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Correos se queda sin un contrato clave al perder el servicio postal del Banco de España

Hispapost se impone en una adjudicación que el organismo supervisor lanzó por vía de urgencia para triplicar su valor

Correos se queda sin un contrato clave al perder el servicio postal del Banco de España

El presidente de Correos, Pedro Saura. | Europa Press

Correos se ha quedado sin uno de sus contratos clave e históricos. El Banco de España ha otorgado su servicio postal a otra compañía, Hispapost, para los próximos tres años, en un proceso que ha tardado más de lo previsto. El organismo supervisor lanzó la adjudicación por vía de urgencia en octubre de 2024 para modificar las condiciones y triplicar el importe de la licitación otorgada un año antes a la empresa estatal, pero no ha sido hasta mediados de este mes de abril cuando ha formalizado y aprobado el cambio.

Según ha podido saber THE OBJECTIVE, a través de la plataforma de contratación pública, la institución financiera ha concedido el envío de sus cartas y comunicaciones a Hispapost, tras imponerse por la cantidad ofrecida, muy inferior a la presentada por la empresa estatal que preside Pedro Saura. La primera, que ha ganado el concurso, limitó a 5,338 millones de euros el importe del contrato para hacerse con el servicio, mientras que Correos puso sobre la mesa 7, 5 millones.

Las nuevas condiciones estimaban el valor de la adjudicación para los próximos tres ejercicios en 7,9 millones, que ascendían a 10,3 millones si se incluyen los impuestos. Por lo que con la adjudicación rebajarán los costes para el Banco de España. En 2023, el importe se limitó para un mismo periodo de tiempo a 2,2 millones -2,95 millones con los gravámenes- y Correos, entonces, fue la única empresa que presentó una oferta, por lo que consiguió hacerse con el convenio.

En esta ocasión ha encontrado un rival al haber efectuado Hispapot una oferta muy por debajo y al haber pasado las condiciones técnicas para poder cumplir con las exigencias del servicio. Todos estos factores han impedido al Banco de España a poder hacer algo para que Correos mantuviera el contrato mejorado.

El Banco de España explicaba en el pliego de la licitación exprés que este procedimiento se justificaba por «la necesidad de proporcionar los medios personales y técnicos necesarios para la correcta prestación de los servicios postales». El organismo, explicaba, que requiere disponer de un servicio de envío y recepción de comunicaciones «seguro y rápido que permita cubrir tanto las amplias necesidades tanto en términos geográficos como de variedad». Agregaba que las cartas suponen con frecuencia el medio fehaciente necesario en procedimientos de distinta índole que realiza por sus funciones de trascendencia encomendadas, y que habían aumentado recientemente de manera significativa.

Hispapost es una firma privada perteneciente al grupo Serviform, especializado en la externalización de servicios a empresas e instituciones públicas. Su presidente y fundador es Joaquin Rufo y lleva operando casi 50 años. La filial postal y de envíos que ha ganado el servicio del Banco de España, en cambio, es más joven, ya que se constituyó en 2018 con el auge del comercio electrónico.

La pérdida del contrato supone un pequeño golpe para Correos, que se encuentra en pleno desarrollo de un plan estratégico para mejorar su rentabilidad y reducir las pérdidas que anualmente tiene. En 2024 los números rojos alcanzaron los 95 millones. Entre los proyectos para intentar salir del agujero, la empresa pública tiene el objetivo de poner en marcha una especie de banco, rescatando la vieja y extinta Caja Postal.

Como paso previo, con el que engordar los ingresos en el ámbito financiero, hace poco tiempo se convirtió en agente de seguros. La distribución de pólizas es una de las actividades más rentables para la banca, ya que ofrece importantes ingresos por comisiones. De hecho, fueron fundamentales para que el sector se mantuviera en pie durante la época de tipos de interés negativos entre 2016 y 2022.

La intención de Correos es solicitar en 2025 la licencia, precisamente, al Banco de España para operar como entidad de dinero electrónico. Por el momento, no hay grandes detalles sobre el proyecto diseñado por la empresa pública, algo que está inquietando a los grupos financieros, ya que si el plan es muy ambicioso podría suponer una amenaza para el sector ante la amplia red de sucursales de la que dispone la compañía estatal.

La Caja Postal de Correos fue una potente entidad, pero ruinosa, que estuvo bajo el paraguas del Estado desde su nacimiento, en 1906, hasta 1999, aunque en la última etapa formó parte de Argentaria, un grupo que se fusionó con el antiguo Bilbao Vizcaya, hoy BBVA. Se da la circunstancia que el Gobierno ha puesto de nuevo sobre la mesa la idea de lanzar una especie de banco público en un momento en que el conglomerado vasco intenta hacerse con el control del Sabadell.

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