Santander UK cerrará 95 sucursales en el Reino Unido y pone en riesgo 750 empleos
La entidad mantendrá 349 oficinas y abrirá nuevos espacios de trabajo con servicios digitales

Una oficina del Santander UK en Londres. | Vuk Valcic / Zuma Press / ContactoPhoto
El Santander UK ha informado este miércoles que va a cerrar 95 de las 444 sucursales con las que actualmente opera en el Reino Unido, lo que podría suponer el despido de unos 750 empleados, tal y como recoge la agencia EFE. La entidad financiera prevé llevar a cabo estos cierres a partir del próximo mes de junio, en el marco de un proceso de reestructuración que incluye además la reducción de horario en 36 oficinas y la transformación de otras 18 en sucursales de tipo counter free, con menos personal y mayor oferta de servicios digitales.
El banco mantendrá 349 sucursales operativas en el país, e incorporará cinco nuevos espacios denominados ‘cafeterías de trabajo‘, que combinarán servicios bancarios con zonas habilitadas para trabajar.
Desde Santander UK han explicado que los cambios responden a la evolución de los hábitos de sus clientes. «Al cambiar el comportamiento de los clientes, nos estamos asegurando de que nuestras sucursales continúan siendo adecuadas cara al futuro», ha señalado un portavoz del banco.
La entidad defiende que la nueva combinación de formatos, que incluye sucursales de servicio completo, oficinas counter free, horarios reducidos y espacios de trabajo compartidos, ofrece «el equilibrio adecuado entre la banca digital y la gestión del dinero cara a cara y el asesoramiento».
El banco ha reconocido que la decisión de clausurar oficinas «es siempre muy difícil», y que «invertimos muchísimo tiempo evaluando dónde y cuándo lo haremos y cómo minimizamos el impacto que esto podría tener en nuestros clientes», según las mismas fuentes.
El proceso de reestructuración se enmarca en la tendencia generalizada del sector financiero británico, donde el uso de servicios digitales ha desplazado en gran medida a la operativa presencial. No obstante, sindicatos y organizaciones de consumidores han advertido de que el cierre masivo de sucursales limita el acceso a los servicios bancarios, especialmente en zonas rurales o con población envejecida.