BBVA, obligado a mejorar su oferta por el Sabadell ante el desajuste de la prima
La ecuación de canje se va al 5% negativo por el clamor de los inversores a que suba el precio para que la opa triunfe

El presidente del Sabadell, Josep Oliu, y el presidente de BBVA, Carlos Torres.
La oferta pública de adquisición de acciones (opa) de BBVA sobre el Sabadell se ha desacoplado en las últimas sesiones por completo. Los inversores tienen claro, cada vez con una mayor contundencia, que el grupo vasco tendrá que mejorar la propuesta económica para hacerse con el catalán y así se lo están haciendo saber con hechos, no solo con palabras.
La ecuación de canje, tras las dos modificaciones realizados para incluir los dividendos, se ha desajustado y la prima negativa lleva varias jornadas entre el 4 y el 6%, según los cálculos realizados por THE OBJECTIVE. Una situación que indica que el mercado está clamando por un aumento de la contraprestación: una acción nueva por cada 5,345 de Sabadell más 0,7 euros por la política de retribución.
Desde que BBVA lanzó la opa, la mayor parte del tiempo la prima ha sido positiva a pesar de que los expertos auguraban una mejora en las condiciones, aunque desde enero se encuentra en negativo. Hasta ahora, la diferencia no superaba el 1%, pero desde hace unos días la distancia se está ampliando.
Fuentes financieras sostienen a este periódico que los argumentos utilizados hasta la fecha por el presidente del grupo vasco, Carlos Torres, se están viniendo abajo y que el precio ofrecido parece que ya no es suficiente, tal y como ha defendido siempre la cúpula del Sabadell. El máximo responsable de BBVA restó importancia al asunto y explicó que la pequeña prima negativa se debía a cuestiones técnicas de arbitraje de la Bolsa, un argumento que no es válido en estos momentos debido a que ha dejado de ser leve. «Con estos precios los socios del Sabadell perderían dinero claramente», explican.
El desacople de la ecuación de canje de la opa se está produciendo en la recta final del proceso. Aunque todavía no hay nada confirmado, se espera que en las próximas semanas, antes de los días festivos de Semana Santa, la Comisión Nacional de los Mercados de la Competencia (CNMC) dé su visto bueno con condiciones suaves, aunque mayores que los compromisos asumidos en noviembre por BBVA. En el sector se prevé que el regulador endurezca las garantías de precios sobre las pymes del Sabadell en caso de que el vasco se haga con el control del catalán.
A partir de este veredicto, el Gobierno podría ampliar o reducir las exigencias, pero en ningún caso prohibir la operación planteada. Por ello, el Sabadell ha reclamado a Moncloa que sea ya claro con su postura sobre la posterior fusión. El presidente del catalán, Josep Oliu, pidió hace unos días al Ejecutivo que se pronuncie de manera clara sobre una integración antes de que el periodo de adhesiones comience. Desde el principio, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha mantenido su rechazo a la operación.
Un veto a la unión de ambos bancos podría trastocar el sentido económico de la opa y, sobre todo, los grandes fondos podrían rechazar la operación, tumbando, por tanto, las aspiraciones de BBVA. La cúpula del vallesano considera que si no hay una fusión, las sinergias serán muy inferiores a las estimadas, pero el vasco cree que la mayor parte de los ahorros de costes -unos 850 millones- se podrán conseguir.
Algunas casas de análisis han venido calculando que la entidad con sede en Bilbao debería aumentar en 2.000 millones en metálico su propuesta. Sin embargo, BBVA ha negado de forma insistente que no tiene margen para aumentar la contraprestación, aunque cuenta con un exceso de capital de 3.400 millones que podría ser utilizado para ello.
BBVA estima que en junio comenzaría el plazo de adhesiones. Par ello, la CNMC tendría que tomar una decisión este abril. Si el supervisor retrasa su dictamen a mayo, previsiblemente el periodo para que los socios del Sabadell tomen una decisión no se iniciaría hasta después de verano.
El aumento en el desajuste de la opa coincide con una nueva ofensiva de los fondos y bancos de inversión sobre las acciones del Sabadell y en el arranque del plan de recompra puesto en marcha por el catalán. En las últimas semanas, Goldman Sachs, asesor del vallesano en la operación, ha elevado el 1 al 3% su participación. Marshall Wace ha irrumpido con un 1% y el banco público suizo Zurcher está comprando y vendiendo paquetes de títulos significativos. A día de hoy controla el 0,5%, tras haber superado hace unos días el 1%.