración y «haya resuelto subordinar su autorización al cumplimiento de determinados compromisos propuestos por los notificantes o condiciones». También comienza cuando se prohíba.
Expertos en la materia y financieros consideran que este punto de la normativa permite una interpretación, ya que fija que sean determinados compromisos, no cualquier medida para reducir los riesgos para la competencia efectiva. En el seno de BBVA, en cambio, creen que al haber planteado ya iniciativas correctoras, como mantener las condiciones financieras a las pymes clientes del Sabadell año y medio, Cuerpo podrá llevar al Consejo de Ministros la opa para su estudio.
En BBVA no temen las consecuencias, debido a que la ley también establece que Moncloa solo puede imponer medidas adicionales bajo distintos supuestos. Además, confían en que podría suavizarlas atendiendo a la única operación en la que un Gobierno intervino, la toma de control de La Sexta por Antena 3, que redujo los requisitos o remedies.
De acuerdo con la legislación, el Consejo de Ministros podría autorizar la concentración con o sin las condiciones por razones motivadas y de interés general distintas a la defensa de la competencia. Estas serían la seguridad nacional, la salud pública, la libre circulación de bienes y servicios dentro del territorio nacional, la protección del medio ambiente, la promoción de la investigación, el territorio nacional y la garantía de un adecuado mantenimiento de los objetivos de la regulación sectorial. Todas estas cuestiones, a tenor de BBVA, nada tienen que ver con el banco, por lo que no estaría justificada la imposición de medidas adicionales para que la opa se vaya al traste.
El grupo vasco ha avisado ya de que solo seguirá adelante con la operación si esta crea valor y si las exigencias son asumibles. Por su parte, el ministro de Economía ha advertido desde el primer momento que vetaría una posterior fusión tras la oferta de compra, que es lo único que puede bloquear. En un guiño al Gobierno, el BBVA ha abierto la posibilidad de retrasar la integración de ambos bancos, aludiendo a los costes que podría tener el impuesto al sector.