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Caixabank es el único banco que paga más este año por el 'impuestazo' del Gobierno

El gravamen le costará un 20% más, mientras el resto de entidades mantienen, reducen o esquivan el abono

Caixabank es el único banco que paga más este año por el ‘impuestazo’ del Gobierno

El consejero delgado de Caixabank, Gonzalo Gortázar. | Europa Press

Caixabank ha sido el único banco que se ha visto significativamente afectado por el nuevo diseño del impuestazo al sector aprobado por el Gobierno a finales del año pasado. Aunque en un principio se estimaba que todas las entidades, incluidas las extranjeras y las pequeñas, se vieran castigadas, la estructura del gravamen permite mantener el impacto a las principales, salvo a la catalana, rebajarlo o anularlo por completo.

La tasa, que se convirtió en progresiva hasta el 7% de los ingresos por intereses y comisiones, va a encarecerse un 20% en 2025 para Caixabank frente al abono de 2024. Una subida que contrata con el efecto del resto. De acuerdo con los números aportados por los bancos y su extrapolación calculada por THE OBJECTIVE para el conjunto del ejercicio, el Santander pagará prácticamente lo mismo y BBVA desembolsará un poco menos. Por su parte, Sabadell ya informó que su coste descendería y Bankinter e ING han indicado que no tendrán que abonar nada por este tributo. Otros, como Unicaja, también han visto descender el importe.

Una de las principales novedades, además de la graduación por el nivel de ingresos, es que las entidades pueden deducir un 25% la cuantía aportada a Hacienda sobre el impuesto de Sociedades. Caixabank va a tener que afrontar un pago de unos 600 millones por el gravamen extraordinario, que se ha convertido en permanente hasta 2027, frente a los 493 millones del ejercicio pasado.

Con este incremento se confirma que la entidad catalana ha sido la gran perjudicada. Ya en su momento, su consejero delegado advirtió tras los cambios de que se trataba de una «tasa Caixabank» porque iba a afectar de manera especial a sus cuentas. «Las cifras confirman que tenemos esa penalización», señaló Gonzalo Gortázar esta semana en la presentación de los resultados del primer trimestre, en los que ha contabilizado ya una cuarta parte, de 148 millones.

Aun así, Caixabank ha decidido activar desgravaciones para rebajar la carga total fiscal sobre Sociedades ante la previsible recuperación de los créditos fiscales por un importe de 67 millones. Una cuantía que hasta ahora no estaba registrada en el balance.

El Santander, que también ha visto subir el tipo efectivo del impuestazo del 4,8 al 7%, no se ha visto castigado con la misma magnitud. Los números apuntan a que en 2025 tendrá que asumir 348 millones, una cifra prácticamente similar a la de 2024. Entonces asumió 335 millones, por lo que apenas en su caso ha subido en 13 millones frente a los cerca de 100 millones de Caixabank. El grupo cántabro ya se ha anotado los primeros 85 millones hasta marzo.

BBVA, por su parte, sí reducirá levemente el coste. La extrapolación de datos indica que rebajará en unos 25 millones la carga del impuestazo, hasta los 260 millones gracias a las deducciones establecidas en el diseño. Un ahorro que puede no producirse en el futuro si finalmente logra fusionar el Sabadell tras haber lanzado la oferta pública de adquisición de acciones (opa) y el Gobierno aprueba una modificación prevista para elevar la tasa a aquellas entidades involucradas en integraciones. De hecho, el banco vasco ha señalado que la unión podría no materializarse en función de los posibles impactos por este hecho.

El Sabadell también va a tener que abonar menos a Hacienda por el gravamen extraordinario en unos 30 millones. La entidad espera rebajar el desembolso de los 192 millones del año pasado hasta el entorno de los 160 millones en 2025 debido a la graduación y las deducciones.

Los grandes beneficiados por el nuevo diseño van a ser Bankinter e ING, en todo caso, ya que no se van a ver obligados a tener que pagar nada. Especialmente llamativo es el caso de la filial del banco de origen holandés, ya que el Gobierno extendió a todo el sector el impuestazo.

Con los criterios actuales y las estimaciones, Hacienda no va a recaudar tanto como se esperaba en un primer momento. Pese a todo, los bancos siguen criticando este gravamen al considerarlo como discriminatorio e injusto. Uno de los argumentos es que las entidades asumen una carga fiscal mayor al resto de sectores, aunque no sean más rentables, por lo que reclaman un giro en la estrategia del Gobierno aunque no prevén cambios. Así lo expresó por ejemplo hace unos días Caixabank, que no ve este escenario como probable; el castigo a la banca permanecerá en el futuro próximo.

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